El verano puede ser diferente: con lluvia, fresco, o, al contrario, demasiado caliente. Cada año es disinto. Pero el verano se lo espera mucha gente de nuestro país, pues vivimos en un clima frío. Por lo tanto, los belarusos tratan de programar sus vacaciones para el verano. Si tienen una opción cuándo descansar, el verano es una temporada más preferible.
Hace falta señalar que esta circunstancia ha determinado la elección del TEMA de esta edición de la revista. Además de eso, hemos tratado de verificar, cuándo y dónde es más cómodo pasar un descanso. Por supuesto, no vamos a limitar su elección, estimados lectores. A unos les encanta pasar varias semanas en el mar, mientras otros sueñan con visitar países lejanos o lugares más exóticos del planeta. Pero nosotros hemos decidido contar de todas las ventajas de descanso en Belarús, donde la exuberante naturaleza crea su propio ambiente único. No es extraño que el tema principal de esta edición se llama, “Descanso en la naturaleza”.
Y no importa en qué época del año eso tiene lugar. Si uno tiene la posibilidad de visitar el lago Naroch, no tiene ninguna importancia, en qué temporada viene aquí. Lo que asegura el autor del artículo, “El calor y la luz de Naroch”, que una vez pasó por este lugar divino en febrero y pudo apreciar todo el encanto de este maravilloso descanso en el lago más grande de Belarús. He aquí son sus impresiones: “¡Oh, qué rico aire invernal! ¡Y qué silencio! Lo que uno aprecia mucho viviendo en una ciudad grande y ruidosa. Unos meses más tarde, en verano, volví aquí. Naroch en vez de hielo me agradó con su hermosa superficie de color azul y esmeralda, por la cual nadaban cisnes. Las aves pisaban audazmente la tierra y tomaban el pan de las manos de turistas. Las personas y las aves de aquí encuentran rápidamente un lenguaje común. Tal vez, la tranquilidad y amabilidad sean dos palabras, con las que podría describir la atmósfera en Naroch”. De hecho, aquí han sido creadas muy buenas condiciones para descansar. Es más, la naturaleza –los pinos, las playas de arena y el mismo lago, que se extiende hasta el punto de ser cubierto de una bruma de la niebla y que incluso hace jugar una imaginación y pensar que es el mar, pues no se ven las orillas– ha hecho su contribución al desarrollo de la infraestructura de esta zona turística. Así que cuando mis amigos me dicen que en Belarús no hay mar y es malo, les respondo que hay Naroch, lo que es bueno.
Cabe señalar que el lago Naroch se encuentra en la provincia de Minsk. Pero hay también otros lugares que pueden competir con esta zona natural. Así, partimos rumbo al pueblo de Braslav ubicado en la provincia de Vítebsk.
Por algo esta localidad se la llaman una perla natural. El grupo de lagos de Braslav –formado por más de 30 estanques naturales– está considerado el más grande de Belarús. Los lagos se formaron tras un paso y el derrame de un enorme glaciar. Hermosas orillas y paisajes fascinantes, bosques de pinos, donde es tan fácil de respirar. La naturaleza única. Animales raros y habitantes de agua, como lince, oso pardo, tenca, pescado blanco y anguila.
Así que podemos seguir dando ejemplos. Desde hace mucho tiempo estos lugares únicos de Polesye se los llaman “pulmones de Europa” y la “Amazonia Belarusa”. Parece que no haya otro punto en el mapa del mundo, como el parque Nacional, “Pripyatsky”, que milagrosamente ha sido preservado y se destaca por su flora y fauna bien variadas. “Ver para volver” es una sensación que uno comienza a experimentar, una vez al pasar por este “rincón perdido”. Los interesados pueden leer en esta edición de la revista el artículo muy interesante, ¡Vengan para pasar sus vacaciones en Belarús! Seguramente, les encantará.
Víktor Kharkov
