La ciudad de Borísov con encajes franceses

En abril de 2014 una de las ciudades interesantes de la provincia belarusa, se unió a la Federación Europea de las ciudades con la historia de Napoleón, tras entrar al programa europea “Caminos de Napoleón”

En abril de 2014 una de las ciudades interesantes de la provincia belarusa, se unió a la Federación Europea de las ciudades con la historia de Napoleón, tras entrar al programa europea “Caminos de Napoleón”. En curso de los 10 años de su existencia más de 60 ciudades de Francia, Alemania, Italia, Polonia, Rusia, Chequia, Austria y España entraron en este programa. Belarús se hizo el noveno miembro de la Federación.


El monumento en Studenka


Por supuesto, nadie espera en la ciudad que una vez firmado el memorandum sobre Borísov caigan “croissants” olorosos y el agua del río Bereziná se convierta en el vino “bordeaux”. Sí, que este paso es un impuslo fuerte para el desarrollo del turismo. En particular, por que la ciudad de Borísov y sus alrededores ofrecen a un europeo los objetos para ser vistos.
 
En el próximo tiempo la ciudad será visitada por los representantes de la revista de la Federación Europea de las ciudades de la historia de Napoleón que tomarán fotos de las bellezas locales para la edición de diciembre, donde se planea dedicar unos 80-100 páginas a esta ciudad belarusa. El ejemplar será presentado en la ciudad de París por el presidente del Comité Ejecutivo de Borísov Vladimir Miranovich.

La jefa adjunta del Departamento para la Cultura y Asuntos de la Juventud Alla Lenkina subraya que el interés al tema de Napoleón en Borísov sigue creciendo anualmente. En el futuro en la ciudad se planea unir todos los objetos relacionados con los eventos del pasado para formar un anillo singular de 50 kilómetros.

— Los contactos internacionales y el conocimiento de la cultura de los países difirentes es siempre bien, — dice Alla Lenkina con orgullo. — Este memorándum contribuirá a la interacción de los historiadores, de los establecimientos de la educación y cultura, ayudará a desarrollar las rutas turísticas, atraerá la atención de los visitantes extranjeros a Borísov. La Federación planea publicar la revista la cual reflejará tanto la historia como la vida moderna de la ciudad. Los franceses tienen el plan especial de la actividad común con el cual nos harán a conocer pronto.

— ¿Qúe atrae el interés particular de los franceses?

— Nuestro trabajo histórico de la etnografía territorial. Hoy en día en la ciudad de Borísov hay especialistas que se ocupan con el estudio bastante profundo de la historia. A partir del año 2009 aquí se celebran las reuniones Kolodéevskie, siempre con la participación de los representantes franceses. Y anualmente su cantidad va creciendo. El historiador, el empleado de la biblioteca central de distrito de Borisov del nombre de I. Kh. Kolodéeva, Vladimir Kischenko es uno de los investigadores reconocidos en Europa. Actualmente sus artículos se traducen al francés y se publican en París en el Centro de las Investigaciones de Napoleón. ¿Qué atrae a los franceses en los artículos de Kischenko? El enfoque nuevo, singular, la interpretación interesante de los hechos, la ausencia de los efectos baratos.  Vladimir Kischenko considera que la ciudad merece el honor que se le demuestra. ¿Y qué ciudad, si no la de Borísov, puede ser incluido al proyecto?

— La Federación consta más de 60 ciudades. Y para cada una de las cuales existe su Napoleón. ¿Es considerado como un invasor por la ciudad?

— ¿Por qué de repente así? No. Vamos a dar un vistazo más amplio: la guerra del año 1812 es el choque de dos civilizaciones, dos mundos, que negaron uno a otro.

— ¿Qué dará a la ciudad la participacón en el programa “Caminos de Napoleón”?

— Mucho. Es que, él, digamos,  tuvo la suerte que precisamente aquí en el año 1812 tuvieron lugar los acontecimientos de la historia europea, sin exagerar la escala mundial. La firma del contrato con Charl Napoleón ayudará a desarrollar el turismo interior. Para que nos visiten turistas debemos popularizar constantamente este tema.

Catedral Voskresenskiy en Borisov


Periódicamente organizo las excursiones para los turistas extranjeros y observo que el interés hacia este tema es enorme. Y los extranjeros conocen sobre Borísov más que los ciudadanos mismos. Nuestra imaginación sobre aquella guerra, por desgracia, se limita por la película de Eldar Riazánov “Gusarskaya Balada”: la champaña, la ventisca, las romanzas, los húsares bellos. En realidad todo fue lo contrario. Sí que todos saben que Napoleón pasaba através del río Bereziná. Pero el traspaso, en general, es un episodio no grande, particular. Pero a menudo se olvida sobre cinco combates que sucedieron aquí en el curso de nueve años y que todos los hidstoriadores los llaman “Operación Berezinskaya”. Sí que no tenemos el museo dedicado a la guerra de 1812. Por lo menos como el de la ciudad de Maloyaroslavez. Esta ciudad es tres veces menor que Borisóv, pero tiene el museo de dos pisos con cañones. Tampoco hay muchos monumentos. De verdad, ultimamente comenzaron a aparecer. Por ejemplo en noviembre de 2012 en el campo Brilevskoskoye fue instalado el signo de la memoria en honor de los acontecimientos de la guerra de 1812. Los franceses visitan todos cinco lugares acompañados por mí. Pero hay que desarrollar la infraestructura. Los turistas contemporáneos se acostumbraron al confort, y la idiosincrasia no sirve una sola. La ciudad necesita las inversiones, el dinero, a los patrocinadores — se encuentra solamente al inicio de un camino largo. Como, propiamente, Belarús. Somos, de verdad, una nación muy joven y solamente vamos comenzando ser conscientes como una nación.

Valentin Pepeliaev

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