Tiempo de recoger piedras

Resulta, que en nuestro siglo precipitado tambiйn se puede ver muchas cosas interesantes que estбn a la vista. A lo largo de los ъltimos cinco aсos Alexandr Dуrosh que vive en Osipуvichi, provincia de Moguilyov, colecciona piedras
Resulta, que en nuestro siglo precipitado tambiйn se puede ver muchas cosas interesantes que estбn a la vista. A lo largo de los ъltimos cinco aсos Alexandr Dуrosh que vive en Osipуvichi, provincia de Moguilyov, colecciona piedras.

A la mayorнa de nosotros que siempre van de prisa es muy difнcil ver mucho sentido en su hobby, pues una piedra llevada a casa no se convertirб en un diamante. No es fбcil explicar a cada uno que se puede contemplar mucho tiempo la piedra, como el fuego o el agua del rнo. Las piedras tienen algo que atrae mucho. Son testigos de muchas cosas: de la tierra donde han nacido, de la gente que ha vivido en esta tierra.
— Antes, solamente miraba las piedras, ahora las laboro, para que su dibujo y su forma se manifiesten mбs, dice Alexandr. — їPara quй lo necesito? De vez en cuando me gustarнa tomarla en las manos una piedra, verla, refleccionar un rato y volverla a su lugar. Hasta hoy dнa en los pueblos belarusos se puede encontrar piedras molares elaboradas por nuestros antepasados y pulidos por el tiempo. En nuestro paнs la elaboraciуn artesanal de piedra ha sido muy desarrollada, pero a esta altura ya casi estб olvidada.
Alexandr lo llama antojo: claro que los pedacitos de silнceo, de marmol, de granito o de caliza no se puede compararlas con las piedras preciosas o incluso semipreciosas. No piensa venderlas y aunque pensarнa hacerlo no podrнa hallar a alguien que se anime. ЎSon piedras y nada mбs! Al tomar en la mano un pedazo grande y redondo, sigo las nervaduras trazadas en su superficie. A lo mejor, un glaciar habнa traido a este extraсo visitante de las lejanas montaсas. їO habнa sido formado en el cбlido subsuelo belaruso? Nadie sabe. ЎCuбntas veces ha calentado a los lagartos y a las libйlulas con sus partes calientes! їDe cuбntas generaciones de nuestros ancestros puede acordar?
Si las piedras pueden hablar, son ellas o, mejor dicho, las ruнnas de la grandeza pasada, han sugerido a Alexandr a crear la maqueta del Castillo sobre el rнo Svнsloch. Esta reliquia histуrica de Osipуvichi ya lleva mil aсos. Fundado en el siglo XI en una penнnsula elevada, donde el rнo Svнsloch desemboca al rнo Berezinб el castillo fue la residencia del prнncipe feudal de Svнsloch, un centro administrativo en los tiempos del Gran Ducado de Lituania. Durante un tiempo fue feudo de los poderosos prнncipes Radzivill.
Primeramente era de madera, pero en 1655 — durante la guerra entre el principado de Moscъ y Rzeczpospolita (una repъblica aristуcrata federal formada por el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania) fue quemado. Sobre la maqueta de madera del mismo castillo Alexandr trabajу como un aсo. Con el apoyo de los historiadores locales estudiу los documentos, creу un aparato singular para pegar los “troncos” de espesor de un palito de coctel y esmeradamente reconstruyу cada pieza... En 2004 el castillo de madera cambiу de lugar al Museo de Svнsloch y Alexandr emprendiу nuevos proyectos. Cuando una persona es creadora por su naturaleza le gusta aprender de cosas nuevas todo el tiempo. Como si fueran ondas en el agua de la piedra que cae al lago.

Irina Dergach
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