En Minsk, bajo la presidencia del mandatario belaruso, Alexander Lukashenko, fue celebrada una reunión del Consejo Supremo de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia

La visión confiada al futuro de las relaciones

En Minsk, bajo la presidencia del mandatario belaruso, Alexander Lukashenko, fue celebrada una reunión del Consejo Supremo de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia



Por primera vez, desde el diciembre del año 2010, la ciudad de Minsk recibió una reunión del Consejo Supremo de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia. Por lo general, la agenda de este tipo de eventos, es bien tradicional. Se consideran los resultados de la ejecución del presupuesto del año concluido y se aprueba el principal documento financiero del nuevo período. Además de eso, en el ámbito de la atención está un programa de acciones concertadas en la política exterior. Un nuevo elemento puede ser considerado el análisis de la aplicación de los objetivos prioritarios del desarrollo de la integración de las dos naciones. El programa correspondiente fue aprobado para el período de 2014 a 2017. Como se puede ver, el reglamento es bastante habitual. Las cuestiones para la consideración de los Jefes de Estado fueron analizadas plenamente durante la preparación para la reunión. Y no sólo por los expertos, sino también al más alto nivel. Incluso durante la última reunión de los presidentes de Belarús y Rusia en Sochi. Sin embargo, fue destacado un rasgo distintivo del evento de este año debido a una situación exterior bastante complicada.

Alexander Lukashenko, como siempre, habló bien abiertamente. Hoy en día, la integración debe ser aprobada a su resistencia. Un papel importante en eso desempeña la inestabilidad económica en el mundo. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, apoyó la opinión del líder belaruso que es un grave factor de riesgo. Los mercados se tambalean, los precios están bajando, y por lo tanto, lógicamente, se reduce también el monto del mutuo intercambio comercial.

Según este parámetro tradicionalmente se considera la principal medida de la eficacia del proceso de integración, y hoy en día puede dar la impresión que los procesos están estancadas.

El presidente de Belarús señaló que los desequilibrios de cualquier tipo en las relaciones entre los países, la falta de coherencia en la aplicación de las políticas económicas son sensibles al comercio mutuo. “Por lo tanto, la eliminación de barreras para asegurar el funcionamiento eficaz del mercado único de bienes, servicios y mano de obra, así como el apoyo mutuo son las áreas de nuestro interés común”, aseveró Alexander Lukashenko. El líder belaruso propuso el uso máximo de todas las plataformas y los formatos de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia para el ulterior desarrollo de la cooperación y la aprobación de las decisiones eficaces. “Creo que todos estarán de acuerdo que en el marco de la integración creada por nosotros hay todas las condiciones necesarias para trabajar en armonía, al unísono, como se suele decir, es decir, como un reloj”, dijo el mandatario belaruso.

A su vez, Vladímir Putin dijo que un factor clave en el crecimiento de la economía de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia debe ser el desarrollo de la cooperación industrial, especialmente de altas tecnologías. En opinión del presidente de la Federación de Rusia, hace falta aumentar la producción de los productos de alto contenido tecnológico, reemplazar la producción de los componentes extranjeros, especialmente en sectores sensibles, de los que depende directamente la seguridad de ambos países. En esta esfera ya tenemos un buenas perspectivas. El carácter estratégico tiene la cooperación ruso-belarusa en el sector energético. Además de eso, se está desarrollando plenamente la construcción de la primera planta de energía nuclear de Belarús. “Sin duda, este es uno de los proyectos más importantes de nuestra cooperación”, dijo el mandatario ruso. También él hizo recordar que el volumen de inversiones rusas aquí es de 10 mil millones de dólares norteamericanos.

El presidente de Rusia, cree que una mayor rentabilidad para el desarrollo de las relaciones económicas puede traer la cooperación interregional. Vladímir Putin agradeció a su homólogo belaruso por lo que él presta tanta atención a este rubro de la cooperación y confirmó sus planes de participar en el III Foro de las regiones de Belarús y Rusia, que tendrá lugar en Minsk en junio del año en curso.

Durante la existencia de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia fueron logrados muchos éxitos. En particular, logramos fortalecer los lazos comerciales y económicos, científicos y tecnológicos, educativos y culturales, así como crear el marco legal en las diversas áreas de la cooperación mutuamente beneficiosa. El presidente ruso agradeció a Alexander Lukashenko por ser una figura política, que junto con el primer mandatario de Rusia, Borís Yeltsin, tomó parte muy activa en la creación de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia. Además de eso, Vladímir Putin subrayó que Rusia se comprometió a continuar desarrollando la integración equitativa junto con Belarús en el marco del estado común.

Mientras tanto, la tarea de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia es mucho más ambiciosa, y desde hace mucho ya ha pasado más allá del contexto puramente económico. Por otra parte, precisamente las actividades llevadas a cabo en el marco de la Unión de dos Estados, como ha señalado Vladímir Putin, se convirtieron en la base de la formación de asociaciones de distinto formato de los países post-soviéticos: la flamante Unión de Aduanas y luego el Espacio Económico Único, y por último, la Unión Económica Euroasiática. El presidente ruso agradeció a su homólogo belaruso por el hecho de que él estaba a la vanguardia de estos procesos de integración.

A su vez, el proyecto de “los dos países” no pierde su relevancia hoy en día. La clave para el logro de objetivos comunes, hizo hincapié Alexander Lukashenko, es seguir manteniendo un diálogo constructivo en la política y económica, así como en la esfera de seguridad y el ámbito social y cultural. Y para hacerlo hay todas las condiciones necesarias.

Hace falta señalar que en el marco de la reunión fueron aprobadas las decisiones según todos los temas de interés común. En cuanto a la economía tenemos un entendimiento mutuo, que la crisis económica y financiera se puede superar de manera más efectiva sólo tras unir nuestros esfuerzos. El camino aquí es bien conocido: el fortalecimiento de los lazos de cooperación, la aplicación de una política industrial unificada y la eliminación de barreras de cualquier tipo en el mercado común.

El hecho de que Minsk y Moscú consideran significativo el proyecto de alianza, se lo comprueba también la aprobación del mismo monto del presupuesto común. No importa lo difícil que sea, seis mil millones de rublos rusos serán asignados para llevar a cabo en torno a 40 programas conjuntos.

En las prioridades del desarrollo de la Unión de dos Estados a medio plazo fueron determinados los objetivos claros y acciones concretas. La política exterior de nuestro país, como antes, será aplicada de manera coordinada.

Por supuesto, el Consejo Supremo de la Unión de dos Estados no podía ignorar los problemas de seguridad. En este contexto fueron analizados todos los detalles del uso de conjuntas agrupaciones militares.

En general, la sesión de Minsk del Consejo Supremo de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia fue llevada a cabo con bastante dinamismo y eficacia. Lo que hace pensar que Minsk y Moscú no tienen contradicciones insuperables. En repetidas ocasiones, los dos presidentes lo han subrayado. Aquí no hay razones para las fantasías abstractas, en particular, así como las discusiones en cuanto a las perspectivas de la integración entre Belarús y Rusia, en general. Fue declarado de manera inequívoca: este vector debe ser desarrollado de forma activa y con el mismo propósito. Sobre todo porque la vida misma desempeña el papel piloto para la posterior transmisión de la experiencia a los proyectos de integración más amplios en el espacio post-soviético.

Por otra parte, uno de los balances más importantes de la reunión comprende la necesidad de hacer hincapié en el espíritu y el tono de la última sesión del Consejo Supremos de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia. Este aspecto está claramente marcado por dos palabras: juicio sereno. Es cierto que los jefes de Estado dijeron que las condiciones externas están sujetas a ciertos riesgos, que afectan a la interacción, en primer lugar, económica. Sin embargo, los dos mandatarios dieron un mensaje muy claro que ellos no sólo ven y conocen los problemas objetivos. Aún más importante es que Minsk y Moscú tienen una visión clara del algoritmo de acciones comunes en estas condiciones difíciles. No hay ninguna confusión. Menos mal un pánico. Hay cálculo y la comprensión de cómo superar juntos todas las dificultades que surgen. Según los periodistas de Moscú, no es casual que a Minsk llegó casi la mitad del gobierno ruso. Todos los presentes apenas podían caber en la mayor sala del Palacio de la Independencia. Además de eso, en el marco del evento fue llevada a cabo una serie de reuniones y negociaciones de los niveles ministerial e intersectorial. Este es un ejemplo de cómo la voluntad política creativa puede tener una continuación en los hechos reales. Tal vez sea la mejor manera de asegurar que pronto tendremos beneficios tangibles.

Vasily Kharitónov
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