Otro formato de la vida en el campo

Vivir en el campo con el confort urbano
Vivir en el campo con el confort urbano. Tener vida cómoda e ingresos decentes: éstas son las principales tareas planteadas en el Programa Nacional de Desarrollo Rural, para cuyo cumplimiento a partir de 2005 fue gastada una enorme cantidad de dinero. Sólo en la provincia de Moguiliov aparecieron 203 agro-ciudades: una más de lo previsto. ¿Cómo ha cambiado desde entonces la vida de vecinos de zonas rurales? ¿Sus viviendas se hicieron más cómodas, el ocio más interesante y los salarios más altos? En busca de la respuesta nuestro corresponsal visitó el agro-ciudad de Lénino, municipio de Gorki.



En opinión de muchas personas, las agro-ciudades agrícolas es una serie de casas de colores con todas las comodidades construidos en el marco del programa presidencial. Es más, tienen gas, calles asfaltadas, su propia oficina de correos, tienda, jardín de infancia y escuela. Pero la agro-ciudad de Lénino además de estas instalaciones cuenta también con la biblioteca, el museo, filial de Gorki de la escuela de artes, el colegio pedagógico y el complejo turístico. El museo de la fraternidad militar polaco-soviética fue inaugurado aquí en 1968 en honor del 25° aniversario de la batalla contra los alemanes nazis, que tuvo lugar en las afueras de Lénino con la participación de la Primera División de Infantería de Polonia Tadeusz Kosciuszko junto con las unidades soviéticas. Desde entonces, cada año aquí vienen delegaciones desde Polonia, Belarús y Rusia.

El presidente del Gobierno de la agro-ciudad de Lénino, Constantino Karpitsky, recuerda:

— En los años setenta del siglo pasado fue construido también un hotel de seis pisos con un restaurante. La mayor parte del año él permaneció vacío, en la época de la antigua Unión Soviética lo querían abandonar y cortar de calefacción. Afortunadamente, el edificio se conservó. Una vez en 2006 el pueblo se convirtió en una agro-ciudad, aquí se encuentra el albergue de jóvenes profesionales que llegan al graduarse de la universidad. Así que en el antiguo hotel a esta altura se encuentra el albergue con todas las comodidades necesarias.

En el bloque –que cuenta con dos habitaciones– vive la familia Yakubovsky. A la agro-ciudad de Lénino Victoria llegó, una vez terminado el Colegio de Artes de Moguiliov. A los 21 años de edad, ella ocupó el puesto de la directora de la Casa de Cultura local y se quedó aquí para siempre por varias razones:

— En seguida me gustó la agro-ciudad: era hermosa, cómoda y bien mantenida. Me di cuenta de que no me aburriría aquí. Trabajo creativo y gente buena. Comenzamos a organizar diferentes actividades, las personas venían para pasar tiempo de todos los alrededores. Además de eso, teníamos el conjunto de la canción popular, “Ternitsa”. Tres veces a la semana mostramos películas nuevas. Además de eso, pronto me ofrecieron una vivienda. El albergue parecía al hotel de apartamentos de una o dos habitaciones. Por aquí conocí a mi futuro esposo, Dmitry. Nos casamos y nació nuestra hija. A la edad de dos años, ella comenzó a ir al jardín de infancia. Además de eso, en la agro-ciudad hay escuela y policlínico: uno puede obtener consulta de terapeuta, fisioterapeuta y dentista. Hay farmacia. También se puede obtener toda una variedad de servicios: reparar ropa, labrar terreno, colocar invernadero o pintar casa. Así que estamos viviendo en la naturaleza, pero con todas las comodidades urbanas.

Hace falta señalar que la directora de la Casa de Cultura local gana en torno a tres millones y medio de rublos belarusos. Su esposo –que está estudiando por la correspondencia en Minsk– gana unos cinco millones de rublos belarusos. Dicen que les alcanza la plata para vivir bien:

— Durante el invierno pagamos por el albergue unos 350 mil rublos belarusos al mes y en verano incluso menos. Ya hemos adquirido un auto y pensamos a construir una casa.

En la agro-ciudad de 513 unas 300 familias tienen coche. Pero llegar a Gorki se puede sin problema. Los autobuses y taxis salen cada hora. Así tenemos una excelente conexión de transporte, aseguran los lugareños, lo que otra ventaja de  esta agro-ciudad. Hace poco fueron pavimentadas no las calles de la agro-ciudad, sino también de los alrededores.

Galina Garstukova también tiene su propio auto. Se trasladó a Lénino hace unos años desde la ciudad de Vítebsk y a veces se pregunta:

— ¿Cómo habría podido vivir tantos años en una ciudad congestionada? Ahora nos vamos a Vítebsk sólo para ver el festival, “Bazar Eslavo”. Vivir en la ciudad es una pérdida de tiempo. Aquí es muy tranquilo.

Galina es vendedora, pero aquí está trabajando de asistente en el jardín de infancia. Su esposa encontró el puesto del cosechador en la economía local. Galina cuenta:

— El salario no es muy grande, unos tres millones de rublos belarusos al mes. Durante la cosecha su esposo recibe más de seis millones. Pero aquí hay otros beneficios. Tenemos nuestra propia casa, gallinas y gansos. Además de eso, por allí cerca se encuentra el jardín, la escuela y el colegio pedagógico. Nuestra hija mayor de 16 años de edad estudia en el colegio y dice que no le apetece ir a ninguna parte.


El centro de recreación, “Merea”

El director del colegio pedagógico, Sergei Penchansky, dice con orgullo:

— La plantilla está formada de 70 personas, de las cuales 38 son nuestros graduados. En general, de 85 a 95 por ciento de nuestros escolares se quedan en el campo. En la agro-ciudad de Lénino hay escuela secundaria y escuela de artes, cuya filial apareció aquí, una vez otorgado al pueblo del nuevo estatus.

Liudmila Koróbkina de 32 años de edad vino a Lénino después de graduarse de la universidad. Trabaja de la educadora en el jardín de infancia. Se casó y dio a luz aquí:

— No es necesario buscar algo mejor, aquí todo está bien. Para los niños hay todas las condiciones, en el jardín en septiembre planean abrir un grupo de sanatorio, los sábados en la Casa de Cultura tienen lugar las discotecas para los niños. La escuela de artes ofrece numerosos talleres de interés: modelado, pintura, música... Casi todos los escolares de la agro-ciudad vienen aquí. Además de eso, aquí hay una buena biblioteca y buena base de recreación, que visitan los lugareños y visitantes. El esposo de Liudmila –que trabaja en el servicio de seguridad en el centro de recreación, “Merea”– cuenta:

— Mi hermano vive en Minsk. Pero no me gusta vivir en una ciudad grande. Trabajé durante once años como mecánico en una granja local. A su vez, mi esposa sigue trabajando en el criadero de cerdos. Tenemos casa con todas las comodidades. Nuestro hijo está creciendo. Además de eso, tenemos trabajo y hogar y todos los servicios sociales. No necesitamos nada más para sentirnos felices.

Una vez el pueblo Lénino se convirtió en la agro-ciudad, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural, fueron construidas 74 casas. Ninguna de ellas estaba vacía. Hoy en día, aquí están viviendo mecánicos, criadores de ganado, ordeñadoras e ingenieros del criadero local, “Lénino”. En total, son 270 personas. Según el director, Alexander Krupenko, todo está muy bien:

— Los jóvenes –que trabajan allí después de graduarse– toman la decisión de quedarse. Por lo tanto, ya tenemos dos agrónomos, dos economistas, un técnico de animales de granja y un constructor. Hoy en día, el salario promedio en la agro-ciudad es de unos cinco millones de rublos belarusos. Los operadores de máquinas y las ordeñadoras reciben tres millones 700 mil de rublos belarusos. Pero en época de la cosecha la gente recibe aún más: hasta quince millones. Además de eso, los trabajadores obtienen de cada tonelada de grano un kilo de grano.


Además de eso, en la agro-ciudad de Lénino fue creado un nuevo complejo lácteo para 840 cabezas de ganado. El año pasado fue construido otro complejo para 536 animales. Hace falta señalar que los nuevos complejos están equipados con modernos equipos y tienen una estación de alimentación suplementaria para los animales. Cada vaca está tratada de modo individual. El aparato inteligente decide cuánto alimento es necesario agregar al menú diario de cada vaca lechera. La economía –que incluye sólo cinco granjas y el complejo de cría de cerdos– aposta por la producción de la leche. Y las cifras van en aumento. El año pasado, la planta de cría vendió seis mil 607 toneladas de leche, un aumento en relación con el año anterior fue de casi el ocho por ciento.

Además de eso, los trabajadores locales ganan regularmente los concursos de todos los niveles, incluso el famoso concurso, “Dazhinki”. Lo que no sólo es respetado, sino también garantiza un aumento sustancial del salario.

En general, la gente local no se queja a nada. Tomando en consideración el número de jóvenes que viven aquí, seguramente Lénino tiene futuro. A esta altura, al jardín de infancia van 40 niños. El año pasado, en la agro-ciudad nacieron otros doce bebés. La vida sigue...

Víktor Petruchenya, vicepresidente de la Comisión de Agricultura y Alimentación del Gobierno de la ciudad de Moguiliov:

— El Programa Nacional de Desarrollo Rural no sólo define las principales orientaciones de la intensificación de la esfera de la producción agrícola, sino también da solución a los problemas de vivienda y de personal. Las viviendas en las agro-ciudades disponen de la misma comodidad que en la ciudad, pero al mismo tiempo tienen las características de la vida rural con su mentalidad específica. Sólo en los últimos cuatro años, en las zonas rurales de la provincia de Moguiliov fueron construidas 42 casas con una área total de más de tres mil 500 metros cuadrados. En cuanto a los puestos de trabajo, en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural durante los años de 2011 a 2015 en la provincia fueron creados más de un mil quinientos empleos. En las obras públicas estaban ocupadas temporalmente más de cuatro mil 700 personas. A su vez, 155 aldeanos fueron dirigidos para obtener formación profesional. En el marco de la “práctica juvenil” el trabajo temporal se lo recibieron 800 estudiantes. Y eso ya no es todo. En las zonas rurales, fueron reparados 15 kilómetros de sistemas de calefacción, 11 salas de calderas, 15 pozos artesianos, así como fueron cambiadas redes de agua y alcantarillado, techos de los edificios residenciales y fueron reconstruidos más de 210 kilómetros de redes eléctricas y líneas de transmisión. Fue pasado el gas a las ciudades y los asentamientos agrícolas y reparados más de 62 kilómetros de caminos vecinales. Además de eso, fueron llevadas a cabo las obras de reparación de 68 escuelas y jardines de infancia situados en las zonas rurales, más de un centenar de tiendas, fueron puestos en funcionamiento cuatro instituciones de salud. Fueron informatizados 23 centros de recreación rural en las agro-ciudades y ahora ellos tienen acceso a Internet. Fueron creadas siete agro-haciendas, una tienda de venta de productos artesanales de la zona. Así que hemos creado y seguiremos creando todas las comodidades para aquella gente que quiera vivir y trabajar en el campo belaruso.

Olga Kislyak
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