En el Museo Nacional de Historia de Belarús, Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich presentaron el nuevo libro-álbum de una serie del famoso proyecto de arte

“Patrimonio de Belarús”: tiene su continuación...

En el Museo Nacional de Historia de Belarús, Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich presentaron el nuevo libro-álbum de una serie del famoso proyecto de arte



En cierto momento, la aparición del primer libro-álbum, “Patrimonio de Belarús”, causó un verdadero furor. De este evento se habló mucho y no sólo en el ambiente cultural. Sorprendía aquel hecho de que los jóvenes autores (ambos trabajaban en la televisión belarusa) pudieron presentar el material gráfico y el diseño exterior del producto mejor que los reconocidos profesionales en esta esfera. Pero el verdadero descubrimiento fue el concepto temático del libro-álbum que cambió la visión en cuanto al patrimonio histórico y cultural de Belarús al parecer bastante humilde. Todo el mundo se quedó sorprendido por lo que vio en las páginas del libro. Muy pronto el “Patrimonio de Belarús” se convirtió en el álbum que se regalaba más a menudo a los visitantes de más alto rango. Además de eso, los diplomáticos belarusos en el extranjero siempre tenían en sus oficinas varios ejemplares para esta ocasión.

Sin exagerar, el proyecto cualtural, “Patrimonio de Belarús”, es uno de los proyectos de arte más importantes en el campo de la presentación visual del legado histórico y cultural de Belarús. Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich crearon su propio concepto artístico para la presentación de la historia y cultura de nuestro país y lograron combinar orgánicamente la publicación de libros de arte, películas de televisión y exposiciones fotográficas a fin de alcanzar el mismo objetivo: la promoción del patrimonio nacional de Belarús.

Utilizando nuevos métodos y medios de expresión imaginativa, Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich cambiaron los parámetros de lenguaje visual y plástico, al presentar un panorama pintoresco único del país con su singular paisaje arquitectónico y monumentos de la arquitectura. El álbum ofrece una nueva visión de Belarús y presenta páginas interesantes de la historia de nuestro país, así como la vida de su gente, promueve el diálogo intercultural y abre las páginas de la herencia belarusa para la comunidad mundial.


Los valores históricos del país –representado por los autores de la edición– son la encarnación perfecta de la herencia espiritual y material del pueblo belaruso, haciendo hincapié en un papel especial de Belarús en el contexto histórico y cultural de Europa, en particular, y el mundo, en general. En cierto momento, los maestros belarusas crearon castillos e iglesias muy lujosas y presentaron al mundo obras de oro únicas. Y aquí se reflejó la ubicación geográfica única del país: en las tierras belarusas no sólo copiaban las tradiciones culturales de Bizancio, Europa Occidental y Este, sino también trataban de incorporar secretos obtenidos en la cultura de sus vecinos más cercanos.

En la exposición –celebrada en el Museo Nacional de Historia de Belarús– fueron presentados todos libros-álbumes editados en los años de 2004 a 2015, incluyendo “Patrimonio de Belarús. Tesoros”, en el que los autores presentaron obras únicas verdaderamente nacionales. Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich fueron los primeros quien sistemáticamente recogían los objetos más importantes del arte decorativo creados de metales preciosos, que se conservaron en el territorio de Belarús moderna y que es su tesoro nacional. Al convertirse en los verdaderos pioneros en el camino de la recuperación de la memoria nacional, Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich tomaron una serie de medidas para desarrollar formas innovadoras de la toma de fotografías que pueden transmitir de manera plena y completa la grandeza fascinante del oro y el refinamiento aristocrático de la plata.

Ante nosotros se está desarrollando la historia del país, que se reflejó en el cambio del estilo de vasos sagrados, la complicación de los métodos de procesamiento del metal y la creación de obras artísticas acabadas.

Hace falta señalar que los autores están reconocidos en el ambiente cultural. Hace falta señalar que sus álbumes ganaron popularidad no sólo en Belarús, sino también en el extranjero y son parte de las colecciones de las bibliotecas más importantes del mundo, de las universidades de prestigio e instituciones culturales y diplomáticas, y de colecciones privadas.


A propósito, en sus películas documentales partes del ciclo, “Época”, los mismos autores abrieron una nueva etapa en su obra. A través de los nombres de famosos belarusos, ellos demostraron la relación entre Belarús y otros países. Al seguir la trayectoria del protagonista, los autores pusieron énfasis en su contribución a la comunidad internacional y en el estado de la nación belarusa. Los hechos presentados, la música bien elegida, los elementos escenográficos, las imágenes y la creación de muy buen ánimo: todo eso hizo de las películas documentales las verdaderas obras de arte de cine.

De 2003 a 2015 fueron celebradas más de 20 exposiciones nacionales e internacionales en Polonia, Francia, Gran Bretaña, Italia, Armenia... Fueron creados más de 100 episodios de la serie de televisión, “Nuestro Patrimonio”, dedicada a la herencia arquitectónica e histórica; más de 50 series del ciclo, “Época”, dedicado a los famosos personajes históricos oriundos de Belarús.

Por supuesto, el proyecto de arte, “Patrimonio de Belarús”, es un fenómeno en la cultura belarusa. Los autores pudieron expresar en complejo toda la profundidad y la riqueza del legado cultural nacional. Fue hecha una investigación a gran escala y llevado a cabo importante trabajo creativo. El éxito del proyecto está comprobado con una tirada total de publicaciones: 44 mil 500 copias, lo que actualmente es un hecho único en la edición nacional del libro.

El alto nivel artístico de los álbumes fue apreciado por varios premios. El 7 de enero de 2005, el presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, entregó a Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich el premio, “Por el renacimiento espiritual”. En el 45° concurso nacional, “Arte del Libro”, por el libro-álbum, “Patrimonio de Belarús”, los autores del proyecto por primera vez en catorce años fueron galardonados con una condecoración superior en el campo de la impresión: el Diploma de Francisco Skaryna. En 2008, al álbum, “Patrimonio de Belarús. Tesoros”, fue otorgado el Diploma del primer grado en el V Concurso Internacional de los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes, “Arte del Libro”. En 2015, Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich fueron galardonados con el Diploma del Ganador en el 54° concurso nacional, “Arte de Libro”, celebrado en Minsk, por un libro-álbum, “Tesoros de Belarús”.


El ministro de Cultura, Borís Svetlov (a la izquierda) con los autores del libro-álbum, "Patrimonio de Belarús"

El diálogo con los autores del proyecto


En el Museo Nacional de Historia de Belarús Alexander Alexéev y Oleg Lukashévich presentaron la nueva edición del libro-álbum, “Patrimonio de Belarús”. En víspera de este importante evento cultural los autores organizaron una exposición con la presentación de las fotografías del nuevo libro, así como ofrecieron una retrospectiva de todos los libros-álbumes publicados a partir del año 2004.  

— De hecho, impresiona mucho el número total de álbumes. En su opinión, ¿En qué está el secreto de tal éxito, dado que el costo del libro es bastante alto?


Oleg Lukashévich: Creo que deberíamos recordar cómo empezamos el proyecto, “Patrimonio de Belarús”, cómo surgió la misma idea. Yo y Alexander pensamos viajar al exterior y no pudimos adquirir un buen obsequio, que representaría Belarús. Recuerdo que en 1997, tuve una entrevista con Pierre Cardin en París, encontré un libro dedicado a Minsk de 50 páginas, de una calidad muy mala, pero era la única cosa que se podría regalar. En París, pasamos por una librería y en la sección con guías de los países decidimos preguntar, si tenían algo sobre Belarús. En un libro bastante grande a nuestro país fue dedicada una página con una foto de una hermosa puesta de sol sobre el pantano de Polesye. Nos sentimos ofendidos porque en realidad en la tienda no hubo ningún libro sobre nuestra patria. Pues la naturaleza, los paisajes son hermosos en cualquier país, incluso las arenas del Sahara fascinan a mucha gente... Pero en mi opinión, más plenamente conocer el país se puede sólo tras sus obras arquitectónicas: es lo primero que ven los visitantes que vienen, ni hablar de los turistas.

Sí, al principio los visitantes ven la arquitectura, y luego el resto. Observando obras arquitectónicas, se puede llegar a la conclusión en cuento al nivel del desarrollo del país, si está rico o no. En 2001, en la capital de Polonia, Varsovia, vimos una edición única del historiador y fotógrafo polaco, Román Aftanazi, “Historia de las residencias en las afueras de la antigua Rzeczpospolita”, donde fue recogido el material único sobre palacios, castillos y fincas, que se encontraban en el territorio de Belarús de hoy. Román Aftanazi visitó estas residencias antes de la Segunda Guerra Mundial y grabó un material único. Cuando lo vimos, nos quedamos muy sorprendidos. ¿Acaso en Belarús hubiera tanta riqueza? Hicimos una lista inicial de sitios por toda Belarús. Mientras trabajábamos en la Compañía de Televisión y Radio de Belarús propusimos hacer un proyecto de televisión a gran escala dedicado al patrimonio arquitectónico de nuestro país. En dos años, los televidentes pudieron ver cien episodios muy interesantes. Antes nadie hacía nada parecido.

Alexander Alexéev:
Pero lo más importante es que comenzamos a crear nuestro propio archivo de fotos muy únicas. Además de eso, en el mercado aparecieron buenos equipos digitales, lo que nos permitió pasar a la siguiente etapa: la publicación del álbum de calidad, donde nosotros no sólo presentamos nuestras fotografías, sino también hicimos todo el diseño y la maqueta. En octubre de 2004, fueron imprimidos los primeros tres mil ejemplares de la edición belaruso-inglesa, “Patrimonio de Belarús”, que tuvo un éxito increíble: en un mes fue vendida casi toda la edición. Para presentar el álbum en noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes de Belarús teníamos sólo unas 50 unidades. Por este trabajo obtuvimos el premio presidencial, “Por el renacimiento espiritual”. Además de eso, según los medios de comunicación polacos, nuestro libro-álbum fue todo un éxito de ventas.

Oleg Lukashévich: Entonces empezamos a pensar, por que logramos este éxito tan grande. La respuesta era simple, pues hicimos este libro con gran amor hacia nuestra Belarús. Queríamos mostrar que nuestras raíces provienen de la antigua tierra de Pólotsk, donde por un milagro ha sobrevivido la iglesia con frescos únicos, construida en el siglo XII por orden de la Venerable Eufrosíniya de Pólotsk. Además de eso, en el libro-álbum fueron presentadas todas las regiones de Belarús y para muchos, este libro fue un verdadero descubrimiento. Nos preguntaban: “¿Es Belarús, verdad?”

Alexander Alexéev: Claro que es imposible hacer un producto de calidad a bajo costo. Todo esto requiere importantes gastos. Por ejemplo, en París, los álbumes de este tipo, de 320 páginas, cuestan alrededor de 100 euros. Nuestros libros son dos veces más baratos.


— En sus álbumes no se puede ver ruinas históricas. ¿No les parece poco natural?

Alexander Alexéev: Belarús perdió mucho. Casi cada siglo traía ruinas y la desaparición de castillos, palacios, casas solariegas y templos. Tal vez sería conveniente admirar las ruinas en Italia o Francia, donde en cada pueblo hay un castillo, palacio o un magnífico templo. Cuando empezábamos nuestro proyecto, con conciencia decidimos recoger todo lo que había conservado. Queríamos mostrar a nuestros paisanos que tenemos mucho de qué sentirnos orgullosos. Claro que no hay ruinas comparables con el Coliseo Romano. Es imposible estar orgullosos de las ruinas del molino o de la finca. La demanda y la popularidad de nuestros álbumes mostraron que hicimos elección correcta. A pesar de que la creación del libro-álbum de este tipo es un trabajo duro y minucioso. Es más, siempre se trata de un gran proyecto de investigación.

Oleg Lukashévich: A primera vista es muy fácil hacer fotos de las obras arquitectónicas. La mayoría piensa que uno viene, hace foto y listo. Hoy en día, todos nosotros tenemos cámaras de fotografiar. Pero no todos hacen buenos fotos. Para sacar buenos fotos de las obras arquitectónicas mucho depende de la iluminación, que puede resaltar detalles y dar volumen y profundidad. Para obtener una imagen deseada nosotros varias veces visitamos los mismos lugares, con la lluvia y fuertes heladas. Por ejemplo, tomemos la foto de la iglesia en Gervyaty. Nosotros partimos de Minsk el día de lluvia y esperamos seis horas hasta que saliera el sol e iluminara el templo. Precisamente con el contraste del cielo y el sol brillante la arquitectura se ve más preciosa.

— ¿Tal vez pensaban hacen fotos a vista de pájaro? Ahora, a propósito, es de moda el uso de quadrocopters.

Alexander Alexéev: Desde hace mucho tiempo estamos pensando en ello. E incluso sacamos una serie de fotos desde helicóptero. Pero llegamos a la conclusión de que en nuestros álbumes deberíamos centrarnos en la arquitectura y no en la naturaleza y el paisaje. La naturaleza en Belarús es realmente muy hermosa. Pero a nosotros sobre todo nos gustaría mostrar la estética del cuadro. Por desgracia, las fotos de nuestros pueblos y ciudades –hechas desde el helicóptero– muestran toda la infraestructura, que se encuentra al lado de uno u otro monumento arquitectónico. Y en la mayoría de los casos, se trata de una granja agrícola o la producción industrial, es decir, de nuestro legado soviético que no es lindo para nada. El valor de este tipo de imágenes es sólo documental. A veces usamos la grúa de 25 metros, que nos permite subir por encima de la obra para resaltar toda la escala de su valor arquitectónico.


— Puedo suponer que la ola de interés hacia el patrimonio nacional, que proviene de los mediados de la década de 2000, sea también su gran mérito. ¿Si hablamos sobre el nuevo álbum, qué diferencia tiene con los anteriores?


— Alexander Alexéev:
El libro-álbum por primer vez está publicado en tres idiomas: belaruso, ruso e inglés, y contiene más de 400 fotos, sacadas en el período de 2014 a 2015. El libro da una imagen clara de cómo uno u otro monumento arquitectónico se ve hoy en día. Presentamos el patrimonio arquitectónico restaurado. Por supuesto, se puede hablar mucho sobre la calidad de la restauración, etc. Pero trabajando en este tema a partir del año 2001, recordamos cómo alguien gritaba, diciendo: ¿Para qué restaurar el Castillo de Mir o Nesvizh? ¡Qué se queden en ruinas! Pero el tiempo mostró que estas personas estaban equivocados.

Oleg Lukashévich: No podríamos suponer hace quince años atrás que un día fueran restauradas las fincas en Skoki y Mereszowszczyzna, los palacios en Pinsk, Kríchev y Gómel, los templos en Vólchin, Vítebsk, Brest, los castillos en Lyubcha y Lida, los ayuntamientos en Moguiliov y Minsk... Y el hecho de que hoy en día, Nesvizh recibe anualmente a medio millón de turistas dice que los monumentos restaurados gozan de mucha popularidad. Nos gustaría mucho que el Programa Nacional, “Castillos de Belarús”, sea financiado, y nosotros tengamos la oportunidad de presentar en cada nueva edición las obras conservadas y no la herencia perdida.



— Sus libros permanecen ahora en las colecciones de las bibliotecas más importantes del mundo, las universidades de prestigio e instituciones culturales y misiones diplomáticas. Son parte de la biblioteca del Papa de Roma y la Reina de Gran Bretaña. A propósito, según yo sé, usted ha regalado su libro a Juan Pablo II...

Oleg Lukashévich: Es verdad. Nuestro primer libro-álbum lo presentamos en Italia en octubre de 2004, durante los Días de la Cultura de Belarús. De la organización de este evento cultural se ocupó la embajada de Belarús en Italia en la cooperación con la parte italiana. Y fueron los italianos que propusieron tomar parte de la audiencia con el Papa de Roma, en cuya final sólo un número limitado de personas tuvo la posibilidad de acercarse para obtener la bendición del Papa. Y, por supuesto, tuvimos el gran honor de entregar a Juan Pablo II nuestro libro-álbum. Algún tiempo después, recibimos una carta de la Secretaría de Estado de Vaticano, firmada por el Papa, con la expresión de su agradecimiento “... por el interesante libro, “Patrimonio de Belarús”, ilustrado con bellas imágenes”. Y esto es realmente una alta valoración de nuestro trabajo.

Alexander Alexéev: Por supuesto, es muy agradable cuando entramos al sitio web de la Biblioteca Pública de Nueva York y vemos el libro con nuestros autógrafos. También nos agrada, cuando los diplomáticos belarusos –asumiendo el cargo– regalan nuestros libros-álbumes a los jefes de Estado. Nosotros, personalmente, regalamos muchos libros a las celebridades culturales extranjeras, participando en los festivales en Cannes, Berlín y Venecia. Creando un proyecto de televisión, “Época”, dedicado a los famosos oriundos de Belarús, en agradecimiento regalamos nuestros álbumes a los parientes de Ignatio Domeyko en Chile, de Marc Chagall en Francia y Estados Unidos, de Napoleón Ordá en Francia, de Nikolai Sudzilovsky-Roussel en Japón... Es importante también que los materiales del proyecto, “Patrimonio de Belarús”, fueron utilizados en la preparación de la documentación para la presentación de los monumentos arquitectónicos de Nesvizh y Pólotsk a fin de ser incluidos en la Lista del Patrimonio Natural y Cultural del Mundo de la UNESCO.

Veniamín Mikhéev
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