El modelo de desarrollo social y económico de Belarús ya cumplió más de veinte años

La práctica confirmó la teoría

El modelo de desarrollo social y económico de Belarús ya cumplió más de veinte años


El modelo de desarrollo de la sociedad –basado en los principios de la protección social de los pobres, cuando todos los sectores trabajan como un solo organismo y no para apoyar a los negocios de alguien– no puede ser un error. Los pronósticos de los críticos del actual modelo de desarrollo, por lo general, sólo tienen en cuenta los factores económicos, que representan sólo el 30 por ciento de todo el éxito. El resto comprende las condiciones sociales, que incluyen igualdad y justicia en la sociedad, así como garantías de seguridad social. De hecho, en la economía, así como en los asuntos militares, el resultado depende en gran medida del espíritu y sólo luego de la técnica. No es casual que en los últimos años cada vez más a menudo los expertos extranjeros evalúan el desarrollo del país no sólo según el crecimiento del PIB, sino también según el ranking que determina el bienestar social y la opinión pública. En estas clasificaciones sociales Belarús siempre está en el “punto dulce” o incluso supera a muchos países ricos que se consideran más cómodos para vivir. Por ejemplo, en el ranking de la felicidad nuestro país ocupa el puesto número 53 de 187 países, mientras que, por ejemplo, los Estados Unidos están en el puesto número 104. Además de eso, según el grado de desarrollo humano nos encontramos en la posición número 65, formando parte del grupo de países con el alto nivel de desarrollo humano. Según el nivel de la educación nuestro país está en el lugar número 34 en el mundo y según el desarrollo de la esfera de la salud pública en el puesto número 44. Según la tasa de maternidad Belarús ocupa el lugar número 26 entre los más de 170 países. Es una buena tendencia. Y eso significa que el objetivo del modelo de desarrollo en esta esfera no es aumentar el nivel de consumo, sino hacer la vida de la gente más cómoda y de mejor calidad, basada en los principios de igualdad y justicia.

Esto fue confirmado en un estudio reciente realizado por expertos del Fondo Monetario Internacional. Ellos llegaron a la conclusión de que cuanto más sea la desigualdad social, más lento e inestable es el crecimiento económico. Y las autoridades deberían tener centrarse más en el nivel de vida de los estratos medios y bajos de la sociedad. Lo que se ha hecho y se está haciendo en nuestro país desde hace más de veinte años. La protección social de la población es una confirmación práctica del hecho de que las personas son el principal recurso del desarrollo.

Sin duda, la economía es una herramienta más importante de cualquier sociedad. Pero nosotros no somos robots, y por lo tanto, la economía, en primer lugar, son las relaciones entre personas. Es decir, los expertos del Fondo Monetario Internacional admiten que la idea de la expansión de las instituciones financieras de los Estados Unidos, y más tarde de la Unión Europea, en los países menos desarrollados llevó al hecho de que el número de personas pobres en el mundo comenzó a crecer cuatro veces más rápido que el de más ricos: 61 millones de personas ganan el mismo que tres mil 500 millones de personas con los ingresos más bajos. Es decir, por cada dólar –recibido por las personas más ricas del mundo– los más pobres obtienen 1.7 centavos. En resultado, los altos niveles de desigualdad tienen un impacto negativo en la productividad de trabajo. Los hijos de los pobres reciben la educación del nivel más bajo y no pueden tras los problemas financieros ingresar en las universidades. Si añadimos la falta de los productos alimenticios y las perspectivas para la gente joven, se está formándose rápidamente un importante grupo de personas descontentos. Es esta desigualdad de ingresos se está convirtiendo en una de las principales causas de las guerras y los conflictos. Los tres pilares del modelo del desarrollo social y económico de Belarús es garantizar la seguridad social, la igualdad de ingresos y el orden social justo. Esto requiere de un Estado fuerte y un fuerte líder activo, que da impulsos a la economía. Pues para educar al consumidor de nuevo tipo, son suficientes seis meses, pero la producción se está creando durante años y requiere de la estabilidad y el orden. Cuando el Estado es débil una transición gradual y suave de una economía dirigida a un mercado liberal es imposible. Por lo tanto, nuestro Estado, en el buen sentido de esta palabra, se mete en todo. Y no debería ser de otro modo en el período de transición. Las empresas con pérdidas, la falta de competencia, el nivel bajo de la productividad del trabajo: todo es superable. Lo más importante que la práctica del modelo de desarrollo social y económico de Belarús haya adelantado a la teoría.  

Borís Panshin
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