Los analistas, científicos políticos, representantes de centros de investigación y fundaciones políticas de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia asistieron a la conferencia internacional, “Diálogo de Minsk”, para participar en una discusión acerca de los logros y los retos del futuro

Minsk indicó el camino hacia la paz

En el febrero de 2015 fueron celebrados los acuerdos de Minsk, que se han convertido en un punto de referencia en la resolución del conflicto en la vecina Ucrania. Sin duda, una noche sin dormir que pasaron en Minsk los líderes europeos, Angela Merkel, Francois Hollande, Vladímir Putin y Petro Poroshenko, ha escrito su página en el libro de la historia... Hoy en día, hay un gran número de diferentes evaluaciones en cuanto a los avances del proceso de Minsk, pero sin importar el tono, las partes en conflicto, así como los observadores coinciden en una sola cosa: es un mecanismo de resolución, que no tiene otra alternativa.



En el febrero de ese año más tarde, Minsk ha vuelto a ser un lugar de encuentro del “Cuarteto de Normandía”, sólo que esta vez en el nivel de equipos de expertos. Los analistas, científicos políticos, representantes de centros de investigación y fundaciones políticas de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia asistieron a la conferencia internacional, “Diálogo de Minsk”, para participar en una discusión acerca de los logros y los retos del futuro.

A la opinión de los críticos dicen que Ucrania está todavía lejos de la paz, los participantes de la conferencia dieron un contra-argumento común: “Es cierto, “Minsk-2” no trajo la paz definitiva. ¡Pero! Las acciones de guerra ya no son tan intensos. ¿Acaso no sea suficiente, cuando estamos hablando de vidas humanas?

En estas circunstancias hizo hincapié el representante especial del presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en el grupo de contacto tripartita sobre Ucrania, Martin Saydik. Él dijo al respecto: “Se observa una disminución significativa en el número de víctimas, sobre todo entre la población civil. Este es un logro muy importante”. Además de eso, Martin Saydik habló sobre el progreso en la esfera de la seguridad tras los acuerdos de Minsk. Toda la importancia de este hecho empezamos a entenderla en el ejemplo de Siria, donde no se pudo llegar a algo como los acuerdos de Minsk. Ginebra no pudo cumplir con esta función.

Y aquí sólo llega un momento muy importante en la re-evaluación de Minsk hacia su mayor, por así decirlo, intensidad de capital político. En este punto enfocó su atención el experto alemán, Wolfgang Zender. En Minsk, dijo él, tenemos que ver el cuadro más amplio, porque el conflicto en Ucrania refleja una confrontación más amplia. La moderna esfera de conflictos inicia en el norte del Ártico, pasa a través del Báltico, Ucrania, Moldova y Siria y afecta a todas las áreas: desde la economía hasta la esfera social. En realidad, el área de conflicto se está expandiendo, y el Occidente y Oriente han perdido la plataforma de negociación. La limitación de plataformas para la discusión limitará la posibilidad de resolver los problemas.

Y aquí el representante de Alemania señaló que Belarús volvió a ser el foco de la atención internacional. “Minsk-2” demostró como el Occidente y Oriente podría resolver con éxito muchos conflictos, si utilizan Belarús como una plataforma para negociar y como la parte de estas mismas negociaciones.

¿Por qué Belarús podría servir para resolucionar conflictos?

Wolfgang Zender respondió de manera bastante convincente: “En primer lugar, todas las partes en el conflicto consideran Belarús como el territorio neutral, que busca buenas relaciones tanto con el Occidente como el Oriente. Es el derecho de Belarús como país soberano e independiente. En segundo lugar, allí ven una alta comprensión por Minsk del contexto regional, y la forma de interactuar con el Occidente y Oriente. En tercer lugar, Belarús está interesada mucho en la resolución del conflicto en el este de Ucrania. La motivación para esto no sólo es la seguridad regional de su país. Belarús ha sufrido de sanciones (contra Rusia), aunque no es parte del conflicto”.

Por lo tanto, según los observadores europeos, Minsk ha tomado grandes esfuerzos para ampliar su poder blando y “Minsk-2” se ha convertido en la piedra angular de este importante asunto. Tengan en cuenta: por primera vez en relación con Belarús sonó la frase “poder blando”, lo que implica la capacidad de lograr los resultados deseados a partir de la participación voluntaria y la importancia del papel diplomático.

El Occidente lo toma positivamente, ya que ahora la moderna Europa carece de una diplomacia de este tipo. Así, el experto alemán hace un llamamiento al Occidente a ayudar a Belarús económicamente, para que ella pueda centrarse en la diplomacia de la paz. Es necesario eliminar las sanciones contra Belarús para mejorar la confianza.

Ya en el banquillo, hablando conmigo, Wolfgang Zender dijo que nosotros ahora tenemos nuevos horizontes. Y si el Occidente hoy en día hace buenas propuestas para Belarús, esto no significa que trata de hacer participar nuestro país en los juegos geopolíticos. Esto significa que aquí, en Minsk, han sido tomadas las decisiones que mejorarán el contexto político en Europa. Minsk puede convertirse en la nueva Viena, Ginebra o Helsinki, ya que se encuentra entre dos grandes potencias. Y este lugar es un recurso importante también porque ningún otro país comprende tanto y dispone de tanta confianza de parte de Rusia como Belarús.

Nina Románova
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