Para entender cómo trabajan los diplomáticos belarusos en Italia, pasamos con ellos sólo un día

La política no es una cosa constante

Para entender cómo trabajan los diplomáticos belarusos en Italia, pasamos con ellos sólo un día: el 27 de junio. Era un día normal, es decir lleno de reuniones, llamadas telefónicas y de trabajo sobre documentos.
La gente –que se reúne en el aeropuerto de Minsk para volar a Roma– en cualquier tiempo tiene caras sonrientes: siempre hay muchos niños, que hacen travesuras y nadie les impide hacerlo. Los pequeños se sienten muy felices. Aquí, incluso los adolescentes desde las casas de infancia generalmente tímidos se sonríen sin una razón especial y naturalmente saludan a azafatas en el idioma italiano: “¡Bongiorno!”

Pero en Roma, en la Via Della Alpi Apuane, 16, incluso los italianos ruidosos y excepcionalmente expresivos están bien concentrados y reservados. Esta dirección no es para gente ociosa, pues aquí se ubica la embajada de Belarús.

Para entender cómo trabajan los diplomáticos belarusos en Italia, pasamos con ellos sólo un día: el 27 de junio. Era un día normal, es decir lleno de reuniones, llamadas telefónicas y de trabajo sobre documentos.

Para este día, el jefe de la misión diplomática de Belarús en Italia, Eugeni Shestakov, tuvo programadas varias reuniones, entre ellas la entrevista con el embajador de la Federación de Rusia en el Vaticano, el antiguo ministro de Cultura de Rusia, Alexander Avdéev. Pero la mañana era muy tradicional: una breve reunión con los funcionarios de la embajada. Y aunque se parecía más a un encuentro de amigos, era una conversación de profesionales.

El jefe de legación Eugeni Shestakov

Más tarde nos ofrecieron hacer un pequeño recorrido por la embajada. Es una pequeña casa aislada llena de modernas oficinas. Un fotógrafo ni siquiera podría sacar fotos interesantes aquí: nada destacado en cuanto a la arquitectura, paredes lisas y cuartos pequeños. Pero esta modestia es algo engañosa. Se notaba que aquí no ahorraron en la adquisición del equipo técnico para las oficinas de los funcionarios: computadoras modernas y potentes. Además de eso, a mí me pareció que aquí me hubieran servido el mejor café en la ciudad. A su vez, el tamaño del patio de la embajada ha comprobado, qué el terreno en Roma, así como inmuebles son muy caros.

— Nuestro árbol de naranja da frutos y el abedul –traído desde Belarús– crece muy rápido. Es cierto que el edificio de la embajada es de oficinas, muy funcional y no está destinado para celebrar eventos de representación, lo que es absolutamente normal: el presidente señala, que la diplomacia de hoy día tiene que ser muy pragmática y orientada a la obtención de ciertos resultados económicos, respondiendo a una llamada telefónica y al mismo tiempo a mis preguntas, dice Eugeni Andréevich, que ya se prepara para la próxima reunión.

Por lo tanto, me apresuro a hacer una pregunta más relevante: ¿qué diplomático en la embajada es más importante: quién se ocupa de los temas políticos o económicos, o tal vez, el cónsul, o el funcionario responsable de la cooperación científica y técnica?

— El trabajo de la embajada está dirigida a la implementación de una específica tarea global. En nuestro caso, es el funcionario que se dedica a los temas del comercio mutuo y las exportaciones, subraya el embajador. Además de eso, el desarrollo de la cooperación en la esfera política y humanitaria, el trabajo con los medios de comunicación y el trabajo consular, la colaboración científica y técnica son actividades cotidianas más importantes que llevan a cabo los diplomáticos belarusos en Italia. A esta altura, podemos decir que la economía depende mucho de la política. Por lo tanto, las dos sirven para cumplir con un objetivo global: la formación de una actitud decente y no sesgada hacia nuestro país.

Estamos a favor de un diálogo –mutuamente respetuoso, aunque crítico– pero el diálogo con todos los países de la Unión Europea. Como se suele decir, en el mundo no haya nada ideal. Por lo tanto, no ocultamos nuestros defectos, hablamos de ellos abiertamente, tratando de solucionar todos los problemas, que están en nuestra competencia. La tarea más importante de la embajada es explicar, hacer conocer, convencer y motivar para que la actitud hacia nuestro país no se base en los conceptos erróneos ya establecidos y en las referencias bien equivocadas.

El trabajo de un diplomático se parece mucho al trabajo de cualquier otro funcionario público. Pero su jornada laboral no está limitada. Tampoco los diplomáticos tienen fines de semana, pues no se trata de un trabajo, sino más bien del servicio diplomático. Los funcionarios de la embajada raras veces regresan a casa a una hora fija, pero su jornada laboral por lo general comienza a las ocho de la mañana.

Hace falta señalar que las primeras horas son mejores para trabajar con documentos y cables. Luego comienzan llamadas, reuniones con funcionarios del gobierno y colegas del cuerpo diplomático. En realidad, los funcionarios de la embajada, especialmente quienes se dedican a los temas comerciales y económicos, deben ser como empresarios. Estos diplomáticos no pueden permitir a sí mismos el lujo de permanecer todo el tiempo en su oficina: en Italia todos los temas comerciales se resuelven más eficazmente tras un contacto personal. Me gustaría subrayar que todo el trabajo de la embajada es un fundamento, a base del cual se están desarrollando el intercambio comercial y las exportaciones, y al final, crece la prosperidad de nuestro pueblo y nuestro país. La sección comercial y económica es la así llamada locomotora para resolver las tareas más importantes planteadas ante la embajada.

A propósito, la plantilla de la misión diplomática de Belarús en Italia es pequeña, por lo tanto, los requisitos de calificación para los funcionarios de la embajada son muy altos: por lo general, todos los diplomáticos tienen dos educaciones superiores y muy buena preparación de lenguaje. El mismo embajador habla cuatro idiomas europeos. Otra característica distintiva de nuestra embajada en Roma es su presencia activa en las redes sociales de Internet. Como dicen los mismos funcionarios de la embajada, hoy en día, es la oportunidad más operativa y eficiente para difundir información sobre la embajada y la política de Belarús. A su vez, los diplomáticos jóvenes muy activos también siguen esta tendencia con ganas.

La “locomotora” está ganando alta velocidad

Eugeni Sobolevski— En los últimos cinco años, el monto del intercambio comercial entre Belarús e Italia creció de los 900 millones de dólares en 2009 hasta dos mil millones de dólares norteamericanos en 2013, el consejero mayor, Eugeni Sobolevski, comprueba esta tesis del embajador con cifras concretas: con eso, las exportaciones aumentaron casi cinco veces y con un crecimiento importante de flujos de exportación e importación el saldo positivo se redujo desde 522 millones hasta 204 millones de dólares norteamericanos.

Así que tratamos de seguir esta tendencia: en los primeros cuatro meses de este año, el monto de comercio bilateral aumentó un 16.2 por ciento y llegó a ser 783 millones 600 mil dólares norteamericanos, mientras que las exportaciones ascendieron a 450 millones 600 mil dólares norteamericanos. En comparación con el mismo período del año pasado, la tasa de crecimiento llegó a ser del 120.5 por ciento. Es muy agradable, que se observa un saldo positivo de 117 millones 500 mil dólares norteamericanos, así como crecen importaciones: en su mayoría se trata de las tecnologías. La modernización de la economía nunca podría ser llevada a cabo sin la adquisición de tecnologías y producciones modernas. Precisamente ellas constituyen la mayor parte de las importaciones belarusas desde Italia.

La segunda gran tarea de los funcionarios de la sección comercial y económica de la embajada es la atracción de inversiones destinadas para modernizar la economía. Hoy en día, es el tema número uno en la agenda de cualquier país para que el mismo pueda sobrevivir y ser competitivo. Y nosotros no somos ninguna excepción. Así que trabajamos en eso: en los últimos cinco años, el volumen de las inversiones directas desde Italia a Belarús crece anualmente desde tres millones 100 mil dólares hasta 56 millones 600 mil dólares norteamericanos.

Durante el primer trimestre de 2014 el monto de directas inversiones italianas en nuestra economía ascendió a 17 millones 500 mil dólares norteamericanos: un aumento en comparación con el mismo período del año pasado es de un 11.4 por ciento.

A esta altura, Italia es uno de los líderes según el número de empresas mixtas y empresas extranjeras en Belarús. Así, en una base de datos de la Reserva Nacional Unificada de personas jurídicas y empresarios individuales de Belarús están presentadas 173 personas jurídicas con el capital italiano. Se trata de 102 empresas mixtas y 71 compañías extranjeras con el capital italiano.

Gracias a un diálogo constructivo establecido entre la parte belarusa y la mayor agencia de crédito y exportaciones de Italia, SACHE, logramos no sólo asegurar la continuación de la modernización de algunas de nuestras empresa industriales clave con un equipo italiano, sino también conseguir en el año pasado una cantidad récord de garantías en las ventas por un monto de 100 millones de euros.
 
El trabajo diario de los funcionarios de la sección comercial y económica de la embajada se traduce en la respuesta a las peticiones de decenas de entidades económicas belarusas. Piden una información, tenemos que analizar todas las solicitudes de nuestros socios eventuales: qué tan confiables son, qué reputación tienen, si tienen solvencia, etc.

A veces, por ejemplo, nos preguntan: ¿quién podría comprar nuestra turba? Eso sólo se parece que hoy hay Internet y se puede encontrar respuestas a todas las preguntas. Pero en realidad todo no es tan simple, como parece ser a una simple vista.

Grandes empresas tienen a los vendedores, que tal vez mejor que nosotros conocen las necesidades del mercado italiano. Pero hay decenas de pequeñas empresas en las regiones, para las cuales es bastante difícil encontrar su nicho. La embajada está dispuesta a ayudarles. Por lo tanto, prestamos la asistencia a todas las entidades económicas independientemente de la forma de la propiedad. Nuestra ayuda necesitan las empresas de propiedad estatal, así como privadas. Y nosotros no las dividimos en nuestras y no en nuestras. Es nuestra gente, que paga impuestos. Sus beneficios son parte de nuestras exportaciones o importaciones comunes. Todos son iguales para nosotros.

Otra cosa es el trabajo con nuestros gigantes: ellos no necesitan que les ayudemos, pues tienen importantes experiencias en venta de sus productos. Pero en cualquier caso, tratamos de no dejarles fuera de nuestras actividades, así como su trabajo en el mercado italiano: si se equivocan en alguna parte, les damos consejos bien útiles. Por supuesto, no pretendemos enseñar a nadie como vender sus productos, pero sabemos las normas del país de residencia y sólo tenemos que dar sugerencias para que ellos puedan llegar a cada cliente particular.

Todos los caminos llevan a Roma

Hay pocos países en el mundo, donde los pies de uno se encuentran en el territorio de un país, las manos se apoyan en el otro y la visión está sorprendida por las rarezas arquitectónicas del tercer país bien poderoso e influyente. Pero en Roma todo esto es posible: contemplar al mismo tiempo Italia, el Vaticano y la Orden de Malta.

Este punto peculiar de Italia forma parte del trabajo de todas las misiones diplomáticas acreditadas en este país mediterráneo. Roma como un punto de representación diplomática incluye un gran número de embajadas acreditadas directamente en Italia, un enorme bloque de embajadas en el Vaticano y en la Soberana Orden de Malta. Así que tenemos que interactuar de alguna manera simultánea con las tres fuerzas políticas de mucha influencia en el escenario mundial. Algunos países aquí tienen tres misiones diplomáticas, como, por ejemplo, la Federación de Rusia.

Otra categoría de misiones se la forman las representaciones acreditadas ante la FAO: la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. El año pasado, Belarús firmó un acuerdo con la organización sobre la asistencia técnica. Ahora están creadas las condiciones legales para la participación de nuestro país en diferentes proyectos de la FAO. Uno de los cuales –“Asistencia de emergencia para el control de un brote de peste africana de puercos en Belarús”, con un presupuesto de 420 mil dólares norteamericanos– se está llevando a cabo en nuestro país a partir del año pasado. Minsk está dispuesta a participar también en otros proyectos de este organismo internacional. Así que el diálogo activo con la FAO continúa: en el segundo semestre del año en curso se espera la visita a Minsk del director general de la FAO, José Graziano da Silva.

Fusión de la reacción rápida y la voluntad de acero

El lugar más concurrido en cualquier embajada es la sección consular. Su trabajo es sólo a primera vista comprende la expedición de visados. A propósito, el año pasado fueron expedidos 11 mil visados. El personal de la sección consular se ocupa de los temas de la adopción, participa en los procedimientos judiciales y realiza diferentes trámites notariales.

En el consulado, a pesar del día, cuando no se atienden visitantes, la gente sigue trabajando. Porque además de las visitas de la gente, llamadas telefónicas, el personal consular a diario responde a los correos electrónicos.

La consejera para asuntos consulares, Victoria Parkhotik, cuenta que a veces recibe hasta treinta visitantes al día:

— Pero fue nuestra propia decisión. Porque por lo general se trata de una lista de documentos que deben pasar a recoger los ciudadanos. La conversación telefónica a veces causa muchos malentendidos: “Me han dicho eso, no he oído bien, he olvidado, etc.” A la sección consular de nuestra embajada viene la gente de todas las partes de Italia, pues es un país bastante grande.

Un tema muy importante es la otorgación de certificados de regreso. Este documento es para volver al país en caso de una pérdida del pasaporte. En Italia, a menudo sucede que nuestros turistas pierden sus documentos, junto con sus maletas. Desgraciadamente, en la temporada turística en Italia pasan sus vacaciones no sólo gente buena, sino también estafadores y ladrones de todas partes del mundo.

Cuando a nuestra sección consular acuden los felices padres, recomendamos a las parejas belaruso-italianas tramitar para su hijo también el pasaporte belaruso. Ya es una clásica del género, cuando las mujeres belarusas tienen que enfrentar aquel hecho de que si su hijo no tiene el pasaporte belaruso, el padre italiano puede prohibir la salida del pequeño del país. Y en este caso el viaje a casa de su madre podría ser calificado como un secuestro de un niño. Estamos a favor del amor y la felicidad, pero en la vida puede pasar cualquier cosa. De hecho, nos dedicamos muy a menudo a la solución de este problema y a todos nuestros ciudadanos –que acuden a la embajada– les damos consultas en cuanto a una amplia gama de tecnicismos legales.

El día –cuando no atendemos a los visitantes– no es un día de descanso, sino una oportunidad para solucionar aquellos problemas, que han sido planteados el día anterior. En una mesa de Victoria Petrovna están muchas cartas. Por lo general, cada sobre exige de dos horas de trabajo atento y concentrado. La gente se casa, se divorcia o quiere establecer la paternidad. Se trata del destino de personas, son problemas legales, que no pueden ser dejadas de al lado, sino tienen que ser solucionados.

— El trabajo consular, sigue contando la funcionaria, está relacionado con la gente. Nuestro trabajo no tolera la superficialidad, vanidad y arrogancia. Tal vez, más difícil para un funcionario de la sección consular sea mantener un equilibrio entre la actitud emocional, la empatía y el desapego formal del problema. El trabajo consular es una fusión de una reacción rápida a un acontecimiento y la voluntad de acero.

¡Qué siempre salga el sol!

Desde Minsk llegó otro grupo de chicos belarusos. Para descansar en la familia. Pocos niños pasan por aquí por primera vez.

Básicamente se trata de los chicos de las regiones afectadas por la catástrofe en la central nuclear de Chernóbyl, alumnos de orfanatos e internados, niños de familias monoparentales y de bajos ingresos. Es sumamente importante que las organizaciones humanitarias italianas llevan a cabo los proyectos en la misma Belarús: ayudan a reparar los campos de la salud, prestan su gentil ayuda a los centros de salud, organizan cursos de formación para los egresados de los hogares de infancia. La República de Italia es el principal socio de Belarús en la rehabilitación de los niños. De lo que de modo elocuente dicen las estadísticas: por ejemplo, de 24 mil menores de edad –que en 2012 pasaron sus vacaciones en el extranjero– 13 mil 200 chicos descansaron precisamente en Italia.

Larisa Rakóvskaya
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