Belta
Este lugar se lo conocen todos los aficionados del arte etnográfico en muchos países. El día de la celebración del Año Nuevo, a la manera belarusa se llama “Nochebuena”, el pueblo Sémezhevo, municipio de Kopyl, se convierte en un teatro al aire libre, donde sucede todo un misterio, que se refiere a la época de la Edad Media, y tal vez incluso a los tiempos más antiguos: con sus coloridos carnavales y marchas con antorchas. El rito lleva el nombre de los “Reyes” y tiene una historia misteriosa.
La información turística
Si usted está pensando pasar por el pueblo Sémezhevo, tenga en cuenta que ver el rito de los “Reyes” es posible sólo una vez al año: en la noche del 13 al 14 de enero. En otro momento el programa cultural muy interesante podría ofrecerlo el Centro local de la Cultura y el Ocio. Los interesados tendrán la posibilidad de hacer un recorrido por el centro de tejido, donde uno puede aprender a tejer con sus propias manos en una antigua máquina herramienta. La técnica de tejido del pueblo Sémezhevo es especial y ha sido inscrita en la Lista de Estado de los valores históricos y culturales.
— ¡Vienen los reyes! suena alrededor. Un hombre de otro lugar –que accidentalmente se ha encontrado en el pueblo– podría pensar que ha escuchado algo mal. Pero en seguida en el umbral de la casa aparece una mujer grande con una escoba, con que limpia la nieve de la calle. Y detrás de ella con las espadas en un costado (pero falsas) y antorchas comienza a caminar una unidad de soldados.
Estos guerreros son los “reyes”. Tienen puestos trajes, que sinceramente dicho, no se parecen a ningún uniforme. Pero podemos reconocer gorros de húsar, así como rasgos generales del uniforme del ejército ruso del siglo XIX. En esto, a primera vista, está la respuesta sobre el origen de los “Reyes”.
Dicen que el rito navideño, “Reyes”, llegó al pueblo Sémezhevo de la época, cuando Belarús era parte del Imperio Ruso. Pero, tal vez sea una leyenda, aunque con una parte de la verdad.
De hecho, si miramos de cerca, resulta que los participantes del carnaval están en camisa y pantalones de lino y en botas altas que han quedado de sus padres y abuelos de los tiempos de servicio en el ejército soviético o en el moderno ejército belaruso.
Los muchachos tienen puestos cinturones tradicionales belarusos con diseños geométricos. Y en sus gorros están cintas como... tienen chicas ucranianas. Esta mezcla de estilos es bastante normal para la representación teatral.
Uno de los eventos centrales de la “Nochebuena” en el pueblo Sémezhevo es la representación del drama, “Rey Maximiliano”. En los tiempos remotos la obra se presentaba en muchos pueblos belarusos, así como en Rusia y Ucrania. El sujeto se remonta probablemente hacia los tiempos bíblicos. En el espectáculo está el conflicto entre el antiguo rey tirano, Maximiliano, y su hijo. El padre pagano exige que su hijo deje de practicar fe cristiana, pero él niega a hacerlo.
Hace falta señalar que las representaciones teatrales eran muy populares en el ejército imperial ruso. Tal vez con esto está relacionada la leyenda del pueblo Sémezhevo sobre el origen del rito de los “Reyes”: que el mismo ha sido traido al pueblo por los soldados del rey.
...El sonido de tambores vuela por encima del pueblo a medianoche. Nadie duerme: todos pasean, visitan hogares de sus vecinos, dan comida a los “Reyes”, que después de la representación teatral recogen obsequios de los aldeanos: todo lo que ellos tienen. Sobre todos los detalles –que suceden en una noche mágica en el pueblo– cuenta Tatiana Shaura, la directora del Centro de la Cultura y el Ocio de Sémezhevo:
— El pueblo recorren dos grupos de los participantes del rito: cada uno es de doce personas. Cada grupo tiene siete “Reyes”, así como Panadero, Mehanosha, Músico y Abuela y Abuelo. Tradicionalmente, los papeles de estos personajes se los interpretan sólo los hombres solteros. En los tiempos antiguos, a los hombres casados no se les permitía salir de la casa, pues ellos debían pasar por las casas, donde vivían chicas jóvenes y solteras... Siete “Reyes” se ponen según su altura: la marcha la encabeza el más alto, el rey Maximiliano, lo sigue Mamay y así sucesivamente. Varios grupos de hombres recorren el pueblo durante varios años. Pero la recuperación de este rito comenzaba con la participación de un solo grupo. Antes en el pueblo Sémezhevo cada calle tenía su propio grupo de los “Reyes”.
A esta altura es muy difícil imaginar que a finales de los años noventa del siglo XX el rito navideño de los “Reyes” se consideraba casi desaparecido.
En 1997, cuando al pueblo llegaron los científicos colaboradores de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, la gente de la edad avanzada contó sobre esta fiesta. Fue entonces, cuando se dio a conocer que en ningún otro lugar del mundo no se celebraba este ritual tan lindo. Gracias a la iniciativa de los científicos de Minsk, la antigua tradición fue recuperada poco a poco y obtuvo su nueva vida.
A esta altura, en el Centro de la Cultura y el Ocio del pueblo Sémezhevo se mantiene esta hermosa tradición antigua. Allí hay el grupo, “Reyes”, galardonado con el Premio Especial del Presidente de Belarús, que se otorga a las personalidades eméritas en el ámbito de la cultura y el arte por el gran mérito en la esfera de la investigación, el renacimiento y la preservación de las tradiciones populares.
El rito de los “Reyes” es considerado un valor inmaterial y está incluido en la lista de los valores históricos y culturales de Belarús, así como en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
El rito de los “Reyes de la Navidad” permitió sentir un gran orgullo a los vecinos del pueblo Sémezhevo, así como elevó la cultura nacional al nivel cultural muy alto.
La Navidad en Belarús se celebra en cada región a su manera
- Al segundo día de la Navidad (según la tradición ortodoxa) en el pueblo Molotkóvichi, municipio de Pinsk, se celebra la fiesta, “Festival de Navidad”. Los vecinos de los pueblos Molotkóvichi, Sadóvoye y Domashytsy dan una cálida bienvenida a los visitantes con la estrella de la Navidad.
- El rito, “Casamiento de Tereshka”, se celebra en el municipio de Lépel. La costumbre es interesante porque permite a los jóvenes locales a encontrar su amor a través participando en los juegos. La tradición sigue viva en varias localidades del país: Sélishci, Stary Lépel y Bolshoi Polsvizhi. El rito también está insertado en la Lista de Estado de los valores históricos y culturales.
- El pueblo Pogost, en el municipio de Zhítkovichi, hace unos años formó parte del ranking de la CNN como uno de los mejores lugares para celebrar la Navidad y el Año Nuevo. Aquí, los visitantes pueden ver cómo los artesanos locales hacen de la paja arañas y máscaras, así como pueden probar el plato típico, “kuttia”.
- El escenario experimental –donde muy a menudo se celebran todas las fiestas populares de Belarús– se encuentra en las afueras de la ciudad de Minsk, en el pueblo Stróchitsy. Aquí está ubicado el Museo Nacional de Arquitectura Popular y Vida Cotidiana de Belarús. Además de los recorridos por las casas de madera, el personal ofrece a visitantes a participar en los festejos populares. Los turistas se sentirán bien en el ambiente auténtico del campo belaruso del siglo XIX. Hace falta señalar que las obras de madera fueron traídas de todo el país, cada obra es un ejemplo único de la arquitectura tradicional belarusa. Las casas e iglesias y detrás de ellas el campo y el bosque: en este entorno la celebración de la Navidad y el Año Nuevo impresionará aún más, lo que seguramente atraerá a los turistas de todo el mundo.
Víktar Kórbut
