En la provincia belarusa de Grodno se encuentran muchos castillos, iglesias y otras obras de atractivo turístico. Recientemente, esta lista ha sido completada por un objeto extraordinario: la planta de energía nuclear de Belarús

La planta de energía nuclear no tiene secretos

En la provincia belarusa de Grodno se encuentran muchos castillos, iglesias y otras obras de atractivo turístico. Recientemente, esta lista ha sido completada por un objeto extraordinario: la planta de energía nuclear de Belarús


Foto BelTA

Aunque la estación nuclear aún se está construyendo, hay muchas personas que deseen hacer un recorrido a fin de conocerla. Sólo el año pasado, la visitaron en torno a mil 300 estudiantes y alumnos de diferentes lugares de Belarús, que pasaban vacaciones en balnearios de la zona, incluso los turistas procedentes de la vecina Rusia, así como miembros de organizaciones públicas y periodistas. Hace falta señalar que en la organización de los recorridos de este tipo se especializan varias agencias turísticas de Belarús. En la central de energía nuclear aprecian mucho este interés y tratan de atender de la mejor manera posible a turistas extranjeros. Pues la apertura máxima al público es una de las piedras angulares de las actividades de la corporación rusa, “Rosatom”, el contratista más importante de las obras de construcción de la planta de energía nuclear de Belarús. 

Cabe destacar que el interés hacia la estación nuclear es bien justificado, ya que dentro de un par de años, estas instalaciones de alta tecnología –que ahora están bien protegidas– por razones obvias, no serán accesibles a las visitas de personas extrañas. Así que, yo también decidí hacer un recorrido por una obra más importante de nuestro país, mientras existe la posibilidad de ver como se están llevando a cabo obras de construcción de la planta de energía nuclear. 

Incluso a distancia de muchos kilómetros de la ciudad de Ostrovets –en afueras de la cual se está construyendo la primera planta de energía nuclear de Belarús– uno comienza a dar cuenta de que se acerca a una obra a gran escala. Justo aquí, en el cruce de los caminos poco importantes anteriormente, ha sido construida una carretera ultramoderna. Uno de sus carriles lleva a la carretera recién asfaltada, que va directamente a la planta de energía nuclear, la obra más importante de Belarús. Si la miramos desde arriba, es un área cuadrada de un kilómetro a otro kilómetro con muchos pozos y caminos, tiendas, hangares y zonas de almacenamiento de materiales y elementos de construcción. Y lo más importante que ya están las obras de las primera y segunda unidades de energía nuclear. 


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En primer lugar, a mí me interesaba, qué tan seguro sería la estación nuclear belarusa. En busca de la respuesta a esta pregunta, pasé por la planta de producción: la fábrica de construcción de la central de energía nuclear de Belarús, como a veces dicen en broma los constructores contratados. Ahora es un momento particularmente crucial: se están produciendo grandes elementos de la parte interna y externa de la planta del reactor nuclear. Hace falta señalar que el nudo hecho antes de llegar al sitio de construcción está pasando por un tratamiento contra la corrosión con el fin de poder servir durante mucho tiempo. El vicedirector general de la futura estación nuclear, Andrei Barkún, explica: 

— El montaje de las partes de protección permite reducir significativamente el tiempo de construcción y garantizar su alta calidad. Pues la producción de los elementos se está llevando a cabo bajo el techo, en las condiciones bien cómodas. En el sitio de construcción hace falta montarlos en una sola estructura y echar un hormigón de alta resistencia. Es sumamente importante que la parte interior es de 120 centímetros y la parte exterior es de 80 centímetros. Esta tecnología fue desarrollada aún en los tiempos de la antigua Unión Soviética, y ahora es ampliamente utilizada en la construcción de la central nuclear de Novovoronezh, donde serán instaladas las mismas unidades de energía nuclear BBER — 1200 iguales que en la primera planta de energía nuclear de Belarús. 

Nos hemos acercado directamente al área de la construcción, donde de los elementos agrandados se está montando una “camisa de fuerza” para el reactor nuclear de la primera unidad de energía. Permanecemos en el lugar unos cinco minutos. Próximamente, está previsto elevar el terreno de alrededor hasta el nivel cero. La misma planta del reactor nuclear debe ser elevada hasta este nivel hasta el final de este año en 20 metros y para el final del próximo año en 44 metros. En las profundidades de esta fosa de acero y hormigón fue puesto el así llamado receptor: una enorme “cacerola” con muros anchos, que en el caso de extrema emergencia absorberá un combustible radiactivo, así como otros elementos radiactivos. Es una de las características distintivas del proyecto ruso de la construcción de la central nuclear, NPP-2006 de categoría 3+, que según los expertos internacionales, dispone de todas las medidas activas y pasivas de seguridad. Por aquí mismo también serán colocadas en el terreno las barras de refuerzo de la planta del reactor nuclear de la segunda unidad de energía. Para la construcción de estas instalaciones en el sitio de construcción ha sido instalado recientemente una grúa más grande en Belarús, “Liebherr”, capaz de levantar un peso increíble de mil 350 toneladas. Tratando de ver la punta de esta grúa gigante levanto mi cabeza hacia arriba que incluso se me cae el casco. ¿Cuál es la altura? Andrei Barkún cuenta: 

— La altura de la planta del reactor nuclear será de 76 metros, más todo lo demás, por lo tanto, resultará ser no menos de 90 metros. 

En la estructura bien compleja de la unidad de energía hay otro truco muy importante: a través de las capas de protección pasan los cables de acero muy sólidos, que comprimirán aún más esta estructura de hormigón bastante grande y la harán aún más segura. Para que incluso en el caso de emergencia los productos de la reacción nuclear no salgan para afuera. Seguramente sólo los profesionales del nivel más alto pueden cumplir con estas obras: los empleados de la compañía francesa muy conocida se ocupan de la construcción de la primera estación nuclear de Belarús. 

Seguimos nuestro recorrido pasando más lejos, a un lugar, donde se están construyendo dos torres cada una de la altura de 167 metros. Es probable sean las obras más altas de la central nuclear. Omitamos los detalles técnicos, que nos han tratado de contar las personas que nos acompañan, pues a los lectores les costará entender esta información. Sólo es evidente que estas enormes instalaciones son necesarias para enfriar el agua sacada del río Vilia, a cuyas orillas se encuentra la capital de la vecina Lituania, Vilnius. Pregunto a Andrei Barkún, si podrían ser afectados los residentes de esta antigua ciudad. 

— ¡De ninguna manera! asegura él. Los expertos del Instituto de Investigación de Recursos Hídricos más grande de Belarús realizaron un estudio y resultó que del río Vilia, sin afectarlo, podría ser tomada el agua para enfriar incluso ocho de estas unidades de energía, pero en este caso, se trata sólo de las dos. Además de eso, la estación nuclear tendrá un ciclo cerrado de circulación del agua, lo que permitirá reducir significativamente el flujo de agua y prevenir su regreso después de pasar por el río. 

Muy pronto sabremos, es así o no. Según el pronóstico, la primera unidad de energía debe entrar en funcionamiento en cuatro años, la segunda en 2020. Las obras de construcción de instalaciones más importantes se están llevando según el calendario previsto o incluso con una poca antelación. Además de eso, fue encargado en los proveedores rusos el equipo con ciclo de fabricación largo, y casi el 20 por ciento ya había llegado al lugar de construcción. Cada mes, tres mil 200 trabajadores y profesionales muy calificados realizan trabajos por un monto promedio de 60 millones de dólares norteamericanos. ¡Ninguna otra obra en Belarús se construye tan rápidamente! 

Ahora es el momento de pensar en la capacitación del personal, que se encargará de todas las gestiones del proceso nuclear. Está previsto que en el futuro en la primera planta de energía nuclear trabajarán dos mil 300 empleados y especialistas. ¿Tendrán suficientes conocimientos y experiencias para manejar un equipo tan complejo? El ingeniero jefe adjunto de la futura central nuclear, Vladímir Gorin, considera que se presentará ningún problema al respecto: 

— Ya hemos contratado para trabajar en la futura planta de energía nuclear unas 400 personas. Muchas de ellas ya tienen experiencia de trabajar en estaciones nucleares en Rusia, Ucrania y Lituania. Además de eso, cuatro universidades nacionales de Belarús se dedican a la capacitación del personal para la esfera de energía nuclear. Sólo el año pasado, contratamos a veinte jóvenes profesionales egresados de las respectivas facultades. A propósito, muchos de ellos durante los estudios tuvieron período de prácticas en las centrales nucleares que ya operan en Rusia. Además de eso, hace falta señalar que existe un acuerdo que otros 600 de nuestros empleados expertos en 45 principales especialidades pasarán por la formación y recapacitación en las plantas nucleares rusas. Así que sin duda tendremos esta mezcla muy buena de juventud, experiencia y conocimiento. Cabe destacar que para alojar el personal de la futura estación nuclear, en Ostrovets se están construyendo dos modernos barrios residenciales. Próximamente, los niños de la zona serán los primeros alumnos de la escuela y el jardín de infancia locales. También está previsto abrir un hipermercado. 

Vladimyr Yakovlev
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