Para servir en una mesa común

Belarús aumenta los suministros de alimentos al mercado ruso en 4.7 mil millones de dólares

El año pasado, las exportaciones de alimentos belarusos a Rusia alcanzaron un récord. El 17 por ciento de crecimiento en comparación con el año 2012 fue alcanzado por la demanda de quesos, mantequilla, leche desnatada en polvo, carne de ave y carne de res. A Rusia fue enviado más del 80 por ciento de todos los alimentos producidos en Belarús.

Este año, la tendencia positiva continúa. Durante cuatro primeros meses el monto de las exportaciones de alimentos a Rusia superó un mil 500 millones de dólares norteamericanos. Eso es casi el 85 por ciento de todas las exportaciones belarusas. Recientemente, el deseo de ver en los estantes más número de productos belarusos lo han expresado las autoridades de Moscú. Está previsto aumentar el 15 por ciento las entregas a la capital rusa. Lo que confirma un documento firmado en Minsk en el marco de la celebración de la exposición internacional, “Belagro-2014”, por el ministro de Agricultura y Productos de Alimentación de Belarús, Leonid Zayats, y el jefe del Departamento de Comercio y Servicios de Moscú, Alexei Nemeryuk.


Las 77 regiones de Rusia son los consumidores de productos belarusos. Los suministros más grandes, además de Moscú, tradicionalmente se realizan a la provincia de Moscú y San Petersburgo. Lo que es por la proximidad a Minsk: hay posibilidad de suministrar productos frescos en un solo día. Pero en la provincia de Amur también ya conocen el sabor de los productos lácteos y cárnicos de Belarús. El año pasado allí fueron exportados los alimentos.

El director del departamento general de las actividades económicas exteriores de Belarús el Ministerio de Agricultura, Alexei Bogdánov, considera la reactivación de las exportaciones al mercado ruso un resultado de la cooperación económica bilateral, apoyada de la reciente firma de un acuerdo sobre la creación de la Unión Económica Euroasiática:

— Estamos desarrollando las relaciones constructivas con nuestros colegas rusos. Las guerras comerciales y económicas, así como las reclamaciones mutuas en cuanto a las cuotas de exportación de productos alimenticios o el dumping en el mercado común se quedaron en el pasado. Los temas –que surgen– se están analizando por las comisiones de saldo y la Junta Mixta de los ministerios de Agricultura de Rusia y Belarús. Lo que se hizo posible gracias al acercamiento de las posiciones y el entendimiento mutuo en cuanto a las tareas del sector industrial puestas por los presidentes de Belarús y Rusia. No se trata del choque de los intereses de los productores nacionales en el mercado común, sino del desarrollo planificado del sector agrícola y de la industria de transformación con el fin de garantizar la seguridad alimentaria de la Unión de dos Estados y el suministro de productos competitivos en los mercados de terceros países.

Hoy en día, la participación de Belarús en las importaciones totales de alimentos a Rusia es del 12.5 por ciento. En la importación de productos lácteos, es mucho más grande: el 36 por ciento. Lo que se ha hecho posible tras llevar a cabo a lo largo de los últimos años una modernización a gran escala de la industria láctea. El equipo más moderno instalado en las plantas de procesamiento, la reconstrucción de mil 200 granjas lecheras, el aumento de capacidades de refrigeración y la estricta inspección sanitaria veterinaria. Todo estoha permitido últimamente mejorar la calidad de los productos lácteos.

Sin embargo, hay problemas. Este año, ha crecido los suministros de los productos falsificados al mercado ruso. Bajo la marca “Hecho en Belarús” se venden alimentos falsificados de dudosa calidad. En particular, bajo la apariencia de queso en las redes comerciales rusas se vende el así llamado producto de queso, que contiene en vez de proteínas y grasa animal los componentes vegetales, que aparecen tras mezclar el aceite de palma y la caseína. El producto de este tipo es casi dos veces más barato, pero en las tiendas su valor es casi igual. Los compradores no siempre pueden distinguir una falsificación. Hace falta señalar que el tema del suministro de productos falsificadosha sido planteado repetidamente en Belarús y Rusia. Pero hasta el momento no ha sido solucionado  este gran problema.

Cabe destacar que para el año 2020 Belarús planea aumentar la producción de leche hasta 10 millones de toneladas desde los actuales 6 millones. Por lo tanto, junto con la expansión de su presencia en el mercado ruso, nuestro país tiene la intención de desarrollar otros canales de distribución. En el Ministerio de Agricultura y Productos Alimenticios de Belarús esperan que en un futuro próximo una lista de más de 60 países –que consumen alimentos belarusos a esta altura– será complementada con nuevas direcciones.

Líliya Khlystún

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