La exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, unió en torno a 500 objetos desde la época del Imperio Bizantino hasta los tiempos modernos, expuestos en 29 museos, así como en fondos de colecciones privadas

Proecto importante

La exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, unió en torno a 500 objetos desde la época del Imperio Bizantino hasta los tiempos modernos, expuestos en 29 museos, así como en fondos de colecciones privadas
La exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, unió en torno a 500 objetos desde la época del Imperio Bizantino hasta los tiempos modernos, expuestos en 29 museos, así como en fondos de colecciones privadas


Son objetos extraordinarios! “¡Hace falta verlos!” es una frase muy apropiada en este caso. Sin embargo, la exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, no sólo debería ser vista, sino aceptada con todo el corazón y percibida con toda su grandeza e importancia. Pues hasta el momento nada parecido ha sido celebrado al mismo tiempo en un solo lugar. El Museo Nacional de Bellas Artes en aquellos días parecía a una enorme enciclopedia de la historia del arte belaruso, donde cada página es una nueva época y un estilo diferente. Hace falta señalar que los organizadores de este proyecto muy único en su esencia son las empresas, “Belgazprombank”, S.A. y “Gazprom Transgaz Belarús”, S.A., así como el Ministerio de Cultura de Belarús y el Museo Nacional de Bellas Artes. Hace falta señalar que ellos realmente lograron presentar bajo el mismo techo en el área de 800 metros cuadrados las obras del arte nacional de diez siglos.

Así que son de gran interés no sólo las obras de los fondos del principal museo del país: el Museo Nacional de Bellas Artes (por ejemplo, el retrato de la artista popular de la antigua Unión Soviética, Stephanie Staniuta, que fue hecho por su padre, Mikhail Staniuta), sino también los trabajos de repositorios regionales. Por ejemplo, desde Molodechno fueron traídos: el cinturón de Slutsk y el colgante de oro del siglo XII; desde Moguiliov el Estatuto del Gran Ducado de Lituania de 1588; desde Pinsk la corona de Torá de los siglos de XVIII a XIX.

Los verdaderos diamantes de la exposición son las obras adquiridas recientemente por “Belgazprombank”, S.A., que desde hace varios años, devuelve a su tierra natal las obras de los artistas, que han nacido en Belarús y que son conocidos en todo el mundo. Claro que entre estos trabajos está el “Retrato del poeta Tomasz Zan” de Valentín Vankóvich. A pesar del hecho de que en el país ya durante trece años funciona una sucursal del Museo Nacional de Bellas Artes, “Casa de los Vańkovichi”, y el año pasado fue recuperada la antigua mansión del godo de los Vańkovichi, este cuadro es el único original del artista devuelto a su tierra natal. Además de eso, los belarusos por primera vez tienen la oportunidad de conocer el libro de Simeón de Pólotsk, “Varita de gobierno”, editado en 1667, así como dos trabajos del artista belaruso reconocido mundialmente, Marc Chagall, creados en el apogeo de su carrera artística, y la pintura de otro nuestro compatriota muy famoso, Chaim Soutine.

Photo by Artur Prupas

A propósito, el retrato, “Eva”, de Chaim Soutine es una obra expuesta más cara de toda la exposición. La pintura fue adquirida en la subasta Sotheb y`s en Nueva York por un valor de millón 860 mil dólares norteamericanos. Esta es la segunda pintura, que “Belgazprombank”, S.A. devuelve a la patria histórica del reconocido artista belaruso: en 2012, el banco adquirió el cuadro, “Prados grandes en Chartres”.

Propiamente dicho, casi todos los objetos se han hecho todo un descubrimiento en la exposición, por lo tanto, el historial de muchos de ellos debe contener las palabras “por primera vez”. Así por primera vez, sólo por un día, desde Pólotsk a Minsk fue traída una copia renovada de la Cruz de Santa Eufrosinia. El maestro, Nikolai Kuzmich –que la renovó y acercó al máximo posible las piezas de la reliquia al original, que desapareció en 1941. El objeto sagrado fue expuesto en el museo en el primer día del trabajo de la exposición y luego fue devuelto al territorio del monasterio de la Santa Eufrosinia de Pólotsk. Pero luego la reliquia fue traída por un día más y hubo mucho más personas que querían contemplarla.

Mientras tanto, no sólo los mismos artefactos eran de gran interés, sino también el mismo diseño de la exposición. Sobre el diseño del proyecto del arte, “Diez siglos del arte de Belarús” –que ocupó no sólo dos plantas del museo, sino también el vestíbulo y la galería– trabajaban los especialistas desde Belarús, Lituania y Rusia, entre otros. Cualquier persona –que pasaba para ver la exposición– decía no reconocer el museo y, por supuesto, se quedaba sorprendida de nuestra rica historia y cultura.


— El arte de Belarús es un fenómeno, que ha absorbido los resultados de las actividades de siglos de los pueblos que habitaban el territorio del país, dijo en la ceremonia de la inauguración de la exposición el ministro de Cultura de Belarús, Borís Svetlov. Incluso en nuestro tiempo, una época de globalización y estandarización, se están preservando sus rasgos característicos, y la tradición sigue siendo una base segura para los nuevos logros creativos. En los monumentos del arte y la cultura de Belarús, como en ninguna otra tradición, están entrelazados armoniosamente diferentes grupos étnicos, religiones, estilos y tendencias. En la crítica del arte mundial se mantienen sin cambio los conceptos, como, por ejemplo, la “pintura de iconos de Belarús”, el “lenguaje belaruso”, los “cinturones de Slutsk”, la “escuela del arte de Vítebsk” y muchos otros, lo que evidencia sobre el reconocimiento mundial de los logros del arte nacional.

Vale la pena señalar que los funcionarios del Ministerio de Cultura de Belarús en colaboración con los representantes de las empresas privadas y los bancos hoy en día están trabajando activamente para promover las artes en el país, así como en el extranjero. El patrocinador prominente de los eventos culturales bien importantes es el “Belgazprombank”, S.A. Gracias a su iniciativa y el apoyo ha sido llevado a cabo con éxito el proyecto, “Los artistas de la escuela parisina oriundos de Belarús”, lo que se ha sido el primer paso en la implementación del proyectos a gran escala, “El arte de Belarús”.


Por lo tanto, “Diez siglos del arte de Belarús” no es sólo otra exposición celebrada en el Museo Nacional de Bellas Artes. De hecho, se trataba de un proyecto cultural a nivel nacional, que, sin ninguna exageración, se convirtió en una tarjeta de visita de nuestro país. A propósito, en el mismo con entusiasmo tomaron parte muchos coleccionistas privados y diferentes museos desde el exterior, ofreciendo para un tiempo los valores culturales únicos partes de sus colecciones.

— Estoy seguro de que los belarusos, así como los turistas extranjeros, descubrirán una gran número de cosas nuevas e importantes, y lo que es más importante: por primera vez en la historia de la Belarús independiente ellos podrán apreciar el arte del país en toda su diversidad y esplendor, asevera el ministro de Cultura de Belarús, Borís Svetlov.

Durante cuatro meses, los vecinos y visitantes de Minsk tuvieron la posibilidad de conocer muchos destacados ejemplos del arte belaruso. Como ya se ha señalado, muchos objetos expuestos fueron presentados al público por primera vez. Nunca antes en un solo lugar no ha sido organizada una exposición de este tipo a gran escala con la presentación de los objetos del arte nacional creados durante más de diez siglos: desde la época del Imperio Bizantino hasta la actualidad. El número de objetos expuestos llegó a ser quinientos. Todos ellos han sido seleccionados por expertos y muchos de ellos necesitaron ser restaurados. De todos modos, en el proyecto participaron casi todos los museos regionales del país.

— El análisis de la evolución de la cultura en las tierras belarusas indica sobre la continuidad del proceso creativo, incluso en los períodos más trágicos de la historia nacional, cuenta el presidente de la junta directiva del “Belgazprombank” S.A., Víktor Babaryko. Desgraciadamente, un gran número de obras de arte fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y las agitaciones sociales. Muchas obras de arte, por diversas razones se encontraron fuera de Belarús. Irónicamente, es por eso que han sobrevivido y han pasado a la actualidad. Sin discutir los derechos legítimos de sus nuevos propietarios, tenemos que poner todos nuestros mejores esfuerzos para la introducción de las obras de arte –que aún siguen permaneciendo en el extranjero– en la circulación cultural y científica mediante el intercambio con el país, donde ellas permanecen. Para esto pueden servir las exposiciones de intercambio, la adquisición de obras de arte en las subastas o de coleccionistas privados, su aceptación por las instituciones museísticas de nuestro país para su almacenamiento temporal.

Photo by Artur Prupas

Además de eso, durante la preparación de la exposición, fue llevado a cabo un análisis de la historia de la cultura de Belarús y de las tendencias modernas de su desarrollo. Los resultados de las investigaciones, sin duda, aportarán a la propagación de la información sobre la trayectoria artística de pintores de generaciones anteriores y harán más importantes todos los esfuerzos encaminados a la promoción de los trabajos de artistas contemporáneos dentro de nuestro país, así como en el extranjero. Además de eso, una comprensión más completa de la historia del arte nacional servirá de base para las previsiones de su desarrollo seguido en el contexto de la cultura mundial.

También es sumamente importante resulta en aquel hecho de que los organizadores trataron de hacer la exposición de forma que cualquier visitante, sin importar el nivel de su educación artística, pudiera solo, sin la ayuda de un guía o especialista en artelogía, conocer el arte de Belarús y entender un proceso increíblemente complejo de su desarrollo.

— Me parece que esta tarea haya sido cumplida totalmente, y la exposición ayudará a aumentar el interés de nuestros paisanos y de visitantes de nuestro país hacia el arte de Belarús, dice Víktor Babaryko.

A propósito, la exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, fue un caso extraordinario, cuando el desarrollo del mismo concepto de la exposición artística no fue confiada a un crítico de arte o un organizador profesional de exposiciones. Gracias a la iniciativa de “Belgazprombank”. S.A. y la disposición del director del Museo Nacional de Bellas Artes ha aparecido una oportunidad de organizar la exposición de forma que los visitantes pudieran entender este complejo proceso de desarrollo del arte de Belarús. Con este fin hemos desarrollado todo un sistema de organización de la exposición, que refleje la evolución del arte de Belarús en su totalidad y la continuidad durante más de diez siglos.

— Además de eso, hace falta señalar que en la selección de las obras junto con la evaluación del nivel de habilidades profesionales de autores fue tomado en consideración el hecho, si una obra en su momento era un descubrimiento o un gran avance en el mundo de arte, y cómo la misma influenció en el desarrollo de la cultura nacional y mundial, señaló el autor del concepto y el tutor de la exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, Vladímir Schastny. Teniendo en cuenta el hecho de que los autores de las obras partes del proyecto de exposición pertenecían a diferentes grupos étnicos y lingüísticos, se decidió utilizar en vez de la definición el “arte belaruso” el concepto más amplio del “arte de Belarús”. Los artistas –cuyas obras están presentadas en la exposición– han nacido en las tierras que ya son parte de Belarús moderna o los que al instalarse en nuestro país, han hecho una contribución excepcional al desarrollo del arte nacional.

El arte en la tierra belarusa, debido a su posición geográfica, siempre ha sido influenciado por una variedad de tendencias culturales. Por lo tanto, según los organizadores, era difícil de clasificar más de 400 obras seleccionadas para la exposición, según estilos y géneros. En mayoría de los casos, los autores y sus obras han sido presentados en las secciones dedicadas a diferentes escuelas de arte, tomando en consideración el sentido más amplio de esta definición. Pero incluso entonces, los organizadores de la exposición estaban seguros de que la misma aportará a la reconstrucción de una imagen completa de la evolución del arte de Belarús y en la comprensión de su lugar en la cultura mundial.

Photo by Artur Prupas

En conclusión, me gustaría dar algunas estadísticas. La exposición, “Diez siglos del arte de Belarús” –que se celebró en el Museo Nacional de Bellas Artes a partir del 27 de marzo– se la visitaron 24 mil personas. En la ceremonia solemne de la clausura de la exposición el director general del museo, Vladímir Prokoptsov, habló de los detalles muy interesantes.

Por ejemplo, las entradas para ver la exposición compraron 14 mil visitantes. Diez mil más la conocieron durante la acción cultural, “La Noche de los Museos”. Desde el primer día del trabajo de la exposición se realizaron 320 visitas, y en el libro de reseñas sus inscripciones las dejaron varias docenas de personas. Además de eso, para la exposición fue diseñado un catálogo en papel y en versión electrónica, así como una guía de audio en tres idiomas: belaruso, ruso e inglés. También los colaboradores del museo lanzaron una versión móvil especial de la página WEB: el sistema de códigos QR, que permitía con la ayuda del teléfono móvil leer la información sobre las obras expuestas. Durante la exposición, los visitantes pudieron asistir a cuatro conferencias dedicadas al tema, “Asociaciones del arte de Belarús”.

Según Vladímir Prokoptsov, la celebración de la exposición, “Diez siglos del arte de Belarús”, se hizo para el museo una clase magistral. “Es un proyecto más importante no sólo de este año, sino también de la última década, que nos dio la oportunidad de volver a nuestras propias raíces”, señaló él. A propósito, la exposición será celebrada también en el marco del II Foro Nacional de Museo en la ciudad de Gómel en septiembre del año en curso. Hace falta señalar que el proyecto fue apreciado no sólo en Belarús. Así que los museólogos de China y Polonia quieren que la exposición esté celebrada en sus países.

Víktor Mikháilov
Заметили ошибку? Пожалуйста, выделите её и нажмите Ctrl+Enter