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En la Estrategia Nacional para el Desarrollo Sostenible-2030 (ENDS-2030) –que recientemente ha sido presentada al debate público– se destaca un punto muy importante.
En la Estrategia Nacional para el Desarrollo Sostenible-2030 (ENDS-2030) –que recientemente ha sido presentada al debate público– se destaca un punto muy importante. Los autores del documento proponen centrarse en la creación en el país del sector de alto contenido tecnológico con una predominancia
de estructuras tecnológicas V y VI.



Claro que es una tarea bastante ambiciosa. La cosa es que no es fácil alcanzar un alto nivel de desarrollo científico. Y si no tenemos las bases adecuadas, nunca podremos hacerlo. Sin embargo, nuestros científicos afirman que en los últimos años Belarús avanzó mucho en cuanto a la creación y el desarrollo de las biotecnologías, que, de hecho, forman base de cluster de innovaciones básicas de la nueva estructura tecnológica VI.

Para la mayoría de nosotros, la misma palabra “biotecnologías” es poco comprensible. Y recuerda más bien una escena de las películas de terror estadounidense, cuando los científicos en trajes de protección química de color blanco están produciendo en los laboratorios subterráneos de alto secreto sustancias sucias. Pero en realidad, no es así. El rápido progreso –que se ha producido en la esfera de la biotecnología en la última década– amplió los límites del uso de los procesos biológicos en la producción. Hoy en día, ellos tienen acceso a casi todos los sectores de la economía: agricultura, salud pública, industria de alimentación, ligera, química y farmacéutica. Gracias a las biotecnologías se están produciendo antibióticos, hormonas, vacunas, sistemas de diagnóstico, bioplásticos y productos celulares. En el sector agrícola: nuevas especies de plantas y animales, suplementos alimenticios, aminoácidos, enzimas para la producción de piensos y probióticos. En la industria alimentaria: fermentos bacteriales, enzimas alimentarias, levadura, alcohol y productos para la nutrición funcional y terapéutica.

Está claro que la economía de Belarús es muy dependiente de las importaciones de diversos tipos de productos de la biotecnología. Por lo tanto, según el Comité Nacional de Estadística, en 2011 el volumen de las importaciones en el país de mezclas de alimentos, ácido láctico, conservantes biológicos, concentrados bacterianos, enzimas fue de más de 220 millones de dólares norteamericanos. Algunos tipos de productos de la biotecnología son fabricados en el país, pero aún tenemos que enfrentar otros problemas muy importantes en cuanto al incremento de la producción biotecnológica incluso para cubrir las necesidades de nuestro propio país, ni hablar de las exportaciones.

La primera actividad en este sentido –encaminada a la solución de este problema– fue la aprobación del programa nacional, “Biotecnologías innovadoras”, destinado para los años de 2010 a 2012 y hasta el período de hasta 2015.

Ya podemos hacer algunas conclusiones. En los últimos tres años, fueron inauguradas siete plantas nuevas, así como llevados a cabo en torno a 30 nuevos proyectos de producción. Además de eso, está previsto sustituir importaciones para el gran mercado común de Belarús, Rusia y Kazajistán. Las esferas son especialmente importantes son agricultura y farmacéutica con su mayor potencial de crecimiento. Además de eso, se concede gran importancia a la introducción de las tecnologías celulares. Se trata del tratamiento con células madre de quemaduras, úlceras, esclerosis múltiple, leucemia, las articulaciones, y muchas enfermedades más. En diciembre de este año, en la Academia Nacional de Ciencias de Belarús se planea inaugurar un centro de medicina regenerativa, que se dedicará al tratamiento de enfermedades con el uso de diferentes células, principalmente las células madre a un precio asequible para los belarusos. Cabe destacar que según nuestras tecnologías ya se están produciendo modernos genéricos y sustancias farmacéuticas, incluso remedios antivirales y antitumorales. Se trata de las medicinas “inteligentes”, las novedosas no sólo para Belarús, sino también para los países de la antigua Unión Soviética. Además de eso, para el año 2015, está previsto crear más de diez nuevas producciones correspondientes a las normas GMP, los que permitirá fabricar diferentes productos farmacéuticos de más de 300 denominaciones, así como aumentar su producción al menos tres veces.

Viacheslav Ivanov

Opinión de especialista

Igor VOLOTOVSKY, académico de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, jefe de laboratorio del Instituto de Biofísica Celular e Ingeniería, director científico del programa nacional, “Biotecnologías innovadoras”:


— Nuestro país aún en los años de 2000 a 2010 en términos de investigaciones y desarrollos de la biotecnología y su introducción en la producción industrial estaba muy por detrás de los países desarrollados, aunque teníamos buenas condiciones para crear el sector de la biotecnología. En el I Congreso de Científicos de Belarús, fueron planteados los problemas relacionados con el desarrollo de la biotecnología. En resultado, cumpliendo con el orden del Jefe de Estado fue creado el programa nacional, “Biotecnologías innovadoras”, destinado para los años de 2010 a 2012 y para el período hasta 2015, lo que de hecho estimuló la aparición del nuevo sector de la economía, que correspondía a los modernos estándares mundiales. El programa estableció objetivos muy específicos. Por primera vez, en los países postsoviéticos fue tomada la decisión de solucionar el problema de modo complejo, en el marco del desarrollo de modernas áreas de la ciencia de la biotecnología, precisamente, la biotecnología agrícola (cultivo de plantas y ganadería), biotecnología médica, biotecnología para la industria alimentaria, bioenergía.

El principal objetivo es satisfacer plenamente en 2015 la demanda nacional de concentrados bacterianos para la industria láctea, preparados de plasma sanguíneo, probióticos y adsorbentes, que antes se importaban, así como para proporcionar la importación hasta el 80 por ciento del mercado nacional de biopesticidas, el 85 por ciento de los productos veterinarios, el 25 por ciento de los injertos la médula ósea. En estas y muchas otras áreas comenzamos a trabajar, como se dice, a partir de cero, es decir importábamos todos los productos. También está previsto crear la producción de biodiesel con una rentabilidad del ocho por ciento del mercado interno de combustible diésel y de biogasolina con una rentabilidad del 12 por ciento del mercado de este combustible. Hace falta señalar que para 2015, la producción anual de los productos biotecnológicos innovadores debe llegar a más de 500 mil millones de rublos belarusos y la sustitución de importaciones a unos 150 millones de dólares norteamericanos. No hay que olvidar también de las exportaciones. Se espera que las mismas superen los 60 millones de dólares norteamericanos.

Para cumplir con estas tareas estamos creando un nuevo programa nacional, “Biotecnologías innovadoras-2”, destinado para el período de 2016 a 2025. Mientras tanto, tomamos en consideración las instrucciones del mandatario dadas en marzo de este año en una reunión con los científicos más importantes del país.

Se espera que para el año 2020 la industria de la biotecnología alcance el volumen de producción equivalente a 500 millones de dólares norteamericanos, y el monto de exportación de productos de la biotecnología a 100 millones de dólares norteamericanos. Además de eso, se planea seguir desarrollando el sector de la biotecnología nacional y crear nuevas empresas. Por ejemplo, se planea inaugurar en el país la empresa de producción de pocas toneladas de obtención de la lactoferirna humana de la leche de cabras transgénicas.
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