Por tradición, el día de la Navidad, el presidente de Belarús, Alexandr Lukashenko, encendió la vela navideña y se intercambió de regalos con el Exarca Patriarcal. Además de eso, el líder belaruso aseguró a todos los ciudadanos que en nuestro país siempre será paz y tranquilidad.
En la Navidad decenas de miles de personas –acompañadas de sus familiares– visitaron iglesias, al felicitar uno a otro con esta gran fiesta. Sin embargo, la Navidad no sólo es el día de felicitaciones y regalos.
Foto BelTA
Al felicitar con la Navidad a los cristianos ortodoxos, Alexandr Lukashenko habló también sobre los valores fundamentales, como la misericordia, compasión, comprensión y paciencia. Con los mismos se renace una buena tradición de mostrar nuestra preocupación desinteresada por sus seres queridos, parientes y vecinos, apoyar y ayudar a aquellos que esperan más que otros el amor y la participación. El día de la Navidad, el presidente, Alexandr Lukashenko, visitó la Catedral del Espíritu Santo en Minsk y agradeció a la Iglesia por la gran contribución que ella hace al fortalecimiento de la paz y la tranquilidad en toda Belarús. Enviando sus mejores deseos por el motivo de esta gran fiesta, el mandatario belaruso dijo: “Ustedes pueden confiar en nosotros. Siempre pueden estar seguros de que en nuestro país será la paz y la tranquilidad. Lo garantizamos”.
Sin duda, este año será complicado. Sin embargo, Alexandr Lukashenko está seguro de que el país saldrá con éxito de esta situación compleja, pues nuestra gente quiere vivir en paz, en su tierra, que nos ha dado el Dios Todopoderoso”.
— De todo el corazón felicito a todos los belarusos, a todos nuestros amigos, hermanos y vecinos. Les deseo lo mejor y lo más importante: la paz y el bienestar. Mi especial saludo y mis mejores deseos a nuestros vecinos ucranianos. Prometo hacer todo lo posible para que en su tierra, así como en sus corazones y sus almas reinen la paz y la tranquilidad.
Alexandr Lukashenko junto con su hijo menor, Nikolai, encendió la vela navideña cerca del icono de la Virgen María de Minsk. Luego el metropolita de Minsk y Zaslavl, Pável, regaló al líder belaruso el icono de Nuestra Señora de los “Tres Manos”, traído desde el Monte Athos. A su vez, el presidente donó a la Iglesia Ortodoxa de Belarús un cuadro con una hermosa imagen de la Catedral de la Santa Cruz de Pólotsk. El panel está hecho de plata y puesto en una base de cartón. La Catedral de la Santa Cruz –construida en 1893– forma parte del monasterio de la Salvación de Eufrosinia situado en la ciudad de Pólotsk. Cabe destacar que en esta misma iglesia permanecen los restos sagrados de la Santa Eufrosina de Pólotsk.
