El personal del museo de arte popular, “Bezdezhsky fartushok”, restauraron en su forma original la vida casera, que llevaban los campesinos belarusos a principios del siglo pasado

Viaje a las raíces

El personal del museo de arte popular, “Bezdezhsky fartushok”, restauraron en su forma original la vida casera, que llevaban los campesinos belarusos a principios del siglo pasado

A esta altura, muchos vecinos tienen una idea muy aproximada de cómo vivían сampesinos en pueblos belarusos hace 70-80 años, por lo tanto, la visita de los sitios interesantes, como el museo de arte popular, “Bezdezhsky fartushok”, situado en el municipio de Droguichin, provincia de Brest, se convierte para ellos en una cadena de descubrimientos notables.

The visitors are delighted with the museum
Los visitantes se arrebatan después de ver el museo. Belta

El museo único en Bezdezh abrió sus puertas hace 15 años, y como contó el director del departamento para el trabajo ideológico, cultura y asuntos de los jóvenes del Comité Ejecutivo de Droguichin, Leonid Kurovskiy, esto fue precedido por una historia extraordinaria. Cuando en Droguichin fue tomada la decisión de crear un museo de etnografía territorial, comenzaron a juntar artefactos. En resultado, la mayoría de ellos resultó ser del pueblo Bezdezh, así como de las localidades de la zona cercana. Surgió una pregunta lógica: ¿para qué toda esta belleza llevar a Droguichin? ¿Acaso no fuera más fácil abrir un museo en el lugar? Más bien, había un espacio apropiado: el antiguo edificio de ladrillo de la escuela abandonada construido en los tiempos de Polonia en el estilo de la mansión solariega. Porque la mayor parte de las muestras de exposición fueron presentadas en forma de “fartushok” (en el idioma belaruso delantal — Aut.) original hecho por las artesanas locales, el museo lleva el nombre, “Bezdezhsky fartushok”. Hoy en día, en la exposición de museo permanecen más de 200 delantales de lino blanco con intrincados patrones recurrentes.

Bezdezh es un antiguo asentamiento con una rica historia. La primera mención en las crónicas históricas se refiere al año 1409. Aunque hasta el momento se desconoce, de donde proviene este nombre poco común.

Hay varias leyendas hermosas


Por ejemplo, el castillo y el pueblo con el mismo nombre existe en la República Checa. Además de eso, las localidades –que llevan el nombre Bezdezh– hay en Rusia. Se parece que en los tiempos antiguos algunos vecinos de Bezdezh de alguna manera se hayan encontraron en las tierras belarusas y fundaron aquí su asentamiento. Lo que comprueba indirectamente la diferencia entre el modo de vida casera de los residentes de Bezdezh en comparación con sus vecinos relativamente cercanos: una devoción especial, al punto de la piedad, la aspiración por la cultura y alfabetización. Y una habilidad especial, porque el concepto de “bezdezhsky fartushok” no es sólo una alegoría o una campaña de relaciones públicas, es la así llamada marca de Polessye. Sólo en Bezdezh las artesanas lograban obtener un hilo de lino muy fino. A través de un anillo de bodas debía pasar por lo menos trescientos de estos hilos. Y blanqueaban la tela hasta un punto más bello. Sólo de dicha tela cosían los famosos delantales de Bezdezh, que hoy en día se ha convertido en la base de la exposición del museo local.

Toda Belarús conoció el fenómeno de Bezdezh en 2009, cuando a la directora del museo, María Mikháilovna Ostapóvich, en el escenario del Palacio de la República, fue entregado el premio especial del presidente de Belarús, “Por el renacimiento espiritual”.

Hoy en día, el personal del museo de arte popular, “Bezdezhsky fartushok”, junto con una magnífica mansión, “Cerca de Plesa” (Plesa en el dialecto local es el río que corre por el territorio del pueblo), con el apoyo de las autoridades municipales está trabajando en la creación de la zona turística , “Bezdezh”, al visitarla los turistas pueden ver objetos turísticos y naturales únicos situados en el municipio de Droguichin.

Mazapán y pan secreto...


Los recorridos por la zona serán recordados por mucho tiempo. En primer lugar, porque permiten conocer a la gente extraordinaria, y en segundo lugar, porque dan la oportunidad de acercarse a las cosas eternas e inseparables de la vida y cultura de nuestro pueblo. Así como ver lo que estaba oculto por la corrida del tiempo y las vueltas de la historia, pero gracias a la dedicación y el trabajo duro de las personas, como María Ostapóvich y Leonid Kurovskiy, nos fue devuelto como un regalo invaluable.

— Desde hace mucho hemos tenido planes de construir una mansión al lado del museo, cuenta María Mikháilovna. Pero no había recursos financieros. Y cuando obtuvimos el premio presidencial, “Por el renacimiento espiritual”, el mismo se conviertió en la primera contribución a este proyecto muy importante.

El recorrido por el museo de Bezdezh es mejor empezar con una vista de las casas campesinas. Hace falta señalar que el recorrido comienza con las dependencias llenas de varios gadgets, que facilitaban notablemente el duro trabajo de los campesinos a finales del XIX, principios del siglo XX. Es más, todos los objetos no sólo se puede tocarlos, sino también probar, por ejemplo, como funciona el molino de mano con ruedas. Además de eso, los visitantes pueden conducir un carro o trineo pintado, en dependencia de la temporada. Además de las antigüedades en la granja campesina se mantienen animales domésticos: caballos, cerdos, cabras, conejos y gallinas, que se puede acariciar y alimentar. Y luego disfrutar de los platos de la cocina típica belarusa: naturales y ecológicos preparados igual como hace cien años atrás en un horno auténtico.

Cabe destacar que todos los productos vegetales están cultivados en Bezdezh, a su vez, setas y bayas se recogen en bosques cercanos. El menú de la granja campesina, “Cerca de Plesa”, también ofrece toda una variedad de embutidos muy sabrosos, “Campesina”, así como la miel –alimento muy útil y sano– obtenida en propio colmenar.

Para algunos un mazapán es un peso confitado de nueces, y en Bezdezh son patatas, que se comen con la cáscara (se llaman “lupenki” — Aut.) Otra delicia es la col, horneada a las brasas, que se serve cortadita en pedazos con un aceite de linaza casi medicinal. Además de eso, se ofrece el pan muy rico, que sigue siendo fresco durante varios días, como en los tiempos remotos. Lo preparan según una receta local, que se mantiene en secreto.

Además de eso, en Bezdezh fue recuperada la receta del condimento muy útil: “makukha”, que hacen de las semillas de linaza secada en horno. En este caso, el cualquier plato con “makukha” resulta ser aún más sabroso y apetecible.

Además de eso, el patio de esta granja campesina tiene un pequeño secreto más. Una parte de la granja es exactamente igual, que en los viejos tiempos, y en la segunda parte se encuentra una habitación cómoda para una familia con todas las comodidades hoteleras.

Returning to our origins
Marina Pratasevich de villa Bezdezh demuestra la caja por la conservación de grano

Lugar simbólico


En cierto tiempo, Bezdezh fue un lugar, donde se celebraban grandes ferias, que atraían a los vecinos de todos los alrededores. Pero a partir del momento, cuando en Droguichin fue construido el ferrocarril, Bezdezh perdió su estatus, aunque a los vecinos se los siguen llamando pequeños burgués. En su mayoría, la gente de Bezdezh tiene buena educación, porque en la ciudad hace casi 200 años, en 1824, fue abierto el colegio, que desde 1825 hasta 1832 fue parte de la Universidad de Vilnius.

Bezdezh es un lugar simbólico, no sólo con el rico patrimonio espiritual e histórico, sino también con una energía especial. Según María Mikháilovna, no es casual, que aquí hay tantos fenómenos históricos y culturales interesantes, que causan interés genuino de todos los que vienen aquí. Así que, a la entrada en la aldea Homsk fue descubierto uno de los puntos del Arco de Struve (insertado en la lista del Patrimonio Histórico de la Humanidad de la UNESCO), donde el año pasado fue colocada una placa conmemorativa. El Arco de Struve es el punto de entrada en la zona turística, “Bezdezh”, abierta al acceso de visitantes nacionales, así como extranjeros. La segunda parada para los turistas se encuentra junto a la columna de Bezdezh. Las disputas en cuanto a su origen hasta el día de hoy excitan las mentes de los investigadores e historiadores. Unos creen que la misma fue erigida en honor de la Constitución de la Mancomunidad de Polonia -Lituania en 1791, otros, en honor de una de las batallas de la guerra ruso- sueca... El recorrido sigue llevando a los interesados por la iglesia ortodoxa de la Santísima Trinidad construida sin un solo clavo en el pueblo a finales del siglo XVIII. De la misma popularidad goza la iglesia católica de la Trinidad de Bezdezh, que tiene casi 200 años, y es la única iglesia católica en la zona.

— En un futuro próximo, comparte planes Leonid Kurovskiy, en la granja campesina, “Cerca de Plesa”, será construido un hotel de 20 habitaciones. Además de eso, está previsto abrir recorridos ecológicos en caballo, bicicleta, a pie. También es un recorrido muy lindo es la visita del embalse artificial situado en el vedado Sporovskiy, en donde pasando por miradores uno puede disfrutar de la naturaleza virgen. Además de eso, ya este verano nuestros visitantes tendrán la posibilidad de disfrutar de la sauna. Otra idea creativa comprende un traslado en Bezdezh del molino de viento construido en 1900 sobrevivido milagrosamente en el municipio.

Bezdezh goza de mucha popularidad de los turistas. Cada año a la granja vienen más de cinco mil personas. Aquí se celebran festivales de arte popular y bodas, tienen lugar veladas corporativas y celebraciones masivas de Navidad, Año Nuevo, Máslenitsa y Pascuas. A propósito, con la celebración de las Pascuas está estrictamente ligado el rito de Bezdezh, “Strílka”, insertado en la lista de los valores históricos y culturales de Belarús. El año pasado en la granja campesina tuvo lugar el festival provincial de folklore, “Tanochek”, que, de hecho, podría obtener un estatus internacional, pues en el mismo participaron los visitantes procedentes de Rusia y Países Bálticos.

No hay duda que de año en año sólo crecerá el interés por lugares, como Bezdezh, porque nada más podría ser tan divertido que un viaje al pasado, a las raíces, a los maravillosos tiempos de nuestros antepasados...

Guerman Moskalenko
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