Las miniaturas que agradan e inspiran

Los mosqueteros de estaño, granaderos, dragones y lanceros es el sueño de todos los chicos soviéticos.
Los mosqueteros de estaño, granaderos, dragones y lanceros es el sueño de todos los chicos soviéticos. Pero incluso los chicos de hoy día, a pesar del gran número de diferentes personajes de dibujos animados, prefieren divertirse con soldaditos de juguete. En realidad, nadie en el Museo Nacional de Historia permitiría jugar en ellos, sólo mirarlos. Es más, la exposición, “Sobre las virtudes, el heroísmo y la gloria...” no es un lugar de diversión, sino el lugar que ofrece una informativa muy interesante.


— La mayoría de mis soldaditos no son del estaño y están hechos de materiales más modernos — metallopolímeros, precisa el autor de la colección, Borís Kupchínov. Dicen que las figurillas de metal ya han pasado de moda. Y se ríe contando, que comenzaba con figurillas de plastilina y ha hecho ochocientas piezas. A propósito, todas ellas fueron presentadas en su primera exposición, cuando él tenía doce años.

Desde entonces pasó mucho tiempo y fueron hechos muchos soldaditos. Él no sabe el número exacto, pues se dedica a su creación. Hace falta señalar que antes de hacer el siguiente modelo, Borís Kupchínov revisa muchos libros. Prefiere libros históricos publicados en el período de los años de 60 a 70 del siglo pasado por los académicos de renombre internacional. Además de eso, busca la información en Internet, pero más bien para comparar y asegura que en la red global hay mucha información falsa. Borís trata de que sus soldaditos sean copias exactas de militares de una u otra época. Su escala es de uno a treinta y de uno hasta cincuenta, es decir, salen piezas de cuatro o cinco centímetros.

Borís Kupchínov prefiere la Edad Media, es más, los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en el territorio de Belarús, es mejor en la provincia de Gómel, su tierra natal. En algún momento, Borís comenzó a hacer un diorama de soldaditos. Se trataba de la historia del “Cuento de los años pasados”, la campaña del príncipe de Kíev, Vladímir, la batalla de Lóev, donde fue derrotado el ejército de Bogdán Khmelnitsky...

En general, la colección del maestro cuenta con muchas esculturas de personajes muy famosos: Napoleón Bonaparte, Mikhail Kutúzov, Juana de Arco e incluso Genghis Khan. El maestro dice que puede hacer cualquier personaje, pero no lo quiere: desde hace mucho tiempo él ha elegido el oficio y le gustaría dedicarse solamente a la miniatura histórica de guerra. ¿Y para qué cambiarlo, si sus trabajos gozan de mucha demanda? Esta vez, Borís Kupchínov se queja de que la exposición cuenta sólo con una docena de dioramas. Los demás objetos permanecen en varios museos.

A Borís Kupchínov se lo han pedido también hacer maquetas de algunas obras más destacadas. Pero en la exposición está presentada sólo una parte de éstas: los castillos más famosos y conjuntos de palacio y parque de Belarús. Además de eso, varios estantes ocupa en el museo el material bélico de los tiempos de la Gran Guerra Patria y las naves hechas de fósforos. Pero es casi nada, es su pasión de joven. Hoy en día, los soldaditos es toda una vida para Borís Kupchínov.

Natalia Сёмкіна
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