El exceso en el organismo humano de las especies reactivas de oxígeno capaces de dañar las células y los tejidos, y causar muchas dolencias

Los radicales libres revelan secretos

El exceso en el organismo humano de las especies reactivas de oxígeno capaces de dañar las células y los tejidos, y causar muchas dolencias
El exceso en el organismo humano de las especies reactivas de oxígeno, que lleva a la formación de radicales libres capaces de dañar las células y los tejidos, y causar muchas dolencias: de la artritis crónica, la enfermedad de Alzheimer y Parkinson al cáncer de pulmón y de hígado. Pero esta situación se puede evitar. Natalia Bizunok, doctora en ciencias médicas, directora del Departamento de Farmacología de la Universidad Nacional de Medicina de Belarús, durante varios años estuvo buscando el método de gestión de la enzima responsable de la formación de los radicales libres. Y lo encontró. En resultado, fue creada toda una línea de fármacos que regulan este proceso.



 Sin embargo, el trabajo científico dio otro importante resultado bien inesperado, que cerró la mancha blanca en farmacología: una teoría que permite calcular de antemano cómo va a aumentar el efecto al subir la dosis de la medicina. Después de su publicación en la revista internacional revisada, Open Journal of Clinical Diagnostics, Natalia Bizunok –cuyos éxitos este año han sido premiados con la beca presidencial para los científicos jóvenes con talento– se le ofrecieron el puesto de redactor jefe de esta edición.

Un tiempo se creía que la formación de especies reactivas de oxígeno es un fenómeno siempre negativo, que solamente lleva hacia un daño, y que debe ser suprimido cuanto más mejor. Pero ahora esta idea se cambió drásticamente. “Está bien establecido que los radicales libres desempeñan un papel importante en el organismo: ellos proporcionan una señalización y comunicación intracelular e intercelular normal. Su nivel determinado –en diferentes tejidos es propio– sólo necesita ser mantenido. Pero cuando se forma su exceso, la situación cambia para peor y surgen procesos patológicos”, Natalia Bizunok explica que aunque el cuerpo humano tiene un mecanismo de defensa contra tales impactos negativos, el mismo se formó evolutivamente y simplemente no tenía tiempo para mejorar adecuadamente al desarrollo de la civilización. El aire contaminado, alimentos poco saludables, malos hábitos agravan la situación, y el sistema de defensa antioxidante –que tenemos nosotros gracias a la naturaleza– no puede eliminar el exceso de radicales que dañan las células.

Haciendo enfoques para la solución de este problema, los científicos de la Universidad Nacional de Medicina de Belarús tomaron como base el hecho de que la aparición de los mismos radicales libres no es nada casual, sino con la participación directa de la enzima especial Nox2. “Nuestra tarea consistía en aprender a controlar su actividad y era necesario, aumentarla o disminuirla según sea necesario. ¡Y ahora sabemos cómo hacerlo! Tras realizar un estudio de gran número de compuestos químicos y sustancias hemos encontrado los enfoques que se podemos utilizar para cambiar la actividad de la enzima. Se convirtieron en la base para el desarrollo de nuevos fármacos, que no sólo regulan la regeneración de especies reactivas del oxígeno en ciertas condiciones patológicas, sino también tienen una serie de otras características útiles”, Natalia Bizunok puede hablar mucho de éstas. Por ejemplo, grotseprol tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios; neyramin es el modulador de neuronas, que será útil en el tratamiento de las depresiones, neurosis, trastornos del sueño; tetrakard e inokardin son sustancias que ayudan en la enfermedad coronaria; valikar aumenta la resistencia física; leyargunal fortalece el sistema inmunológico... A propósito, en todo el mundo se están desarrollando los fármacos combinados, por lo que están apostando muchas compañías farmacéuticas. Pues combinando de dos a tres agentes, se puede no sólo mejorar el efecto, sino también lograr un efecto fundamentalmente nuevo. Y con eso los costes de desarrollo serían menos. Estos fármacos fueron creados por un gran grupo de químicos, bioquímicos, farmacólogos, toxicólogos, médicos, que trabajaron en la implementación del programa nacional del desarrollo de nuevos fármacos.

Pero la teoría –que recibió una resonancia internacional– se formuló precisamente para resolver este problema práctico. El hecho de que con el aumento de la dosis de la medicina su efecto se puede mejorar a diferentes velocidades. Y hasta ahora, no había una explicación adecuada de las causas de eso. Gracias a los científicos de la Universidad Nacional de Medicina de Belarús, fue revelada la regularidad. Dejando los detalles complejos para expertos, Natalia Bizunok lo explica de forma más simple: “Antes, prevalecía la idea de que el compuesto biológicamente activo o un medicamento para provocar un cierto efecto, debe actuar únicamente en un objetivo: receptor o enzima. A su vez, nuestras investigaciones ha demostrado que todo es mucho más complejo: cada efecto es causado por la interacción de múltiples objetivos, y con el aumento de las dosis de medicación se conectan más y más objetivos, y el efecto farmacológico depende no sólo de su cantidad, sino también de cómo se afectan entre sí e interactúan”. Este esencial conocimiento ayudará en el desarrollo de nuevos medicamentos, la evaluación de su eficacia y seguridad, la selección de los modos más óptimos de su uso y la búsqueda de las mejores combinaciones. Es el ejemplo ilustrativo de cómo la investigación básica está estrechamente relacionada con la práctica.

Julia Vasilévskaya
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