Es notable que la exposión de la “Pintura de Tejido del Siglo ” se celebraba en el transcurso del campeonato mundial de hockey — ver la obra única pudieron no solamente los belarusos, sino también los visitantes de otros países, y además fue gratis. La peculiaridad de esa exposición consistía en que gracias a la arquitectura del edificio y la ubicación en el mismo de la pintura de tejido, los visitantes por primera vez obtuvieron la oportunidad examinar las obras detalladamente en niveles diferentes.Antes fue posible hacerlo solamente con la ayuda de anteojos. Al autor de la pintura de tejido Aleksandr Kischenko — el pintor popular de Belarús, dos veces laureado de los Premios Nacionales (de los años 1980, 1996), condecorado en el año 1993 con el orden de Francysk Skoryna, — son dedicados filmes documentales de los cinematografistas belarusos y polacos. En uno de ellos se refleja el proceso de la tejeduría manual de la “Pintura de Tejido del Siglo” en la fábrica de artes plásticos de la ciudad de Borísov. Es notable, que especialmente para la creación de esta enorme alfombra-pintura el autor mismo inventó la construcción del telar gigante en forma del cubo.
La “Pintura de Tejido de Siglo” — el lienzo de trescientos kilos y de altura como el edificio de seis pisos — como la obra de artes decorativas aplicadas no tiene iguales en el mundo por la maestría del cumplimiento y la envergadura de la encarnación de la idea en el material. Estaba tejiéndose casi durante seis años. ¡El área del tejido es de 266 metros cuadrados, y la longitud total del hilo utilizado se equivale a 806 kilómetros! La pintura de tejido es del pelo de oveja natural. Según algunas valoraciones, el costo de la “Pintura Tejida del Siglo” supera un millón de dólares al año.
La idea principal de la pintura de tejido es la lucha del bien con el mal. La encarnan los retratos de las personalidades más conocidas del pasado y del presente, según la opinión de Kíschenko — Cristo y Anticristo, Papa, Churchill, Gorbachev, Stalin, Hemingway, Castro y el Presidente belaruso Aleksandr Lukashenko — en total más de 80 retratos, así mismo los eventos de la creación del mundo: Arco de Noé, Cena santa. Por primera vez, gracias a la arquitectura del edificio y la pintura de tejido ubicado dentro los espectadores pudieron ver el lienzo detalladamente en niveles diferentes.
Con esta obra Kischenko como si hubiera hecho el resumen de su vida creativa y...de todo el siglo. “Puede ser que la“Pintura de Tejido del Siglo” es mi canto de cisne”, — estas palabras de profecía pronunció en el año 1995 en la presentación de “la pintura”. Después de la muerte del pintor este lienzo grandioso fue condecorado solamente con dos demostraciones públicas — y las ambas veces en la ciudad de Minsk, aunque está incluido en el “Libro Guinness de Records” internacional — y, sin duda, es digno de ser visto por todo el mundo. Y, sí, hay que en lo qué mirar... Nina Kukharenko, la viuda del pintor, con temblor acuerda la inauguración de la exposición en el pabellón BelEXPO en el año 1998 dedicada al aniversario del día de la muerte de su esposo:
— En aquel entonces la demonstración de la obra “Pintura de Tejido del Siglo” se convirtió en una presentación solemne que cortaba la respiración: sonaban los coros, ardían las velas, y la pintura de tejido se desenvolvía sin prisa del rollo y se levantaba hacia arriba. Paulatinamente se abrían sus fragmentos: la imagen grandiso de Jesús Cristo, Madonna con el Niño, el lucifer Anticristo simbolizando, como decía Kischenko mismo, a todos nosotros, no creyentes... Ante la vista de los espectadores se levantaron más de 70 personalidades conocidas políticas, creativas, religiosas, que determinaron el aspecto del siglo XX, los héroes alegóricos inventados por el autor: la mujer del Universo, el hombre del Universo...
Nina Kukharenko, siendo ella misma pintor profesional, ayudaba a su esposo a crear “Pintura de Tejido del Siglo” en la etapa “técnica”, en la preparación de los esbozos en el cartón sobre los cuales después trabajaron las maestras en su oficio de la ciudad de Borísov. Sí, a su tiempo Nina Kukharenko era la musa del pintor Kischenko, la imagen partiendo de la cual él pintaba en varias pinturas. Nina fue su alumna, aprendiz, ayudante. Nina fue amiga y esposa, es decir, aquel espacio de resonancia enorme en el cual mejor de todo sonaba la cuerda creativa alta del gran pintor Aleksandr Kischenko. Hoy ella es guardiana de todo su patrimonio enorme.
Veniamín Mishin
