Un hogar que estб en nuestra memoria

[b]No hace mucho tiempo, en el pueblo Mikhalki, municipio de Berioza, provincia de Brest, fue abierto el museo: “La casa del abuelo Khvedor” [/b]ЎPasen, por favor! Vera Ivбnovna Zakhбrova me invita a pasar a su casa y advierte: “Vamos a hablar nuestro idioma, como hablan en el campo desde los tiempos antiguos. No me sale “hablar como en el campo” (en nuestro lugar, como se sabe, hablan un dialecto de Polesiye), aunque intento hacerlo. Vera Ivбnovna siguiйndome, comienza a hablar el idioma ruso. Seguimos conversando en ruso y precisamos que el dialecto de Polesiye se parece mucho al idioma ucraniano. Con unas pocas diferencias. ЎEs un verdadero idioma! A propуsito, en el subtнtulo no hay ningъn error, en el dialecto de Polesiye suena asн: “La casa del abuelo Khvedor”.
No hace mucho tiempo, en el pueblo Mikhalki, municipio de Berioza, provincia de Brest, fue abierto el museo: “La casa del abuelo Khvedor”

ЎPasen, por favor! Vera Ivбnovna Zakhбrova me invita a pasar a su casa y advierte: “Vamos a hablar nuestro idioma, como hablan en el campo desde los tiempos antiguos.
No me sale “hablar como en el campo” (en nuestro lugar, como se sabe, hablan un dialecto de Polesiye), aunque intento hacerlo. Vera Ivбnovna siguiйndome, comienza a hablar el idioma ruso. Seguimos conversando en ruso y precisamos que el dialecto de Polesiye se parece mucho al idioma ucraniano. Con unas pocas diferencias. ЎEs un verdadero idioma! A propуsito, en el subtнtulo no hay ningъn error, en el dialecto de Polesiye suena asн: “La casa del abuelo Khvedor”.

Los tres paнses y sуlo un destino
Vera Ivбnovna Zakhбrova es la persona de los tres paнses. En su destino se mezclaron las raнces belarusas, rusas y ucranianas. El pueblo Mikhalki se considera el lugar de su nacimiento. En Rusia ella encontrу su amor y al compaсero de toda su vida. A su vez, en Ucrania se encuentra su hogar. Pero por algo dicen, que en la infancia los бrboles son mбs altos, los rнos son mбs anchos, los senderos son mбs largos y la casa de campo es la mбs cуmoda. Aquн huele muy rico con los panqueques de la abuela, con la leche fresca y con los zapatos de cuero, sigue contando Vera Ivбnovna. El abuelo Fiodor (en el idioma del campo Khvedor) Zelenkу se ocupaba del arreglo de los zapatos.
Recuerdo muy bien cуmo los vecinos traнan al abuelo los zapatos para arreglar. Se sentaban y hablaban. Mientras el abuelo sentado a una pequeсa mesa con cajones arreglaba zapatos. Nadie tenнa prisa, sobre todo en invierno. Lo estaba haciendo sуlo en su tiempo libre, una vez al terminar de trabajar en su gran finca.
Despuйs de obtener un diploma del instituto de ingenieros de transporte ferroviario de Belarъs en Gуmel, Vera Ivбnovna trabajу en el departamento de ferrocarril de Kuibyshev. Allн se casу y se fue con su esposo al lugar, donde trabajу йl: Pripyat, en afueras de Chernуbyl, ciudad con un destino infeliz... Una vez sucedido el accidente en la central de energнa nuclear de Chernуbyl, a la familia le propusieron mudar a la capital ucraniana, la ciudad de Kнev, en dуnde sigue viviendo y trabajando en un sistema de comunicaciуn.
Cada aсo Vera Ivбnovna Zakhбrova con su esposo Valery, asн como las hermanas de la mujer y sus seres queridos, vienen al pueblo Mikhalki para descansar. De hecho, para trabajar. Plantar papas en el huerto, que estб al lado de la casa de su abuelo. Y admirar tulipanes. Una vez arreglado todo y al tener tiempo libre, hacen recorridos especiales por su museo privado.

їSer una casa abandonada o convertirse en un museo?
La casa del campesino Khvedor Zelenkу y su esposa Eudokia o Ovdoska, como dicen los vecinos del pueblo Mikhalki, siempre estaba llena de la gente, que venнa a visitarlos, hablarles y compartir con ellos los mejores momentos de su vida. El Dios dotу generosamente a los antepasados de Vera Ivбnovna con los niсos. Por lo tanto, la historia de la casa es una especie de una parte importante de la historia del godo muy poderoso. En la casa del abuelo Khvedor nacieron y fueron criadas dos hijas: Anna y Nadezhda. Anna se casу y se fue al pueblo Peshki, a su vez, Nadezhda se casу con el vecino, Ivбn Yudchits, que comenzу a vivir en la casa del Khvedor Zakhбrovich Zelenkу. Aquн crecieron sus niсas: Tamara, Natalia, Marнa y Vera (que me invitу a pasar por su casa) hasta que Ivбn no hubiera construido al lado su casa.
La decisiуn de crear un museo, por un lado, fue espontбnea y por el otro fue la idea, que se analizaba durante mucho tiempo. El consejo popular Borkovsky planteу la cuestiуn: podemos inscribir su casa en la lista de las antiguas obras, que luego deberнa ser demolida, o quй hagan algo solos. Por algo nuestros antepasados decнan, que la casa abandonada se siente peor, como un huйrfano. Pero no siempre un edificio vacнo es abandonado. Se reunieron cuatro hermanas, recordaron cuantas cosas habнan pasado aquн, cuando niсas:
Como el abuelo Khvedor amaba a sus nietos: tuvo ocho hembras y dos varones.
Como jugaba con los chicos...
Como fumaba el tabaco de su propia cosecha. Su esposa sembraba, йl lo secaba, cortaba y fumaba boquilla.
Como el abuelo escondнa el dinero de su esposa en el baъl, que fue prohibido abrir.
Como se sentaban a la mesa a comer y su esposa Ovdoska le servнa comida caliente: le gustaba la sopa de frijoles o sopa de remolacha con col agria y la lechada...
Que el abuelo tuvo una pequeсa debilidad: jugaba a las cartas por dinero. Cada sбbado por la noche, el abuelo dejaba cosas, se baсaba y se afeitaba, ponнa el traje gris y se iba al pueblo para jugar a las cartas...
ЎCuбntas cosas sucedieron aquн! En esta casa. Lo mбs importante que aquн amaban mucho a los niсos, a la gente, al trabajo y a la misma vida.
El museo fue abierto en primer lugar gracias a Vera Ivбnovna. Pues ella tomу el asunto en sus manos. Los vecinos de la zona comenzaron a traer diferentes muestras: ropa de lino, toallas tнpicas belarusas, relojes, tarros y cestos. Entre los objetos expuestos hay incluso un bolso rъstico hecho de la corteza de abedul. їQuiйn lo hizo y para quiйn?

Ver y recordar algo propio
En mi opiniуn, hoy en dнa, es el museo ъnico en su gйnero. No puede ser nombrado el museo de la vida rural o etnogrбfico. Por un lado, se trata de un museo familiar y privado. La casa de poleshuk, que era maestro y buen dueсo. Pues no sуlo tuvo buena vivienda, sino tambiйn una gran finca. Khvedor Zelenkу tuvo su propia parcrela de tierra de cuatro hectбreas en el campo, dos en el bosque y un pequeсo depуsito de agua y un segazуn, al caballo Orlik, cuatro vacas, un toro, veinte ovejas y de cinco a seis cerdos...
Ademбs de eso, resultу que el abuelo tuvo a las nietas afortunadas.
Si seguimos analizando el asunto, en el museo de Mikhalki permanecen las muestras traнdas por todos los vecinos del pueblo.
Vera Ivбnovna aсade: “Entre otras cosas, por ejemplo, las plantas de frijol, asн como herramientas del abuelo y hasta un cofre, que estaba prohibido abrir. Actualmente, todo esto pueden ver los visitantes del museo. Cuando los dueсos del museo no estбn, los vecinos lo abren e invitan a pasar.
Lo dice Marнa Ivбnovna, que junto con su hermana y su esposo, Valery, me invitan a recorrerlo: “Toda nuestra familia estб muy agradecida a los dirigentes de la cooperativa agrнcola “Borkovsky” y del consejo campesino Borkov por la ayuda en el mantenimiento del mismo edificio y el patio. Ademбs de eso, agradecemos a los maestros de la escuela de Borkov por el hecho de que ellos tratan de inculcar el amor a nuestra historia”.

їDe dуnde provienen?
“їQuiйn visita el museo?” pregunto. Vera Ivбnovna toma un cuaderno, el asн llamado libro de quejas. En el mismo estбn las inscripciones en el idioma belaruso, ruso, inglйs, polaco... ЎVamos a leerlas!
Por el museo pasaron los vecinos de los pueblos, que se encuentran en el municipio Berioza: Levбshkov, Malechi, Peshak, Mikhalki, Boraki, Lyaskуvichi, Slaikh-Puscha y Signйvichi, asн como de Berioza, Kobryn, Malarita y Brest. Ademбs de eso, el museo visitaron los viajeros desde Kнev, San Petersburgo, Khabarovsk e incluso de los Estados Unidos, donde viven dos nietas del abuelo Khvedor. Tambiйn de modo seguido el museo visitan los escolares.
A propуsito, el museo se encuentra no sуlo en la casa, sino tambiйn en el cobertizo, donde permanecen muchas cosas, que conocen bien los vecinos del campo. A propуsito, Vera Ivбnovna contу que ´debajo la paja vieja habнan encontradas las ruedas para el carro y arreos. El abuelo era bastante tacaсo y se molestу, cuando su caballo Orlik habнa llevado...
Vera Ivбnovna abre la puerta del cobertizo: Desde hace mucho tiempo aquн no estбn vacas, no cortan la paja y no trillan grano con las cadenas de mano. El cobertizo sigue siendo obra sуlida: para todas las edades. Aunque el abuelo falleciу hace 35 aсos, su espнritu sigue aquн y se parece que sуlo ayer йl haya cerrado la puerta...
Desgraciadamente, no todos de nosotros puedamos decir: conozco la historia de su godo hasta la tercera generaciуn. Pero esta gran familia con raнces en Mikhalki puede hacerlo, pues conoce muy bien la historia de la localidad, de donde provienen sus antepasados.
Nos sentamos a la mesa bajo un manzano en el patio de Ivбn Yudchits –que tambiйn ya falleciу al igual que su suegro Khvedor Zelenkу y miramos la casa del “abuelo Khvedor”, que es casi un siglo sigue guardando antiguas tradiciones y leyendas y comenzamos a conversar con Vera Ivбnovna sobre la actual vida en el campo belaruso, sobre nuestra vida en general y que realmente somos y a quien nos esforzamos a parecer. Las dos llegamos a la conclusiуn de que para tener felicidad, hay que aprender a compartirla con otras personas.
Es muy agradable viajar y conocer el mundo. Pero no hay que tener ilusiones: en ningъn lugar no nos sentiremos mejor, que en casa. Por lo tanto, hay que poco a poco regresar a casa y sus raнces. Aunque sea raras veces, en verano o solamente en sus pensamientos...

Valentina Kozlуvich
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