Más de tres millones 500 belarusos viven hoy en día en diferentes países del mundos
Liudmila Annus nació en Mozyr, provincia belarusa de Gómel. Estudió en la ciudad rusa de San Petersburgo, y luego se fue a trabajar a la ciudad estonia de Narva. Allí conoció a su futuro marido, quien, a propósito, también era oriundo de la provincia de Gómel. A principios de los años noventa del siglo pasado, muchas personas de repente se convirtieron en los belarusos en el extranjero, recuerda Liudmila:
— De hecho, se encontraron en el extranjero. En esos momentos, se sobrestima el mismo concepto de la pequeña patria. Es la única. Y uno siempre quiere volver.
Eso fue una de las razones de la creación a finales de los años noventa del siglo pasado de la asociación de los belarusos de la ciudad de Narva, “Amigos”, que a esta altura está dirigida por Liudmila Annus. Por más de quince años, sus miembros promueven en Estonia la cultura y las tradiciones de Belarús, así como tratan de preservar la identidad nacional de los belarusos. Y, por supuesto, a menudo vienen a Belarús. Así que también en la víspera del 9 de mayo los miembros de la asociación de los belarusos de Narva, “Amigos”, junto con sus colegas, representantes de la Unión de los belarusos de Letonia, visitaron la capital belarusa, Minsk. Se los invitó el Comisariado de Asuntos Religiosos y Étnicos, que trata de mantener estrechos vínculos con los belarusos en el extranjero, ayuda a sus paisanos con trajes nacionales, ofrece literatura y organiza reuniones a distintos niveles.
Sólo según los datos oficiales, más de tres millones 500 mil belarusos ahora viven en otros países. Eso es casi un tercio de la población actual de Belarús. Sin embargo, si contamos sus descendientes, el número de personas –que viven fuera de su patria histórica– superará más de nueve millones. Muchos de los belarusos étnicos forman parte de diferentes asociaciones de compatriotas. En todo el mundo hay más de 200 organizaciones que apoyan este tipo de lazos empresariales y culturales con Belarús, ayudan a los representantes de su diáspora, celebran conciertos, exposiciones y ferias, editan libros y organizan viajes a su patria histórica. Hace falta señalar que los países bálticos no es una excepción. Allí viven más de 130 mil representantes de nuestro país, que, a propósito, son miembros muy activos de la diáspora.
A su vez, en la capital letona fue abierta la principal escuela belarusa de Riga Yanka Kupala. Además de eso, allí trabaja el Centro de información de Belarús, donde se puede conocer muchas cosas muy interesantes sobre nuestro país: desde la base legislativa hasta viajes turísticos. Además de eso, en Vilnius, hay una escuela Francisco Skaryna, donde enseñan en el idioma belaruso. A su vez, en la Universidad Pedagógica de Vilnius fue creado el departamento de la lengua y cultura étnica belarusa. En Tallin, los niños asisten a la escuela dominical belarusa Vladímir Korotkévich.
Cabe destacar que en Letonia ya se hicieron tradicionales las Jornadas de Cultura de Belarús, que este año serán dedicadas al aniversario del primer impresor belaruso, Francisco Skaryna. A su vez, durante la cumbre de la Asociación Oriental –que se celebró en Riga– tuvo lugar una conferencia sobre el importante papel de las sociedades regionales en el desarrollo de todo el país. En la misma tomaron parte, en particular, los belarusos que compartieron las experiencias con sus vecinos.
La presidenta de la Unión de los belarusos de Letonia, Liudmila Piskunova, subrayó:
— Nos encanta Letonia, porque estamos viviendo aquí. Pero también amamos a nuestra querida Belarús. Siempre nos acordamos de nuestro país y nos interesa mucho todo lo que está pasando en nuestra patria. Por lo tanto, hacemos todo lo posible para que nos consideren no sólo a los belarusos en el extranjero, sino también una parte integral de Belarús.
Irina Sudas
