El Embajador de Belarús en Turkmenistán, Oleg Tabanyúkhov, contó sobre la actualidad y el futuro de la cooperación entre Belarús y Turkmenistán

Preservando el pasado común, juntos estamos construyendo un futuro

El Embajador de Belarús en Turkmenistán, Oleg Tabanyúkhov, contó sobre la actualidad y el futuro de la cooperación entre Belarús y Turkmenistán


— Embajador, Wikipedia dice que Belarús es uno de los socios más importantes de Turkmenistán junto con los países tales como Irán, Kazajistán, Rusia, Turquía, China... Cuéntenos por favor que provoca este interés tan enorme y la especial importancia de Turkmenistán para Belarús.


— Anticipando mi respuesta, me gustaría señalar que para Belarús Turkmenistán es un socio estratégico en Asia Central. Es primero. El segundo. El pueblo belaruso y turcomano mentalmente son muy cercanos a pesar de que ellos y nosotros estamos viviendo en diferentes regiones de Eurasia y a diferencia de Rusia, Kazajistán, Irán no tenemos fronteras comunes con Turkmenistán, seguimos siendo cercanos mentalmente. Tenemos la misma comprensión de los procesos que tienen lugar en el mundo actual, así como la misma interpretación de los procesos y valores humanos.

Belarús es un lugar muy popular en el mapa mundial para la población de Turkmenistán. Por ejemplo, en 2013 la Embajada emitió más de siete mil 200 visados, en 2014 más de seis mil 500. Baste decir que ahora en nuestro país estudian casi diez mil estudiantes turcomanos. Lo que demuestra la confianza de los ciudadanos de Turkmenistán, por lo menos a dos cosas: a la educación superior belarusa y la seguridad en nuestro país. Y el tercero. Ahora todos los países pasan por los tiempos difíciles también en la esfera económica y política. La caída de los precios mundiales de petróleo y gas, los conflictos regionales, la aparición de enfermedades hasta ahora desconocidas, así como los desastres naturales y hechos por el hombre afectan a la situación en el mundo en su conjunto.

A pesar de esto, Belarús y Turkmenistán están comprometidos con los principios de amistad, la cooperación de beneficio mutuo y la no injerencia en los asuntos internos. Nos apoyamos unos a otros en el ámbito internacional. Trabajamos juntos para promover diversas iniciativas internacionales. Lo que apoyamos mutuamente.

Además de eso, claro que nos agrada el hecho de que Wikipedia pone Belarús junto con los gigantes mundiales como Rusia, China, Irán e India.

— ¿En qué importantes proyectos turcomanos toma parte nuestro país?

— El territorio de Turkmenistán es rico en recursos naturales. Hoy en día, este país ocupa el cuarto lugar en el mundo según reservas de gas natural. Pero esto no es la única riqueza de Turkmenistán. En el sureste, hay enormes depósitos de sales de potasio.

Por lo tanto, fue tomada la decisión de que los constructores van a construir en la localidad Garlyk, provincia turcomana de Lebap, una planta para la producción de potasa de capacidad de mil 400 toneladas por año. Es el proyecto número uno. Se espera que la nueva planta sea puesta en marcha en marzo de 2017. Es el proyecto completamente belaruso, cuya implementación está supervisada por la parte turcomana mediante el consorcio estatal, “Turkmenquímica”. De la parte belarusa el contratista general es la empresa, “Belgorkhimprom”.

Una vez construida y puesta en marcha la planta, Turkmenistán se convertirá en uno de los líderes mundiales en la producción de potasa y es posible que pueda competir con la empresa, “Belaruskali”.

Se trata de un proyecto más importante en las relaciones belaruso-turcomanas. Cabe señalar que el resultado del proceso de construcción influye en el progreso en otras áreas de las relaciones bilaterales.

— ¿Qué planes ambiciosos tiene Turkmenistán a esta altura, cuya aplicación representaría un importante interés para Belarús?

— Actualmente Turkmenistán participa en el desarrollo de la infraestructura de transporte ramificada. Las autoridades de este país se dedican a la restauración de la parte de la “Ruta de la Seda”, que en un momento pasaba a través de esta región. Hoy en día, estamos hablando de la creación de la ruta transnacional de tres mares con el siguiente acceso al sudeste asiático. Este camino debe ser construido desde el Mar Báltico hasta el Mar Caspio a través del Mar Negro. Por supuesto, en este corredor logístico nuestro país tendrá su lugar importante.

Belarús está interesada en participar en proyectos de infraestructura implementados en Turkmenistán, en primer lugar, con lo que ya tenemos. Se trata de nuestra maquinaria y tecnologías. Así, por ejemplo, después de la entrada en vigor de la Ley de Turkmenistán, “Sobre la economía de daikhan (economía agrícola)” el correcto desarrollo están ganando las mismas economías de daikhan, es decir granjas campesinas y agrícolas. En nuestro país hemos acumulado una gran experiencia en la construcción de granjas agrícolas. Aquí es apropiado hablar sobre el uso de tractores agrícolas belarusos que van a labrar la tierra. Otro ejemplo. En Turkmenistán se está desarrollando de forma dinámica la industria de construcción. Cada año se entregan cientos de miles de metros de obras y edificios residenciales y administrativos. Por lo tanto, hay que volver a estudiar el tema del uso de nuestros vehículos "MAZ" y la maquinaria para las obras públicas, “Amkodor”.

— ¿Qué le parece, la disminución de las ventas de nuestros productos tradicionales –camiones "MAZ", tractores agrícolas y otra maquinaria– no es una señal de la necesidad de cambiar la estrategia empresarial Belarús en este país? ¿Qué nuevos esquemas financieros, organizativos y de marketing estarían dispuestos para ofrecer nuestros exportadores?

Sí, es verdad, últimamente se está observando una disminución de los volúmenes de venta de los camiones "MAZ", tractores agrícolas y otra maquinaria belarusa al mercado turcomano. Y para ello hay razones objetivas. No creo que se trata de una estrategia de negocio. Aunque esto es muy importante. Por supuesto, los factores clave son la calidad y el precio. Aquí, la relación no está a favor de los belarusos.

— Se sabe que los países asiáticos hoy en día son un mercado atractivo para todos los fabricantes internacionales. Para ganar este mercado, es necesario fabricar un producto bien competitivo. ¿En su opinión, cuáles son las ventajas competitivas de los fabricantes belarusos?

— Por supuesto, para todos los países, incluido el nuestro, el trabajo en el mercado de Turkmenistán es una competición diaria de los bienes y servicios belarusos con los bienes y servicios ofrecidos por otros países. Hace falta señalar que el trabajo muy activo para promover sus intereses aquí se lo realizan las compañías turcas, iraníes, chinas, ucranianas, rusas, kazajas, azerí, americanas, alemanas, francesas y malasias, entre otras.

Además de eso, debe tenerse en cuenta la calidad tradicional de la maquinaria belarusa. Por supuesto, hay algunos momentos en los que tenemos que trabajar. Pero son particulares. En las condiciones de la competitividad el costo es un factor importante. En este sentido, los productos belarusos son suficientemente atractivos.

Hace falta señalar que según el precio son competitivos también los productos rusos y chinos. Por lo tanto, para encontrar su nicho en las relaciones comerciales y económicas con Turkmenistán, tenemos que pensar constantemente en el desarrollo de nuevas direcciones.

Hablando de conjuntos proyectos de inversión –que se están ejecutando en este momento– me gustaría subrayar que son muchos. En el campo de las relaciones comerciales y económicas se trata de los proyectos de infraestructura, es decir, centrados en el uso de las tecnologías nuevas e innovadoras. Por lo tanto, en las etapas finales de la construcción está el centro de mantenimiento de maquinaria belarusa, “Ashgabat”. En el futuro, centros de este tipo serán creados en todos los centros provinciales de Turkmenistán. Las academias de ciencias de los dos países están creando un laboratorio conjunto para el desarrollo de productos de química fina. Y así sucesivamente. Actualmente son también muy interesantes y prometedores los planes encaminados al establecimiento de proyectos conjuntos que pueden ser llevados a cabo en los mercados de terceros países. Y en esta dirección ya se está llevando a cabo un trabajo intensivo.

— Belarús y Turkmenistán tienen condiciones geográficas y geopolíticas muy diferentes. Pero al mismo tiempo –siendo partes de la ex Unión Soviética– probablemente tiene que resolver unos problemas similares. ¿Cómo podríamos ayudar uno al otro en este sentido?

— De hecho, durante casi 70 años, nuestros países han sido parte de un vasto país: la antigua Unión Soviética. Antes éramos parte del Imperio Ruso. Durante este período nos sentíamos mucho más cercanos y nos sentíamos la necesidad de cooperar.

Después del colapso de la antigua Unión Soviética, ambos países declararon su independencia y establecieron relaciones diplomáticas entre sí, así como abrieron las misiones diplomáticas. Los dos países declararon su soberanía, por lo que comenzaron a determinar de forma independiente sus políticas internas y externas.

Además de eso, ambos países tuvieron que crear un nuevo sistema político, el sistema de gestión, así como establecer las relaciones diplomáticas con los países vecinos y más lejanos para poder enfrentar la inflación y otros negativos procesos económicos causados por el colapso de la antigua Unión Soviética, así como abordar las cuestiones de la protección social.

Muchos de nosotros recuerdan que en los tiempos soviéticos hubo una cooperación de producción, ya que unas regiones tenían importantes depósitos de minerales. En ellas incluso Turkmenistán. Otras no tenían estos depósitos, por lo tanto en su territorio fue creada una red desarrollada de empresas industriales, refinerías y fábricas de todo tipo. Ese es el caso de Belarús.

Por lo tanto, una vez colapsada la antigua Unión Soviética, nos encontramos en condiciones diferentes. Nuestras empresas no tenían suficiente materia prima para el procesamiento, y los recursos minerales de Turkmenistán fueron demandados bastante bien sólo en pocos lugares. Sólo Rusia fue el país que consumía el gas turcomano.

En tales circunstancias, la política interna de Turkmenistán fue dirigida a la diversificación de los consumidores de minerales. A su vez, nosotros nos dedicamos a la modernización de nuestras empresas de producción. Actualmente en Turkmenistán se están construyendo activamente diferentes empresas que fabrican productos con alto valor agregado. Además de eso, se utilizan ampliamente las últimas tecnologías.

Por lo tanto, podemos decir que en la era post-soviética nuestros países tienen que cumplir con varias tareas conjuntas. Una de ellas hoy en día es el crecimiento económico y del bienestar de la población, así como el fortalecimiento de la seguridad.

Es obvio que podemos ser útiles uno a otro en cuanto a la complementariedad de nuestras economías, pues ellas no compiten entre sí. Además de eso, en Belarús está muy desarrollado el sector de servicios: educación, salud pública, turismo, construcción, etc. Por lo tanto, podemos ofrecer a Turkmenistán productos de la ingeniería nacional. A su vez, Turkmenistán es rico en recursos minerales y tiene industria ligera muy bien desarrollada. También Turkmenistán podría ser interesante para los belarusos en términos del componente turístico.

Juntos podemos crear un producto conjunto para ofrecerlo a nuestros socios de otros países y regiones.

— Me pregunto, ¿cómo en los dos países se aplica la política del estado social? ¿Si se cruzan nuestros intereses en la salud, el deporte y la educación?

— Claro que la República de Belarús es un país de orientación social. Pero creo que en este sentido Turkmenistán tiene logros aún mayores.

Para llevar a cabo la política social, el Estado gasta enormes recursos. Es difícil imaginar que este costo es de aproximadamente el 70 por ciento del presupuesto, lo que se gasta para construir escuelas y guarderías, clínicas, centros de salud, hospitales y universidades. Por otra parte, las obras sociales, así como otros objetos se construyen a partir de las tecnologías más avanzadas. Esto se refiere tanto a las tecnologías utilizadas en la construcción como en el equipamiento de estas instalaciones.

Por ejemplo, una parte de los alimentos básicos (agua, sal, etc.) están proporcionados por el Estado de forma gratuita, y otros por un precio simbólico. El costo de los servicios públicos es muy bajo, alrededor de ocho dólares norteamericanos por un mes.

Durante la construcción de la vivienda el 50 por ciento de su costo está subsidiado por el Estado, el resto es pagado por el propietario durante 30 años. Con eso, el valor de la tasa del préstamo de crédito es de un por ciento.

Así que usted misma puede evaluar las medidas de política social en Turkmenistán. Tal vez por algo hace unos años en este país se declaró la era del poder y la felicidad.

Claro que los intereses de nuestros países en materia de salud pública, el deporte y la educación se cruzan. Además de eso, a esta altura, se está analizando el tema de la posibilidad de trasplantar órganos y tejidos por los especialistas belarusos y turcomanos. El proyecto demora mucho en desarrollarse debido a la necesidad de buscar una financiación.

Los atletas de los dos países cada año se reúnen para competir en el campo de entrenamiento. El año pasado, fue celebrada casi media docena de actividades deportivas conjuntas. Este año estamos en el mismo nivel de intensidad según la comunicación deportiva.

A su vez, las universidades de los dos países firmaron una serie de acuerdos de cooperación. Sólo en octubre del año pasado fueron celebrados cinco dichos acuerdos, cuya implementación este año iba a ganar impulso.

— Hablando de la esfera de educación. Usted mencionó que muchas universidades belarusas han firmado acuerdos de cooperación con sus socios de Turkmenistán. ¿En qué áreas se está desarrollando esta colaboración?

— Los acuerdos de cooperación interuniversitaria es un campo muy prometedor. Ellos permiten no sólo compartir las experiencias, sino también desarrollar el sistema educativo y hasta cierto punto fortalecer la cooperación científica.

Como ya he dicho, sólo en octubre del año pasado durante la visita del presidente de Turkmenistán en Minsk fueron firmados cinco acuerdos de cooperación interuniversitaria, lo que significa que la cooperación se está desarrollando mediante un intercambio de experiencias del personal docente, las pruebas de los estudiantes de pregrado de formación, de estudiantes de grado y de postgrado, el desarrollo conjunto de libros de texto electrónicos, la invitación de los profesores a dar conferencias, así como la participación recíproca en conferencias científicas, la ejecución de proyectos conjuntos de investigación, etcétera.

— Lamentablemente, tras el colapso de la antigua Unión Soviética fueron perdidos muchos vínculos culturales, lo que, por supuesto, empobrece a los dos pueblos. ¿Podría contar de algunas características reconocibles de la cultura rica y única de Turkmenistán? ¿En su opinión, qué rasgos valiosos para el mundo civilizado forman parte de la mentalidad del pueblo turcomano?


— Por supuesto, la cultura del pueblo turcomano es muy rica que se manifiesta en la vida cotidiana, en las vestimentas y los rituales.

Por ejemplo, para los turcomanos es obligatorio poner “tahua”. Los hombres, los jóvenes y los chicos, así como las muchachas hasta casarse llevan “tahua”, que en otros países asiáticos se llaman casquetes. Es más, son diferentes. Si los de jóvenes tienen líneas rojas y blancas formando círculos, los de las muchachas están adornados con los rombos de color rojo y amarillo. Al casarse, la chica quita “tahua” y pone un pañuelo.

“Tahua” ocupa un lugar especial en la vestimenta tradicional de Turkmenistán. Por un lado, cumple con una función muy utilitarista, pues protege la cabeza del sol fuerte, por el otro, tiene significado mágico. En los tiempos antiguos la gente creía que “tahua” protege al propietario de todo tipo de problemas, del mal de ojo y enfermedades. Según antiguas tradiciones, ni siquiera el viejo “tahua” estaba permitido dar de llevarlo a otra persona o tirar.

Además de eso, los hombres en la edad madura llevan los gorros de piel (normalmente de visón), lo que es una señal de su prosperidad.

También hay que poner los gorros de piel durante la visita de la mezquita. Y si la razón es el acontecimiento triste, el hombre está obligado a poner una gorra y no “tahua”.

La vida de turcomanos en casa suele pasar en el piso alfombrado: comida, sueño, etc. La alfombra turcomana es un tesoro nacional de Turkmenistán. Siempre muy rica, hecha a mano, que absorbe el amor y empeño de las artesanas que la han creado. La creación de una alfombra es un procedo largo y riguroso.

Muchas alfombras turcomanas se consideran valores culturales y son protegidos por el Estado. Hace falta señalar que el dibujo en la alfombra siempre es la historia, las tradiciones y las costumbres de las tribus que viven en Turkmenistán y los turcomanos que viven en una región particular del país.

El caballo de akhal-teke también es una parte de la cultura turcomana. Debido a su elegancia y belleza en Turkmenistán se lo llama caballo celestial. La cría de esta especie se realiza sólo en Turkmenistán. El caballo akhal-teke es parte del patrimonio nacional de Turkmenistán.

Se puede contar mucho sobre la cultura turcomana. Lamentablemente, las páginas de la revista no pueden caber toda la información al respecto.

Hablando de la mentalidad del pueblo turcomano, me gustaría destacar su gran sentido de patriotismo, el respeto hacia las personas mayores, y por supuesto, su paciencia. Creo que al grado de este sentimiento a los turcomanos no puede acercarse ninguna otras nación.

— ¿Cómo se está desarrollando hoy en día el diálogo intercultural y entre las civilizaciones entre nuestros dos pueblos, especialmente en el contexto de los principales problemas experimentados por el resto de Europa en las relaciones con el mundo musulmán?

— Es cierto que construir las relaciones belaruso-turcomanas ayuda en gran medida la cultura. Precisamente ella ayuda a entender mejor la historia y las tradiciones de cualquier nación. Es la cultura que ayuda a aproximar aún más a los dos pueblos. Los gobiernos de nuestros países prestan mucha atención a esta parte de las relaciones. Hablando de los eventos culturales de los últimos años se puede destacar la celebración de los Días de la Cultura, que sin duda es un acontecimiento cultural más importante que refleja el carácter oficial de este evento.

Cabe señalar que los eventos de este tipo se celebran de modo regular. Miren, en Belarús fueron celebradas las Jornadas de Cultura de Turkmenistán en 2010. En 2012, los Días de Cultura de la República de Belarús (abril) y la Jornada de Cine de Belarús (julio) tuvieron lugar en Turkmenistán. En julio de 2014 con un gran éxito en Minsk y Bobruysk fueron celebrados los Días de la Cultura de Turkmenistán en la República de Belarús. Además de eso, del 7 al 10 de diciembre de este año, en Turkmenistán fueron celebradas las Jornadas de la Cultura de Belarús, tuvieron lugar en Ashgabat y Turkmenabad (ex ciudad de Chardzhou). En el marco de los Días de la Cultura fue celebrada la Jornada del Cine y la Poesía. En los Días de la Cultura tomaron parte más de 60 personas: entre ellas los integrantes del conjunto, “Pesnyary”, el grupo artístico, “Khoroshki”, los artistas populares, Alexander Tikhanóvich y Yadviga Poplávskaya, así como Alena Lanskaya y la cantante de ópera, Nina Sharúbina. Además de eso, fue organizada una exposición de objetos de artes aplicadas y populares. Durante la Jornada de la Poesía con la participación del poeta, Ales Badak, fueron presentadas las mejores obras de la poesía y prosa belarusa, así como se dieron a conocer a sus colegas y el público turcomano las traducciones de las obras de los poetas y escritores turcomanos en el idioma belaruso. En el marco de la Jornada del Cine la audiencia pudo disfrutar de películas de largo metraje, documentales, así como de dibujos animados producidos por los estudios belarusos, “Belarusfilm”.

Además de los Días de la Cultura en colaboración con los socios de Turkmenistán realizamos también otras actividades que reúnen a muchas personas. Así, en el escenario del Circo Nacional de Belarús presentó su programa el grupo de jinetes turcomanos, “Galkinish”. A su vez, los belarusos tomaron parte de los eventos culturales celebrados en la zona turística nacional, “Avaza” (costa turcomana del Mar Caspio), dedicados al Día Internacional de la Infancia y el Festival Internacional Infantil de Música y Canto, “Avaza” (de junio a octubre de 2012). También en mayo de 2015, en el marco de la celebración del aniversario número 70 de la Gran Victoria en la capital de Turkmenistán, Ashgabat, actuó el conjunto, “Syabry”, dirigido por Anatoly Yermóklenko, fue mostrada la película de producción de los estudios cinematográficos “Belarusfilm”, “Fortaleza de Brest”, así como tuvo lugar una exposición de fotografías de los años de guerra. Así que no estamos olvidando de nuestro pasado común, sino estamos mirando con mucha confianza a nuestro futuro conjunto.

— Gracias por su tiempo, embajador.


Nina Románova
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