En la empresa estatal, “Academpharm” se realizan los ensayos clínicos de nuevo fármaco antiviral
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Hoy en día, cada compañía farmacéutica de Belarús está trabajando para llenar el mercado con las medicinas modernas, que no ceden según la calidad a sus análogos extranjeros, pero para que sean mucho más baratos. A partir de 1992, el número de empresas farmacéuticas nacionales ha crecido de tres a 26, y el volumen del mercado de los 110 millones de dólares a un mil millones de dólares norteamericanos.
A partir de 2012, por el decreto del presidente se está llevando a cabo una modernización a gran escala de la industria farmacéutica. Además de eso, está previsto aprobar el Programa Nacional de Desarrollo de la Industria Farmacéutica de Belarús para los años de 2016 a 2020, que también prevé la creación de nuevas industrias de alta tecnología según los estándares internacionales.
Un tema aparte es el precio de los medicamentos. En Belarús, el Gobierno estableció una lista de los medicamentos de producción nacional a un precio fijo. Todos los cambios en el costo de las medicinas socialmente significativas se están analizando por una comisión especial. El precio de los medicamentos que no son de necesidad vital para la gente, puede variar, pero también es supervisado por el Ministerio de Salud Pública de Belarús. Por lo tanto, en diferentes farmacias el costo de los mismos fármacos se diferencia un poco.
La política de “intervención” se paga desde el bolsillo del Estado. El vicedirector del Departamento de Economía y Marketing de la Industria Farmacéutica del Ministerio de Salud Pública de Belarús, Víktor Shein, asegura:
— La producción de por lo menos 35 tipos de medicamentos –que están bajo la regulación estatal– tiene un margen negativo. El déficit planeado para algunos artículos es de hasta el 40 por ciento. Sin embargo, estos medicamentos se venden en el mercado de Belarús.
Hace falta señalar que la lista de medicamentos –que se puede comprar en las farmacias sin receta médica– fue reducida significativamente. Se trata de unos mil títulos de los cinco mil medicamentos registrados.
Cabe destacar que en nuestro país no habrá medicinas falsas. En Belarús sigue estable un mito que según su calidad los medicamentos locales ceden a los importados.
En opinión de los expertos, es el resultado de las políticas de marketing bien competentes de las extranjeras empresas farmacéuticas y el mal trabajo de los fabricantes nacionales de medicinas. Sin embargo, cada vez mayor número de los belarusos piensan que los medicamentos de la producción propia no son peores según sus características en comparación con las importadas medicinas bien promovidas.
Un sistema de dos niveles de control de calidad de los medicamentos –que funciona en nuestro país– ha establecido una barrera para la falsificación. Los últimos fármacos falsificados fueron determinados en Belarús en 2004. Actualmente todos los medicamentos se están suministrando directamente por las empresas de producción o los distribuidores certificados que responden por su alta calidad.
Germán Moskalenko
