30 años después de Chernóbyl: el programa de la Unión de dos Estados en la acción

La manera de superar

30 años después de Chernóbyl: el programa de la Unión de dos Estados en la acción


El 26 de abril del año en curso el mundo celebró la triste fecha: el 30 aniversario del accidente en la central nuclear de Chernóbyl. Para los científicos, los políticos, los médicos, las figuras públicas fue otra ocasión para hacer un balance del trabajo a gran escala en la superación de las consecuencias de la mayor catástrofe de origen técnico en el siglo XX. Belarús se hizo una principal plataforma para la discusión de los problemas de Chernóbyl. Nuestro país sufrió más que otros: casi un cuarto de su territorio está contaminado con radionucleidos.


En la ciudad belarusa de Gómel tuvo lugar una conferencia científica internacional, que reunió a unos 200 expertos provenientes de Belarús, Rusia, Ucrania, Francia, Japón y otros países. Por primera vez los enfoques hacia el problema fueron analizados por los médicos, radiólogos y radiobiólogos. En Minsk, en la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, los representantes de Belarús, Rusia y Ucrania –los tres países más afectados por la catástrofe de Chernóbyl de la antigua Unión Soviética– analizaron las consecuencias sociales de la tragedia, así como las medidas destinadas a la construcción del nuevo refugio para el reactor estallado. Sin embargo, la más ambiciosa fue la conferencia internacional, que reunió en el Palacio de la República de Minsk a los representantes de diez países: entre ellos la vicesecretaria general de las Naciones Unidas, Helen Clark, la directora de la Oficina Regional del PNUD para Europa y los países de la Comunidad de Estados Independientes, Zhihan Sultanoglu, y el vicedirector general de la OIEA, Juan Lenthio.

Uno de los temas principales del foro fue el análisis de la experiencia de Belarús en la superación de la catástrofe a escala planetaria, el paso del país de la situación de emergencia al sostenible desarrollo socioeconómico en las zonas afectadas. Hace 30 años, la magnitud de las consecuencias de Chernóbyl parecía desastrosa para un país pequeño. Con la radiación fueron afectados más de tres mil 600 localidades, donde vivían más de dos millones 200 personas. 100 mil personas tuvieron que ser reubicadas en otros lugares. Con el tiempo 479 localidades desaparecieron del mapa geográfico. De uso agrícola fueron retiradas alrededor de 245 mil hectáreas de tierra. Los daños ascendieron a 235 mil millones de dólares norteamericanos, o 32 presupuestos nacionales anuales.

Pero el problema no quebró a la gente. Belarús sigue luchando por el retorno de las zonas afectadas a la vida normal. Uno de los socios nuestros más cercanos es Rusia, que también fue cubierto con la ceniza radiactiva (fue afectado el 1.5 por ciento del territorio de la parte europea de este país). La similitud de problemas y tareas empujaron a los dos países para actuar juntos en la solución de los temas de Chernóbyl. La eficacia de los cuatro programas belaruso-rusos –que se convirtieron en uno de los primeros proyectos conjuntos de los dos países– fue comprobada en la práctica, destacó en su discurso pronunciado en una conferencia de la Unión de dos Estados el Secretario de Estado de la Unión de dos Estados, Grigory Rapota.

— Para cumplir con los programas conjuntos de Chernóbyl fueron gastadas miles de millones de rublos rusos. Además de eso, fue creado el Centro de información belaruso-ruso con oficinas en Minsk y Moscú. También fueron equipados centros médicos para el tratamiento de los liquidadores y la población de las zonas afectadas en San Petersburgo, Obninsk y Gómel. Fueron desarrolladas y se están aplicando nuevas tecnologías médicas. Con el fin de proporcionar la atención médica más apropiada, fue hecho un registro único de los ciudadanos afectados de los dos países. Del presupuesto de la Unión de dos Estados la ayuda se la recibieron 15 mil ciudadanos de Belarús y Rusia, mejoraron su salud 17 mil niños de las zonas afectadas, fueron rehabilitadas en relación a la radiación 200 mil hectáreas de tierras de cultivo, 120 mil hectáreas de bosque.

Hechos y cifras están complementados también con las impresiones personales del Secretario de Estado de la Unión de dos Estados. A mediados de abril, Grigory Rapota, junto con un numeroso grupo de periodistas belarusos y rusos recorrió la provincia belarusa de Gómel, visitó la Reserva Nacional Ecológica de Radiación de Polesye, Vetka y Khóiniki. El recorrido de los participantes de la gira de prensa –organizado por el Comité Permanente de la Unión de dos Estados– pasó por los lugares más afectados tras el desastre en la central nuclear de Chernóbyl. Hoy en día allí hay sólo signos conmemorativos que hacen recordar de la tragedia: por ejemplo, el monumento de la pena en Khóiniki, así como las historias de testigos locales. Ahora Vetka, así como Khóiniki son las localidades bien arregladas, donde operan empresas, viven personas y nacen niños. Según Grigory Rapota, la historia de 30 años de la superación de las consecuencias del accidente es una experiencia triste, pero muy valiosa, que hoy en día está considerada en el mundo, y algunos países, como, por ejemplo, Japón después de la tragedia en la central nuclear de Fukushima, se la toman a consideración.

Mientras tanto, Belarús y Rusia continúan trabajando para superar las consecuencias de Chernóbyl. Claro que aún es temprano decir que el peligro ya ha pasado. La zona contaminada con radionucleidos se reduce lentamente. Y en próximas décadas habrá suficiente trabajo para científicos, médicos, ambientalistas y economistas.


Los programas de la Unión de dos Estados

en la superación de las consecuencias de la catástrofe de Chernóbyl

El primer programa (1998-2000)


El objetivo: la creación de bases científicas y metodológicas generales y documentos legales en cuanto a la protección médica, radiactiva y social de los ciudadanos y la restauración de las zonas afectadas por la radiación y a partir de la transición hasta la realización de actividades prácticas conjuntas en el campo de la medicina, la agricultura y la silvicultura, la protección contra las radiaciones de la población.

La financiación total: 333 millones 750 mil rublos rusos.

Resultados principales:

— Fueron creados bancos de datos especializados sobre los principales efectos en la salud de la catástrofe de Chernóbyl;

— Fueron creadas las tecnologías y las normas de su uso en las zonas contaminadas;

— Fue concluida la construcción y el equipamiento del Centro Nacional de Medicina Ambiental en San Petersburgo;

— Fue llevada a cabo la reconstrucción del Centro de Radiología Clínica con una extensión del edificio médico de diagnóstico especializado del Centro de Radiología Médica en Obninsk.

El segundo programa (2002-2005)


El objetivo: la formación de una política común de los dos países en el campo de la superación de las consecuencias de la catástrofe de Chernóbyl y la aseguración de su aplicación.

La financiación total: 2 378. 796 millones de rublos rusos.

Resultados principales:

— Fue concluida la construcción y el equipamiento de la planta medicinal de Grodno para el suministro de medicamentos en las zonas afectadas de Belarús y Rusia;

— Fue concluida la construcción y el equipamiento de la Clínica Radiológica Especializada en Gómel para proporcionar ayuda médica a la población de Belarús y Rusia;

— Fue creado un registro de Chernóbyl unificado belaruso-ruso, que es la base de la organización de la proporción de la asistencia médica especializada;

— Fue puesto en funcionamiento el Centro belaruso-ruso de la información para los problemas de la superación de las consecuencias de la catástrofe de Chernobyl.

El tercer programa (2006-2010)


El objetivo: la formación y mejora de los elementos y mecanismos coordinados de las actividades conjuntas de Belarús y Rusia en el campo de la superación de las consecuencias de la catástrofe de Chernóbyl.

La financiación total: 1 200.0 millones de rublos rusos.

Resultados principales:

— Fue llevado a cabo el equipamiento con las instalaciones modernas de los centros médicos y hospitales, que prestan asistencia médica a la población afectada y los liquidadores;

— Fue garantizada la posibilidad de hacer negocios con cualquier factor de radiación en 204 mil hectáreas de tierras agrícolas y bosques más de 120 mil hectáreas de terreno en Belarús y Rusia;

— Fue creado un directorio de las dosis efectivas anuales de radiación promedia para los grupos críticos de habitantes de las localidades de la provincia de Gómel, que se encuentra en las zonas contaminadas;

— Fue preparado y publicado el Atlas de los aspectos modernos y progresistas del accidente en la central nuclear de Chernóbyl en las zonas afectadas de Belarús y Rusia.

El cuarto programa (2013-2016)


El objetivo: la mejora de la política general de cooperación para la seguridad de la vida de los ciudadanos de Belarús y Rusia que viven en zonas contaminadas, asegurando la cooperación entre los dos países en la liquidación de situaciones de emergencia en las zonas contaminadas.

La financiación total: 1 mil 302 millones 600 rublos rusos.

Resultados principales:

— Fueron desarrolladas e implementadas nuevas tecnologías médicas en cardiología, oncología, pediatría, obstetricia;

— Fueron reequipados los centros de rehabilitación y de salud de los niños;

— Fue proporcionada una asistencia médica a más de ocho mil liquidadores del accidente en la central nuclear de Chernóbyl;

— Fue creado un portal en línea belaruso-ruso de los problemas de la superación de la catástrofe de Chernóbyl.

Liliya Khlystún
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