El manifiesto del respeto

— ¿Qué se cambió aquí? preguntó el presidente al bajar del coche a la entrada en la Casa de Veteranos de Guerra y Trabajo, “Svitanak”.
— ¿Qué se cambió aquí? preguntó el presidente al bajar del coche a la entrada en la Casa de Veteranos de Guerra y Trabajo, “Svitanak”.

La respuesta de la directora, Eelena Varivónchik, fue breve, pero bien ilustrativa.

— La vida se ha hecho mejor y nuestros ancianos viven más...

Sobre su vida con mucho entusiasmo también contaron tomando té los residentes de la Casa de Veteranos de Guerra y Trabajo. El encuentro fue casi el mismo que tuvo lugar en diciembre de 2010, cuando el mandatario belaruso visitó “Svitanak” por primera vez después de su apertura. Entonces y ahora la respuesta –que caracteriza la vida aquí– sigue siendo la misma: estamos viviendo como en el paraíso.



Ya es una tradición. Durante las celebraciones de la Navidad y el fin del año los ancianos y niños gozan de una atención muy especial. Por supuesto, están también bien cuidados en su vida cotidiana. Pero sobre todo las actividades –que han tenido lugar en el pueblo Treskovschina, en las afueras de la ciudad de Minsk– revelan la esencia de las prioridades de la política social del Estado. Los niños es nuestro futuro, los ancianos son la experiencia y los méritos de nuestra sociedad. El cuidado de ciudadanos pequeños y personas mayores es una muestra de una sociedad sana y del país que respeta a sí mismo.

A propósito, en cuanto a la experiencia. En la Casa de Veteranos de Guerra y Trabajo, “Svitanak”, viven las personas con un destino muy diferente. En este encuentro participaron el antiguo experto forense, el maestro emérito, el médico y los representantes de otras profesiones. Relacionándose con el presidente belaruso, ellos con mucho entusiasmo contaron de su visión de los actuales procesos y fenómenos. Además de eso, hablaron de la reforma del sistema judicial, así como de los programas de formación, la situación en otros países: cercanos y lejanos.

En general, las personas mayores demostraron un notable conocimiento de los acontecimientos que a esta altura pasan en el país y el mundo. Así que sin ninguna duda, ellos viven la vida al máximo, sin apartarse de la realidad. De hecho, es el mayor objetivo de la política social aplicada por nuestro Estado. Las personas de la edad avanzada deben seguir siendo miembros activos de la sociedad durante el tiempo máximo posible.

Esta tarea se está cumpliendo muy bien. Según la ministra de Trabajo y Protección Social de Belarús, Marianna Shchétkina, la esperanza de vida en nuestro últimamente está creciendo y aumenta también el número de personas mayores. Lo que es una carga adicional para la economía nacional. Actualmente, los expertos del Ministerio de Trabajo y Protección Social de Belarús están buscando diferentes mecanismos de apoyo a las personas de la edad avanzada. A unas se les ayudan en casa, a otras se las invitan a vivir en los hogares de ancianos. Debido a las circunstancias, a unas personas mayores se las cuidan del presupuesto, a otras a cuenta de sus familiares. Además de eso, de mucha popularidad ahora es el instituto de renta, cuando un anciano entrega su propiedad, en la mayoría de los casos se trata de la vivienda, al Estado y en cambio recibe un cuidado decente y la asistencia médica de calidad. También la ministra informó que en cinco años está previsto crear finalmente un sistema de apoyo a las personas mayores. A su vez, el líder belaruso pidió no demorar mucho y hacerlo en tres años. Ya hay todos los componentes más importantes. Sólo es necesario utilizarlos orgánicamente.

Lo que se refiere a algunas sugerencias para seguir desarrollando el tema de renta. Sinceramente dicho, hay comerciantes poco honestos que se aprovechan de la gente mayor, se la roban sus bienes y luego la abandonan. Aquí las exigencias del mandatario belaruso son bien claras: hacer una auditoría estricta de las operaciones de este tipo. En el caso, si las personas –que se dedican a la esfera de inmuebles y bienes raíces– hubieran cometido un delito, sería necesario dar una valoración jurídica a sus acciones ilegales.

A la despedida, Alexander Lukashenko regaló a los residentes de la Casa de Veteranos de Guerra y Trabajo, “Svitanak”, regalos navideños. Las mujeres recibieron chales y a los hombres bufandas de buena calidad. Es más, el presidente no quiso que lo agradecieran, pues se trataba de su trabajo y la responsabilidad.

Dmitry Kryat
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