El 22 de marzo de 1943, los alemanes nazis destruyeron el pueblo belaruso Khatyn

Siempre en nuestra memoria

Las campanas en el lugar del pueblo quemado por castigadores llaman como un recuerdo eterno
El 22 de marzo de 1943, los alemanes nazis destruyeron el pueblo belaruso Khatyn. Fueron quemadas a vivo y fallecieron 149 personas: ancianos, mujeres y 75 niños hasta 16 años de edad. Entre las víctimas también eran bebés pequeños...

Este día, en el complejo memorial, “Khatyn”, se reúne mucha gente. “Khatyn” es la memoria eterna y el dolor ineludible de todos los belarusos. Pues “Khatyn” es la personificación y el símbolo de sufrimientos que tuvo que soportar la tierra belarusa y el pueblo belaruso en los duros años de la ocupación alemana nazi. Estos días, los jóvenes y las personas mayores –todos juntos– recuerdan los terribles acontecimientos que tuvieron lugar hace 72 años atrás. Aunque han pasado muchos años, el horror –que una vez apoderó a este pueblo en el bosque belaruso– aún enfría corazones. Hace falta señalar que según los datos incompletos, en Belarús, los alemanes nazis mataron más de un millón 400 mil de personas: en campos de concentración, guetos, pueblos quemados y bombardeados, casas destruidas...

El año pasado, para conmemorar el 70° Aniversario de la liberación de Belarús, en la serie, “Archivo, historia, memoria”, fueron editadas dos colecciones de documentos y materiales de archivo: “Khatyn. Tragedia y Memoria”, que contiene casi todos los documentos conocidos hoy en día en cuanto a la destrucción del pueblo y sus vecinos, así como el “Necrópolis de Khatyn” con la información detallada sobre los pueblos belarusos que compartieron el duro destino de Khatyn. Los libros fueron preparados y publicados en conjunto por el departamento de archivos y registros del Ministerio de Justicia, el Archivo Nacional, el Archivo Central de la KGB y el complejo nacional memorial, “Khatyn”.

Tragedia

El 22 de marzo de 1943 dos pelotones de la primera compañía del batallón de defensa policíaca número 118 fueron enviados a recuperar la comunicación dañada por la guerrilla entre Pléshchenitsy y Logojsk. Se encontraron en la emboscada organizada por el grupo guerrillero, “Vengador”. En el tiroteo los guerrilleros mataron al jefe-comandante de la compañía, hauptmann, Hans Welke, que a propósito era favorito de Führer y el campeón olímpico, así como hirieron a dos policías. Para perseguir a los guerrilleros llegaron para ayudar los verdugos desde el batallón de SS, de Dirlewanger. La víctima de su venganza inhumana y terrible se hizo el pueblo de Khatyn.

Dolor

...Los restos quemados de los vecinos del pueblo Khatyn fueron enterrados al tercer día después de la tragedia. Por encima de la tumba fueron instaladas tres cruces. Durante mucho tiempo después de la guerra, ellas permanecían en la tumba consagrando la memoria de las personas asesinadas. Luego fue erigido un modesto obelisco de madera en forma de pirámide tradicional con una estrella roja. En 1964, aquí apareció un monumento hecho de yeso, “El duelo de la madre”. Y el 5 de julio de 1969, en el lugar fue inaugurado el monumento, “Khatyn”. Los autores son los arquitectos belarusos, Y. Grádov, V. Zankóvich, L. Levin y el escultor, artista popular de la antigua República Socialista Soviética de Bielorrusia, S. Selikhánov.

Es probable que este documento sea uno de los primeros documentos de archivo, que cuenta sobre los trágicos acontecimientos en el pueblo belaruso, Khatyn. “El acta de los vecinos del pueblo de Sélyshche, consejo rural de Kamensk, municipio de Pléshchenitsy, provincia de Minsk, sobre la quema del pueblo de Khatyn y sus vecinos” está fechado del 25 de marzo de 1943. Siete personas del pueblo de Sélyshche lo hicieron en presencia de guerrilleros: que “el 22 de marzo del año mencionado, los monstruos alemanes atacaron el pueblo vecino Khatyn y quemaron todas las construcciones. Los vecinos del pueblo Khatyn –150 personas– fueron brutalmente torturados y quemados...”

Pero antes aparecieron también otros documentos que determinaron huellas sangrientas de Khatyn.

Del orden del jefe de la sede operativa de la policía de seguridad y del SD reichcomissariato de Ostland sobre la organización de la lucha contra la guerrilla en el Comisariato General de Belarús. El 18 de noviembre de 1942, ciudad de Minsk.

“... En nombre del autorizado de reichsführer de SS para la lucha contra la guerrilla, el obergruppenführer de SS, Bach, otorga al jefe del equipo SD el derecho a decidir, si quemar pueblos o destruir y evacuar a los vecinos... Vamos a cumplir con la difícil tarea de policía, inspirados por el deseo de liberar el Comisariato General de Belarús de bandas de guerrilleros y poner orden en toda la zona”.

Standartenfiihrer de SS, doctor Pifrayder”.

Unos meses más tarde el “apaciguamiento” al estilo del doctor Pifrayder con un velo negro cubrió el pueblo Khatyn. El “apaciguamiento” nazi es especial y proviene de la palabra “morir”.


Declaración del testigo

 
Yosef Kaminsky, vecino de Khatyn, nacido en 1887, que perdió a su esposa y cuatro hijos.
 
“…Cuando me acerqué a la caseta, allí habían diez personas, incluyendo a mi familia. Yo pregunté, por qué todos estaban desvestidos. Mi esposa, Adelia, y la hija, Yadwiga, respondieron que los castigadores se les habían quitado la ropa. La gente seguía viniendo a esta caseta, y después de un breve período de tiempo la misma ya estaba completamente llena, que uno ni siquiera podía levantar las manos. El tamaño de la caseta era de 12 por 6 metros... Cuando se abrían las puertas y entraban más personas, se veía que muchas de las casas del pueblo ya estaban ardiendo. Me di cuenta de que nos dispararían, y dije a los vecinos: “Rueguen a Dios, porque aquí vamos a morir todos”... En la caseta estaban civiles, entre ellos muchos niños pequeños e incluso bebés, y el resto en su mayoría eran mujeres y ancianos. …Yo con mi hijo Adam de 15 años de edad estaba junto a la pared, los muertos cayeron sobre mí, las personas que estaban vivas corrían en la multitud como si fueran olas, la sangre fluía de los heridos y muertos. Se derrumbó el techo quemado y los gritos aterradores de la gente se hizo aún más fuertes. Bajo el techo ardiendo la gente gritaba mucho y se movía que parecía que el techo seguía girando. Logré entre los cadáveres y las personas ardiendo salir para afuera a través de la puerta... El soldado alemán –que estaba en la puerta de la caseta– me disparó. Mi hijo, Adam, en llamas, también pudo salir de la caseta, pero a diez metros se cayó disparado. Yo, siendo herido, no me movía para que no me dispararan más... Cerca de la caseta había muchos muertos y quemados. ...Pronto los alemanes se alejaron del lugar y mi hijo, Adam –que estaba a unos tres metros de mí–, me llamó para que yo le sacara del charco. Me acerqué, lo levanté, pero vi que su cuerpo estaba cortado con balas. Mi hijo, Adam, sólo pudo preguntar, si estaba viva su madre y en seguida murió”.
Vladímir Vélikhov
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