El espectáculo, “Pesnyar”, puesto por Valentina Yereñkova por la pieza del joven dramaturgo, Vasily Drañkó-Maysiuk, en el Teatro Nacional Académico de Drama Maxim Gorki

Camino espinoso de creador

El espectáculo, “Pesnyar”, puesto por Valentina Yereñkova por la pieza del joven dramaturgo, Vasily Drañkó-Maysiuk, en el Teatro Nacional Académico de Drama Maxim Gorki continúa la temporada de dramaturgia belarusa iniciada en 2013.
El espectáculo, “Pesnyar”, puesto por Valentina Yereñkova por la pieza del joven dramaturgo, Vasily Drañkó-Maysiuk, en el Teatro Nacional Académico de Drama Maxim Gorki continúa la temporada de dramaturgia belarusa iniciada en 2013. La actuación está dedicada al artista popular de la antigua Unión Soviética, al destacado músico y fundador del conjunto vocal e instrumental, “Pesnyary”, Vladímir Muliavin. El papel protagonista en la obra lo interpretó Sergei Zhbankov. 

Valentina Yereñkova, el director

No tenemos que esperar del espectáculo, “Pesnyar”, que tenga parcela, culminación y desenlace. No está para las personas que quieren obtener emociones fuertes tras una colisión de los protagonistas basada en intrigas y conflictos. El espectáculo-fantasía, “Pesnyar”, será interesante para aquella gente que prefiere sumergirse junto con los personajes en el mundo interior, observar lucha interna en el alma humana. Hace falta señalar que en la obra de Valentina Yereñkova está presentada no sólo el alma del cantante y compositor, Vladímir Muliavin, que ha promovido Belarús en muchos países del mundo en los años setenta del siglo pasado, así como sus sufrimientos y reflexiones después del accidente de auto, cuando estaba entre la vida y muerte.

Más bien está presentada el alma del creador, en general, es decir, una imagen colectiva. Además de eso, el espectáculo, “Pesnyar”, agradará al público que respeta su idioma materno, incluso, diría, que es una oda al idioma belaruso. También esta obra es un homenaje de todos los amantes del arte vocal de Vladímir Muliavin y su conjunto musical. Cuando hablé de mis pensamientos a la directora de escena, Valentina Yereñkova, ella me respondió lo siguiente:

— Usted entendió muy bien mi idea: el espectáculo está dedicado no sólo al músico, Vladímir Muliavin. Cuando tomé la decisión de hacer este espectáculo, aún no entendía que persona era y cómo yo podría contar sobre su vida y obra. Pasé mucho tiempo pensando en cómo hacer todo. En resultado, cuando logré entender todo el genio del cantante, así como de otras personalidades distinguidas de Belarús –Yakub Kolas, Yanka Kupala y Maxim Bogdanóvich– me di cuenta de que podría presentar un tema más amplio: el creador, así como la responsabilidad del Estado y de la sociedad ante el creador y del creador antes ellos. Mi “Pesnyar” es la obra teatral dedicada al creador, al hombre del planeta, que era el músico. También podría ser una persona de cualquier otra profesión creativa.

Andrei Zakharévich (Yanka Kupala) y Alexandr Zhdanóvich (Yakub Kolas)

— ¿Pero si ha tomado la decisión de contar sobre un creador, por qué es Vladímir Muliavin? pregunto.

— En realidad, me encanta esta persona. Vladímir Muliavin era un gran artista. Y cuando yo comencé a estudiar la obra del líder del conjunto musical, “Pesnyary”, me di cuenta que conocíamos muy poco sobre las personas que glorificaron nuestro país. Y si conocíamos algo, era muy poco en realidad. Pero es sumamente importante llegar a conocer que tenemos una herencia musical muy rica y muy variada. Sólo imagínense, 56 países del mundo conocieron Belarús gracias al conjunto “Pesnyary”, que llamaban “Beatles” soviético.

Resultó, cuando en el teatro discutíamos, a quien de destacadas personalidades de Belarús dedicar la obra para continuar dignamente la temporada de dramaturgia belarusa iniciada por las actuaciones, “Apóstol humillado”, de Andrei Makayonok, y “Verdugo” de Alexei Dúarev, como siempre, nos ayudó la generadora de muchas ideas en el teatro, la artista popular de Belarús, Olga Klebanóvich.

Llamé a Olga y ella me comentó:

— No sé si soy generadora de ideas, pero en realidad la idea fue la mía. Más bien, no fue la idea en cuanto al espectáculo. Todo fue así. Salí del ensayo, me choqué con Valentina Yereñkova y la vi muy molesta. Ella me dijo que no sabía qué hacer, Makayonok ya estaba... Y yo le dije que no era ningún problema y que nadie en el teatro había dedicado el espectáculo a Vladímir Muliavin. Si organizara la velada, sería pionera. Es decir, aconsejé pedir a nuestros grandes actores de canto a leer poesías de destacados poetas belarusos…

Así que la idea de Olga Klebanóvich en cuanto a la organización de la velada dedicada a la memoria de Vladímir Muliavin no la dejaba tranquila a Valentina Yereñkova. Sin embargo, siendo una persona que piensa globalmente, a escala, el mismo día, por la noche, Valentina llamó al popular poeta belaruso, Leonid Drañkó-Maysiuk, sabiendo que su hijo, Vasily, escribe obras de teatro. Si le saliera bien esta comunicación, entonces ella podría no sólo organizar la velada, sino poner en escena el espectáculo dedicado a la vida y obra de Vladímir Muliavin. Así eran reflexiones al respecto. A Valentina Yereñkova siempre se le gustaba la actitud de los jóvenes hacia la vida, por lo tanto ella pensó que sería muy interesante que de este tema se ocupara un joven dramaturgo.

— Los jóvenes son audaces e inquisitivos, sigue contando Valentina. Es más, ellos no siguen ningunos canones y no se detienen frente a las dificultades. Por lo tanto, resulta que en nuestro espectáculo no participan poetas-monumentos. Sólo son las personas, que vivían, amaban, sufrían y creaban. Este espectáculo está dedicado a nosotros, a nuestra vida con su lado positivo y negativo. Hemos venido a este mundo para crear y ayudar a las personas con talento…

Como he dicho, a la directora de escena, Valentina Yereñkova, le encanta trabajar con la gente joven. Reitero que todos los actores jóvenes del Teatro Nacional Académico de Drama Maxim Gorky son muy talentosos. Todos ellos son muy bellos. Cantan y bailan muy bien...

Sergey Zhbankov (Cantante) — en el centro

Valentina siempre invita a trabajar a la gente, que está en sintonía con ella misma y con quien es muy fácil ponerse de acuerdo. Como ella misma dice: con las personas –que están en la misma onda contigo– es más fácil trabajar y crear. E incluso si a veces surge un conflicto, se soluciona muy fácilmente. A Valentina Yereñkova se le agrada mucho el hecho de que ha encontrado esta armonía humana con el actor, Sergei Zhbankov, que interpreta el papel protagonista en su espectáculo, “Pesnyar”. En mi opinión, este talentoso actor en el futuro será muy apreciado mucho, como todos los actores destacados en nuestro país: él es muy encantador y orgánico en todos esos papeles que he visto en el teatro ruso. Valentina Yereñkova –educada en las tradiciones de gran respeto hacia el teatro– también aprecia esta actitud en los actores jóvenes. A propósito, Sergei Zhbankov es músico y canta muy bien. Además de eso, todas las composiciones musicales las cantan los actores ocupados en el espectáculo. Cabe destacar que todos los actores tienen voces  muy lindas, sobre todo los integrantes del quinteto masculino, que casi todo el tiempo permanece en el escenario.

— Me encanta la actitud de Sergei hacia su oficio, Valentina no oculta su satisfacción por la actuación de Zhbankov. No es ningún secreto que hoy en día, todos los actores participan en muchas grabaciones. Y esta ocupación sin fin les “hace desaparecer” algo muy importante, que debe existir en los actores teatrales. Pero para Sergei el teatro tiene un valor primordial, lo que aprecio un montón. A propósito, es probable, que nunca atrevería poner en escena el espectáculo sobre Vladímir Muliavin, si en el mismo no participara Sergei Zhbankov. Pues en seguida vi a Zhbankov interpretando el papel de Pesnyar. Aunque el actor ya interpreta varios papeles protagonistas, en mi opinión, este trabajo es su verdadero éxito teatral.

Además de eso, Valentina Yereñkova aprecia mucho la actuación de otros actores ocupados en la obra. Se trata de Alexander Zhdanóvich (Yanka Kupala) y Andrei Zakharévich (Yakub Kolas), que han creado imágenes vívidas de los clásicos de la literatura belarusa, personalidades muy diferentes, pero no menos talentosas. Debo admitir que esta diferencia para mí también fue toda una revelación.

A propósito, Valentina Yereñkova está muy agradecida al director artístico del teatro ruso, Sergei Koválchik, por su comprensión y la actitud sensible a ella como directora de escena: normalmente, el director artístico no insiste en las candidaturas de actores que participan en el espectáculo. Así fue también esta vez con el espectáculo, “Pesniary”. Hace falta señalar que en el nuevo trabajo teatral participan también los artistas eméritos de Belarús: Sergei Chekeres, Anna Malánkina, Andrei Dúshechkin, Iván Streltsov, Anastasia Shpakóvskaya, Verónica Plyashévich, Yekaterina Shatrova, Elena Stetsenko, Vlaimr Glótov, Andrei Señkin, entre otros. La directora de escena destaca de modo especial a los músicos, que según ella, interpretan un papel muy importante en este espectáculo.


— Su respuesta humana tocó mi alma. A pesar del hecho de que había enorme carga en los ensayos, ellos asistieron también a todos los encuentros con Svetlana Pénkina, viuda de Vladímir Muliavin. Además de eso, visitaron su museo. A propósito, Svetlana nos ayudó un montón.

Además de eso, Valentina aprecia mucho la ayuda del arreglista, Vladímir Tkachenko, y del compositor, Oleg Molchán, que trabajaron con Vladímir Muliavin, lo conocían muy bien y ayudaron mucho en el trabajo sobre el espectáculo. Como siempre, con Valentina trabajaba su esposo y colega, Alexei Ereñkov. A propósito, es el autor del concepto musical de la nueva obra. Además de eso, permaneciendo en la sombra, en un rincón derecho de la parte delantera del escenario, él toca los teclados, la guitarra y canta en el transcurso del espectáculo.

— Al principio fue bastante difícil trabajar, pero Alexei literalmente nos arrastró e hizo la estructura musical de la obra. También él creó la versión musical del espectáculo. Valentina espera que su elogio para Alexei, no afecte los sentimientos y las ambiciones del joven dramaturgo. Y añade:

— Pero esto no resta todo el valor del material dramático propuesto por el joven dramaturgo, Vasily Drañkó-Maysiuk, que nos ha ofrecido aquella base muy rica, que nos ha permitido crear un buen espectáculo.

Pregunto a Valentina, si está satisfecha con el resultado, si ha logrado hacer todo según estaba previsto, si se siente contenta por el trabajo realizado... Para mí no es ningún secreto que el director de escena –que ha puesto en escena el espectáculo– nunca debe poner un punto. En estos casos, se suele decir que no hay límite a la perfección.

— Algo se puede cambiar incluso un mes más tarde después del estreno, algo cortar, algo agregar. Es la parte de nuestro oficio, asegura Valentina Yereñkova.

Valentina Zhdanóvich
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