El dнa, cuando regresa el sol

La Navidad, las Koliadas, el Aсo Nuevo — son las fiestas principales de los bielorrusos
Serнa demasiado simplificada la idea de que como si el festejo de la Navidad “con envergadura” llegу a Belarъs hace muy poco tiempo atrбs, que fue “adoptado” desde Europa Occidental, Amйrica, junto con el Mac Donald’s y el Santa Claus. La moda — ella en verdad es una seсora muy influenciadora. Ya que incluso los chinos no evitan la influencia europea y el San Nicolбs de barba blanca es casi un fenуmeno comъn en la China de tez morena.

Pero los bielorrusos en ningъn caso han adoptado en su casa una tradiciуn ajena. Se festejaba la Navidad desde tiempos inmemoriales. E incluso existe una canciуn sobre el Santo Mikolai, que llegу a ser el Ded Moroz (Abuelo de las nieves) mundano, o el Ziuzia — asн llamaban al “dios” del Aсo Nuevo, porque ziuzia — no es otra cosa que el frнo, la helada.

En Belarъs, la Navidad — es una fiesta agradable por partida doble. En el paнs historicamente ortodoxo-catуlico, este dнa se celebra dos veces: el 25 de diciembre y el 7 de enero. Y encima de esto de a dos veces levantan las copas tambiйn por la llegada del aсo nuevo: el 1 de enero y el 14 — de acuerdo con el calendario juliano, al cual hasta hoy dнa son fieles los ortodoxos.

Las Koliadas — asн se llama esta fiesta dentro del pueblo. Quй son las Koliadas, de dуnde saliу esta palabra — nadie lo sabe exactamente. Pero detrбs de ella — hay una buena y antiquнsima tradiciуn.

La Navidad y las Koliadas es como si se complementaran una con la otra. Coincidiendo en el tiempo, no compiten entre sн, sino que pacнficamente comparten la estaciуn festiva en “partes” iguales.

La visita a la iglesia catуlica o a la ortodoxa — este ritual se observa o en la noche de la Navidad o por la maсana. La presencia durante los oficios religiosos, la misa, no es el cumplimiento de una obligaciуn, sino aquello a lo cual llama el corazуn. Yo, por lo menos, no he encontrado gente que vaya al templo como “por obligaciуn”. Acб nadie empuja a nadie. Pero los creyentes alrededor de los santuarios catedrales y provinciales en este dнa son tantos, que sencillamente uno se asombra: cuбnta gente cree en lo razonable, bueno, eterno, que se predica dentro de estas paredes. Y se equivoca aquella persona que espera ver bajo las antiguas cъpulas solamente a abuelas y ademбs a unos turistas curiosos. Yo mismo he notado: tanto en el Minsk capitalino como en la aldea provincial de Subbуtniki, que se encuentra en la regiуn de Grodno, la masa principal — de ningъn modo es la generaciуn mayor. Hay mбs y mбs juventud.

La juventud — a su modo percibe esta fiesta.

En la familia de mi conocido, ya es el cuarto aсo que celebran la Navidad. Desde aquel momento en que los padres se casaron por la iglesia. Su casamiento oficial ya tiene mбs de veinte aсos. Y allн decidieron tambiйn cimentar sus relaciones ante el altar, ya que sin exagerar sus relaciones se las puede llamar ideales. Esta es aquella familia, aquella cйlula, sobre la cual se mantiene la sociedad bielorrusa. Y la visita del templo — es no solamente una manifestaciуn de los sentimientos religiosas propios, sino tambiйn la participaciуn en la vida de la comunidad que a uno lo rodea.
Ellos viven en el mismo centro de la capital. En la antigua calle Rбkoskaya. Aquн es imposible pasar de lado ante la iglesia. Aquн mismo hay varias iglesias ortodoxas y catуlicas, y cada una de ellas tiene mбs de un siglo.

Este lugar de Minsk es sagrado.

Por esa razуn, al entrar el 25 de diciembre a la catedral catуlica de la Santa Virgen Marнa en la Ciudad Alta, la familia seguramente va a visitar tambiйn, pero un poquito mбs tarde, ya el 7 de enero del aсo entrante la catedral ortodoxa de Pedro y Pablo en la calle Nemiga.
Por la tarde, para la primera kutiб, cuando vengan todos los parientes cercanos y sobre la mesa aparezcan las comidas rituales, se leerб una oraciуn, se recordarб a los antepasados.

Todo es muy sencillo.

Los niсos se van a jugar a la nieve helada, en cambio los adultos van a encender el televisor. Esto ya serб algo de la nueva йpoca. Pero la atmуsfera de la fiesta todavнa largamente va a vivir en esta casa. Los recuerdos de como maravillosamente pasaron el tiempo con la gente que hace mucho tiempo no se habнan visto, cуmo en especial de sabrosos fueron las comidas de fiesta. Ya que los prepararon en conjunto. Alguien de los mayores trajo desde la aldea un pastel con semillas de amapola machacadas en un viejo mortero que sirve desde los tiempos de antes de la guerra, un filete de lomo, un pavo. El abuelo no se olvidу de lo principal — del licor hecho en sauquillo, preparado en base a las bayas propias, “recogidas” no en la tienda de comestibles, sino en el bosque querido.

Incluso en un apartamento comъn de la ciudad estб el olor del bosque, de la tierra, se siente la patria. Aquella patria aldeana de la cual todos nos salimos, yйndonos a la ciudad.

Por otra parte, la fiesta continua. Y ademбs hay muchos motivos para ir en los fines de semana fuera de la ciudad, a la naturaleza. Las Koliadas — no es una fiesta de este momento, es una etapa importante del aсo, cuando nos despedimos de la vida que se va y admitimos una nueva, esperando por supuesto que sea solamente mejor. Creyendo que en la vida va a ocurrir un acontecimiento especial que la pondrб de cara al sol, hacia la primavera. Y aquella no estб tan lejos. Ya que despuйs de la Navidad, de las Koliadas, el dнa comienza a ser mбs largo, y en la vida aparece mбs luz, mбs alegrнa.

Para reforzar estos sentimientos, se pueden recordar las costumbres antiguas. Con ayuda de ellas la gente agradece a la tierra y al cielo por la fortuna y piden nuevos bienes.

Para la Navidad misma tocaba la primera kutiб (plato de arroz u otro grano con miel o pasas que se come despuйs del entierro o en fiestas solemnes), o la gran kutiб. Entonces se cenaba con comidas de vigilia. Pero buenнsimas.

Arenque, carne picada de aquel mismo arenque con cebolla, blines (panqueques), comidas con setas, compotas, kisel (especie de jalea con fйcula) de avena — en general todo es ъtil y sabroso. Aunque sea tambiйn “modesta”. Pero despuйs de tal agasajo dificilmente uno se puede quedar con hambre. La kutiб, la papilla, untada con miel y semillas de amapola se dejaban para el tйrmino de la comida. En muchos lugares de Belarъs las dueсas de casa se refinaban agregando a la comida ritual nueces y pasas.

Antes el aсo Nuevo era la continuaciуn de las Koliadas — era la segunda kutiб. Sobre la mesa en este dнa se podнa ver mucha carne — curada, ahumada, cocida, frita. Por tal abundancia de comida la tarde del aсo nuevo se la llamaba generosa, carnosa, grasosa, gorda u opulenta. La misma kutiб se arreglaba con aceite y miel. Ademбs de los juegos, del festнn, de las canciones y de las rondas, las diferentes adivinaciones gozaban de una gran popularidad donde nuestros antepasados.

La tercera kutiб se celebraba en la Navidad “ortodoxa” y se llamaba “de vigilia”. En este dнa se llamaba a cenar a la helada. Todos se sentaban en la mesa y cada uno trataba de complacer a la helada para que el invierno no fuera helado, que la primavera fuera tibia, y que la cosecha fuera abundante. Si el tiempo al dнa siguiente era mбs tibio, entonces se consideraba que a la helada le gustу haber estado de visita.

Se terminaba la celebraciуn de las Koliadas en la tercera dйcada de enero.
En las ciudades desde las vitrinas de las tiendas desaparecнan las guirlandas brillantes y los pinos artificiales verdes o plateados adornados con juguetes y linternas, casi no se veнan anuncios de liquidaciones “de navidad” en las tiendas especializadas y en los supermercados, a la entrada de los templos ya a uno no veнa al pequeсo Jesъs en una cuna...

Se iba la fiesta. Pero el recuerdo de ella siempre quedaba hasta la Navidad siguiente, el Aсo Nuevo. En cambio el buen estado de бnimo adquirido en medio del invierno abrigaba hasta el primer goteo del deshielo.

Elena Nekrashйvich
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