Una prueba de valentнa

ЎNada adorna mбs al hombre que una boina roja!
El estruendo de los disparos, el aire empapado con pуlvora, con aceite de arma y de sudor masculino, el ruido rнtmico de las botas y los rugidos de pecho casi de tigre — asн en el centro de instrucciуn de “Volуvschina” se celebraron las pruebas de calificaciуn para obtener el derecho a llevar la boina roja.
En el curso 13 aсos de existencia de la tradiciуn, este honor con sangre y sudor se lo han merecido mбs de 600 militares. No es ninguna broma — los combatientes necesitan superar un pantano traicionero, barreras altas y a primera vista inexpugnables, tableros de hormigуn, un tramo “infectado con substancias daсinas”, donde en los lugares mбs inesperados estбn escondidas trampas, alambres de pъas tenaces, una franja de fuego y de ataque, un paso de cuerdas... Despuйs, apenas habiendo tomando aliento, los pretendientes dispararon al blanco con lanzagranadas, con ametralladoras, fusiles automбticos, pistolas y en las condiciones de campo, despuйs de armar una estaciуn de radio, comunicaron a la comandancia sobre el cumplimiento de la penъltima etapa de su misiуn.
Para terminar — estб la prueba decisiva. Un entrenamiento de 12 minutos (combate de contacto) con “Ўcuatro! “adversarios” — que realmente ya son titulares de los boinas rojas. Habiendo resistido esto, se puede relajarse por un corto tiempo — justamente hasta que comience la ceremonia de la entrega de las deseadas boinas. Y el derecho a llevarlas los conquistaron 9 combatientes de las tropas del interior de Belarъs.

Olga Vуronova
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