La tarta ganadora. Autor — Dzmitriy Antsipenka de Gomel
Pero antes de subir a la cima del Olimpo culinario, los pasteleros necesitan comprobar su profesionalidad en diferentes concursos culinarios.
Así, durante casi diez años en Minsk se celebra la feria anual, “Panadería y Confitería”, en la que sus productos presentan no son sólo los pasteleros de todas las provincias belarusas, sino también maestros extranjeros. El año pasado, en el marco de la feria tuvo lugar también el campeonato internacional de artes culinarias y el concurso de repostería, “Triunfo de estilo y sabor”. Sus ganadores tuvieron el honor de representar nuestro país en la Copa Mundial de artes culinarios. La oportunidad de conquistar un jurado internacional a los belarusos se les dio el Ministerio de Agricultura y Productos Alimenticios, así como el Ministerio de Comercio de Belarús junto con la revista, “Panadero”. A propósito, esta revista y su editora en jefe, Liudmila Ovsiánnikova, son activos organizadores de concursos “dulces” en Belarús, así como de los concursos internacionales bien prestigiosos. Así que Liudmila Ovsiánnikova nos contará de todos los detalles del “dulce oficio”.
Personalidades “dulces”
Los autores de las obras dulces comestibles –que fueron galardonados con las medallas de oro– son Dmitry Antípenko, Inna Varénnikova y Natalia Sharay. A su vez, Inna Yakovchuk y Nadezhda Bogatenko recibieron medallas de plata. Por supuesto, no son todos los nombres de los premios. En realidad las obras maestras dulces de nuestros pasteleros eran tan deliciosas que, en mi opinión, no debemos centrarnos y hablar sobre la competencia en las artes culinarias. Sólo tenemos que disfrutar de las formas de los pasteles presentados, así como de la perfección de sus formas. Hace falta señalar que cada pastel es el reflejo de la profesionalidad del pastelero, la habilidad de sus manos y buena combinación de ingredientes. Es imposible crear un buen producto sin un sentido del estilo, la capacidad de pensar de forma asociativa y, por supuesto, sin amar su oficio. Tal vez por eso los pasteles presentados son parte de la exhibición de museo y no desaparecen de las mesas. Por ejemplo, una composición dulce de medio metro, “Assol”, presentada por Olga Rybaltóvskaya de la ciudad de Baránovichi, ha sido galardonada con la medalla de bronce y ahora adorna la vitrina en una de las confiterías de Luxemburgo. Nadezhda Bogatenko, la pastelera de la empresa, “Vitebskhlebprom”, presentó su interpretación de una pintura del reconocido artista belaruso, Kazimir Malévich. A su vez, Nina Yakovchuk, empleada de una panadería de Zhlobin, impresionó al jurado internacional con sus flores de azúcar. El pastelero, Alexei Ivanov –que está trabajando en la empresa, “Gomelhlebprom”– añadió al internacional concurso culinario un toque de autenticidad belarusa. Su cesta de mimbre con piñas y ramas –parecida a una joya– atrajo mucha atención de los visitantes de la feria.
Natalia Sharay
A su vez, el colega de Alexei Ivanov, Dmitri Antipenko, ganador de muchos concursos culinarios, presentó el trabajo hecho de caramelo, “Dueño de Mares”.
Los medios de comunicación extranjeros, el jurado, así como los visitantes del concurso, destacaron a los participantes belarusos como los más laboriosos, interesantes y más valientes y persistentes. Cabe destacar que sin ninguna duda es muy complicado llevar los pasteles hasta el lugar de la exhibición, pues son inevitables los cambios de la temperatura que pueden dañarlos, así como la vibración durante el viaje y el obligatorio control aduanero.
Cuadros recién hechos
Se considera que la pastelería se hizo popular en el mundo cuando en el siglo XVI, el farmacéutico belga confundió algo, creando una receta contra la tos. Así apareció el chocolate. Aunque para ser justos, hace falta señalar que aún los antiguos egipcios poseían la tecnología de elaboración de pasteles. Su componente principal eran fechas. También en Belarús en diferentes tiempos la gente disfrutaba mucho de los pasteles de miel y de jengibre con las tuercas.
Ahora cada uno puede aprender a hacer dulces de distinta complejidad: desde galletas, pasteles hasta los profiteroles. La formación profesional y las habilidades necesarias los interesados pueden adquirirlos en cursos de repostería, que cada día invitan a tomar clases gracias a la promoción de la profesión de confitero. Es más, me gustaría ofrecerles algunas cifras muy interesantes.
Inna Verénnikova
En 2014, el volumen de productos de confitería en nuestro país fue de 151 mil 200 toneladas, de los cuales 57 mil 500 toneladas de azúcar y 93 mil 700 toneladas de harina...
Además de eso, las fotografías con maravillosas pasteles a menudo están presentadas en las páginas personales en las redes sociales. Los programas de televisión –transmitidas el fin de semana– cuentan cómo hacer pasteles, qué componentes tienen los mismos y por qué son tan deliciosos. A esta altura, cada ama de casa quiere sorprender a sus invitados no sólo con el contenido de postre, sino también con su imagen. Hace falta señalar que hoy en día, se pone de moda regalar a las amigas un pastel decorado con rosas, o, digamos, encargar un pastel de cumpleaños, cuya parte superior sería decorada con una foto que se puede comer. También en la columna culinaria en Internet se puede leer un chisme que una mujer preparó para su esposo –que no come dulces– una torta en forma de “cerdo horneado”. Sólo al comenzar a comer, el esposo se adivinó que era torta y no un pedacito de carne tierna y bien deliciosa…
Los verdaderos artistas y maestros de la clase alta, así como la élite de la comunidad culinaria, se reúne en foros temáticos, en concursos y campeonatos culinarios como, por ejemplo, “Reina de la pastelería” (en el idioma inglés, The Party Queen — Aut.) Es el campeonato de mujeres que hacen pasteles, que se celebra en el marco de la feria más importante, SIGEP, en Italia. Está reconocida como una de las plataformas de comercio más importantes de Europa destinadas para la producción de equipos para las confiterías, pastelerías y heladerías. A la feria asisten los representantes de más de doce países, incluyendo a los mejores pasteleros de Belarús.
Saludable y delicioso
Hoy en día, la mayoría de las tiendas belarusas ofrecen la repostería de su propia producción. Al parecer por el gran número de panaderos privados, ya no se necesitan empresas públicas que se ocupan de la producción de pan y panadería. Pero no es así. Las empresas públicas también aportan al hecho de “hacer fiesta para todo el mundo”. Sus recetas son muy rica y únicas. Por ejemplo, la panadería No.5 de Minsk prepara el pastel de ricota de ingredientes completamente naturales, sin aditivos químicos.
Volga Miatlitskaya y su tarta exclusiva
Claro que es todo un placer recorrer las confiterías con vitrinas llenas de dulces de colores. Al ver el pastel en forma de billete de cien dólares, a la mente ya no viene una pregunta tipo: “¿Y eso se puede comer?” Pero a veces sucede que a uno le gustaría mucho primero poner un sombrero con moños y flores y luego comer un pedacito. Se trata de la torta, con cuya autora, ganadora el concurso, “El mejor pastel”, yo tuve la posibilidad de conversar después de probar un pedazo de su obra maestra dulce.
Olga Metlítskaya es una pastelera joven y talentosa que está trabajando en el supermercado de la cadena comercial, “Vitalyur”, en Minsk durante diez años. Es una participante muy activa de muchos concursos culinarios, tanto municipales como internacionales, y ganadora de muchos premios.
— ¿Olga, en qué concursos culinarios ha participado usted?
— En 2008, gané una medalla de bronce en la Copa Mundial Culinaria en la ciudad de Erfurt, Alemania. Este concurso se celebra cada cuatro años y podría ser comparado con los Juegos Olímpicos en el deporte. También en la ciudad de Brest, donde yo he vivido antes de casarme, participé en el concurso culinario y ocupé el segundo puesto. Además de eso, tomé parte de varios concursos provinciales y nacionales.
— Y entonces, ¿cuáles son sus planes?
— Seguir desarrollando mi maestría y pasar al nivel internacional, así como participar en profesionales seminarios culinarios y clases magistrales. En una palabra, seguir mejorando mis habilidades.
— ¿En su opinión, vale la pena organizar concursos culinarios?
— Claro que sí. Creo que estos concursos ayudan a mejorar la calidad de productos culinarios. Pero en realidad estamos trabajando para hacer nuestro mundo un poco mejor y alegrar a la gente. Todos sabemos, cuánta alegría puede traer un pastel de fiesta compartido entre los familiares, parientes y amigos.
— A mí me parece que el pastel-obra maestra debería ser también saludable. ¿Qué piensa al respecto?
— Al menos no dañino. Ahora es muy complicado hacer un producto que no tenga aditivos químicos. Por lo tanto, el pastel “puro” en cierto sentido, ya es una obra exclusiva. A propósito, en los concursos culinarios uno de los criterios de evaluación positiva del pastel se considera la ausencia de sustancias insalubres.
— ¿Para crear pasteles –que según su “arquitectura” sean diferentes a las tortas comunes– uno debería tener algunas habilidades adicionales? A mí me parece, para hacer venas de los pétalos de azúcar o pequeñas figuritas, o “construir” barcos es necesario tener talento de artista.
— Por supuesto, es bienvenido cualquier conocimiento que ayuda a hacer un pastel de calidad. Pero el mismo no se da en ningún taller de pasteleros. Al menos por ahora. Cada año aumenta notablemente el nivel profesional de los participantes de concursos culinarios. Por lo tanto, creo que tarde o temprano vamos a tener la posibilidad de obtener conocimientos más profundos. Mientras tanto, cada uno sigue mejorando sólo por su gran deseo de hacer algo lindo y sorprender a los demás.
— ¿Y de dónde se le vienen las ideas?
— De hecho, de todas partes. Mientras voy en el transporte público, mientras leo algo... Luego me acuesto en la cama, cierro los ojos y de pronto veo mi futuro pastel. Al igual como sucede en el arte de costura, pintura y en el diseño...
— ¿Las recetas de los pasteles y la decoración se lo hace una sola persona o existe un equipo “culinario”, digamos?
— ¡Sería bueno de dividir estas dos cosas! Por lo general, a uno le gusta más hacer masa y al otro decorar. Pero en nuestro caso de todo se ocupa una sola persona. Claro que el tecnólogo a veces puede dar un consejo útil. A veces el cliente cuenta sobre sus preferencias en cuanto al sabor del pastel que pide hacer.
— ¿Es difícil decorar el pastel?
— Depende de la experiencia. Cuánto más práctica, mejor. Pero a veces para hacer algunos elementos de decoración se necesitan unas cuantas semanas.
— A mí me gustaría saber, ¿cuánto tiempo demoró usted en hacer el moño en su pastel-sombrero?
— No mucho: un par de minutos.
Alisa Krasóvskaya