
"Belarús es única por tener su historia no es oscurecida por las guerras religiosas y los conflictos entre las naciones. Con cuidado guardamos y entregamos de una generación a otra las tradiciones buenas de nuestros antepasados: la comprensión mutua, la tolerancia, la misericordia, el respeto del trabajo, el espíriti pacífico y el patriotismo ", — dijo el Presidente.
Según palabras de Aleksandr Lukashenko, la ortodoxia y el catolicismo determinaron históricamente la la mentalidad y el carácter nacional de los belarusos. "Y hoy la creencia ortodoxa se queda la parte integrante de la idealogía y la vida espiritual de la mayoría de nuestros ciudadanos", — dijo el jefe del estado. Aleksandr Lukashenko considera que es imposible solucionar muchos asuntos vitalmente importantes sin la participación activa de los ortodoxos y los católicos.