Vamos juntos al nuevo día

En el Palacio de la Independencia tuvo lugar la ceremonia de la inauguración del presidente de Belarús recién elegido
En la sala de ceremonias solemnes se reunió más de mil invitados: altos funcionarios del país, diputados de la Cámara de Representantes, miembros del Consejo de la República de la Asamblea Nacional, líderes de los distintos niveles, representantes del cuerpo diplomático y visitantes extranjeros. El evento fue inaugurado por la presidenta de la Comisión Electoral Central, Lidia Yermóshina. Ella anunció los resultados de las elecciones presidenciales e invitó a Alexandr Lukashenko a dar el juramento del presidente. El texto de juramento сuenta sólo con 30 palabras que reflejan todas las obligaciones que asume el jefe de Estado: 

— Asumiendo el cargo del presidente de la República de Belarús, solemnemente juro servir fielmente al pueblo belaruso, respetar y defender derechos y libertades de cada hombre y ciudadano de Belarús, garantizar el cumplimiento de la Constitución de la República de Belarús y piadosamente y fielmente cumplir con las altas funciones que me han confiado los belarusos. 


Comenzó a sonar el himno nacional. Al coro –que cantaba la canción más importante del país– se lo siguieron los presentes. 

Lidia Yemóshina entregó a Alexandr Lukashenko el certificado de identidad de presidente. Al nuevo mandatario de Belarús se lo felicitaron los jefes del poder legislativo y judicial: el presidente del Consejo de la República, Mikhail Myasnikóvich, y el presidente del Tribunal Constitucional, Pyotr Miklashévich. Luego la palabra se la tomó Alexandr Lukashenko. 


El discurso del presidente en muchas ocasiones fue interrumpido por fuertes aplausos. Su leitmotiv: el país mantiene una política de desarrollo progresivo, sin choques y experimentos sociales de mucho riesgo. La figura más importante es un hombre y a sus necesidades y expectativas está sujeta toda la política gubernamental. Hace falta señalar que en el ámbito internacional no estamos causando problemas a nuestros vecinos. Respetamos cada estado soberano. Y esperamos la misma actitud. Es la línea permanente de desarrollo del Estado belaruso en los últimos veinte años, y la misma continuará. 

La segunda parte de la solemne ceremonia se celebró en la Plaza de la Bandera del Estado. Aquí, se alinearon los militares representantes de todas las estructuras del poder del país. Para saludarlos el presidente, Alexandr Lukashenko, llegó en el uniforme del Comandante en Jefe. En nombre de todos los militares las palabras de juramento de la lealtad a la gente y el presidente electo se las leyó el Secretario de Estado del Consejo de Seguridad, Stanislav Zas: 

— Aseguramos a todo el pueblo de Belarús y a usted, camarada Comandante en Jefe, que siempre estaremos dispuestos para proteger de forma fiable la soberanía y la integridad territorial de nuestro país. El día de la toma de posesión del presidente de la República de Belarús nos comprometemos solemnemente con dignidad y honor llevar el alto rango de los defensores de la Patria, desinteresadamente servir al pueblo belaruso y el presidente de la República de Belarús, defender nuestra querida Patria con valentía y destreza, sin escatimar nuestras fuerzas y la vida misma. 

La palabra “juramos” sonó tres veces en las filas de militares. La ceremonia concisa, pero sucinta según el contenido, fue concluida con la marcha la guardia de honor. 

Por la tarde, en el Palacio de la República fue celebrado el concierto de gala dedicado a la toma de posición del presidente de Belarús bajo el título, “Vamos juntos al nuevo día”. En el escenario festivo actuaron destacados maestros de las artes de Belarús. 
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