Un chico de diez aсos …De cabello rubio… Tiene mirada abierta… Estб vestido de la camisa a cuadrados de color azul… Corre de la colina con los brazos abiertos… Le gustarнa poder volar como un pбjaro… Por encima de los prados… Por encima del campo con centeno de color verde claro…Se ponen azules las aldizas… Ya lleg el verano… Junio… Hace calor… Rico olor de la herba reciйn segada, de miel y de pan…
La cara del chico estб radiante de alegrнa. Aquella alegrнa que es bien natural para un chico tan joven… E incluso no lo entristece la imposibilidad de agarrar el flujo del aire y volar, como el pбjaro. El chico acuerda del vuelo que ha experimentado muchas veces, soсando. Y cree en un milagro…
No, no lo conocнa en la edad tan tierna, cuando todo el mundo cree en un milagro. Me imaginй al adulto Alexei Dъdarev –entonces su hijo se preparaba para ingresar en el colegio– cuando niсo, corriendo desde una colina. Mis imaginaciones parecнan al comienzo de una larga pelнcula de cine. Eso fue –cuando al regresar a Minsk, al pasar descanso en el Mar de Asуv en la compaснa de nuestras familias– decidimos visitar su pueblo natal. Аlexei Dъdarev nos ofreciу generosamente realizar el recorrido por su pueblo natal Zarybi, municipio Dubrovin, provincia de Vнtebsk. Nos mostrу, en donde estudiaba (en este edificio fue organizado su museo), jugaba con los chicos de su edad y corrнa fuera del pueblo.
Tengo presentes lugares muy bien pintorescos, sobre todo un hermoso relieve de colinas y espacios dilatados fuera del pueblo que se abren a la vista. Ademбs de eso, guardo en mi memoria la intonaciуn confidencial de la voz de Alexei, cuando ha comenzado a acordar de su juventud: de su padre, Anufriy Yуsifovich y de su madre, Anastasнa Yefrйmovna que ha fallecido, una vez Alexei ha cumplido catorce aсos. Junto con su padre lo ciudaba otra mujer, Аgafia Кsenofуntievna. Abuela Gasha, de este modo se presentу ella misma, cuando nosotros cansados del viaje en auto, entramos en su casa fresca, en donde olнa de los pepinos poco salados, de la tortilla y de las patatas cocidas. La voz de Alexei durante el almuerzo fue un poco apagada, pero tan cбlida, como si haya sido encendida con el sol de junio. Asн sucede, cuando el hombre –que visita su casa paterna– se siente muy cуmodo y muy feliz. Se lo notaba muchas veces, mientras Alexei se relacionaba con la gente, en la cual confiaba mucho.
Estuvimos juntos en Zarybi tambiйn en 1983. Y aun entonces en Belarъs lo creнan a nuestro amigo el futuro dramaturgo muy talentoso: sus varias piezas ya fueron puestas en los teatros belarusos y en el exterior. Ademбs de eso, Alexei fue autor de varios guiones para las pelнculas de cine. Incluso en algunas de йstas Alexei interpretaba el papel.
Recuerdo que se ha puesto muy contento, cuando ha sido editada su primera colecciуn de los cuentos: “Pбjaro sagrado” (1979). Entonces al egresar de la facultad de actores del instituto teatral artнstico (actualmente Academia de Artes — Aut.), trabajу en el Tetro del Joven Espectador. Recuerdo muy bien a su personaje bien alegre: Skomorokh (juglar en la Rusia antigua — Aut.) en el cuento de hadas “Una desgracia para todos” y el Peluquero en el espectбculo “Edit Piaf”, amante de la gran cantante. A mi juicio, es el mejor papel de Alexei Dъdarev, en donde ha sido descubierta toda su individualidad romбntica. A propуsito, en la vida cotidiana la estб ocultando con maestrнa. No exagerarнa, si dirнa que Alexei podrнa ser actor muy caracterнstico. Algъn tiempo Alexei simultaneaba el trabajo artнstico y la literatura, trabajу en el Teatro del Joven Espectador como el director del departamento de literatura, pero su propensiуn hacia profesiуn de literato resultу ser mбs fuerte. Nosotros, sus colegas por el Teatro del Joven Espectador, y sus compaсeros del curso –que a lo largo de muchos aсos formamos el clan amistoso– nos reunнamos con motivo de los estrenos, dнas de cumpleaсos y de otras actividades familiares bien agradables, nos alegramos sinceramente por los йxitos dramatъrgicos y de cine de Alexei Dъdarev. Dicen que la lumbrera de la dramaturgia belarusa, escritor popular , Andrei Makayonok, un poco antes de su fallecimiento a la pregunta, їquй tal su salud? hecha por alguien, ha respondido: “No se preocupen, si me pasarб algo, me sustituirб Alexei Dъdarev”…
En 1983 Alexei Dъdarev cumpliу 33 aсos. Su pieza “Distinguidos” –que por primera vez fue puesta en el Teatro Acadйmico Nacional Yanka Kupala– se le diу gran chispa al autor. Muy pronto saliу la pelнcula de cine “Beliye Rosy”. Gracias a la misma Alexei Dъdarev se hizo famoso en toda la antigua Uniуn Soviйtica. Al pasar tiempo, el dramaturgo se hizo todavнa mucho mбs popular. En su casa, en el despacho de trabajo apareciу el mapa geografico, en el cual fueron puestas muchas banderitas. De esta manera el dramaturgo comenzу a marcar las ciudades en el territorio de la Uniуn Soviйtica y en el exterior, en donde fueron puestas sus piezas. Con el tiempo sus piezas y pelнculas de cine fueron galardonadas con diferentes premios y tнtulos…
A esta altura Alexei Anъfrievich Dъdarev es el director artнstico del Teatro Dramбtico del Ejйrcito Belaruso y el presidente de la Uniуn Teatral de Belarъs, sigue siendo una persona muy reconocida. Sus piezas se ponen en la escena de 142 teatros del mundo. E incluso en el continente australiano piensan en poner su famosa obra “Distinguidos”. Hace poco Alexei, cuando nos saludamos, bromeу, divertiйndose: la semana pasada esta mano se la apretу el presidente de Rusia. A propуsito sea dicho, es un gran humorista. Мuchas de sus bromas –que he escuchado en la vida cotidiana– han pasado a sus piezas. Viendo los espectбculos –puesto por su pieza– parece que oyes la voz del mismo Alexei Dъdarev.
La fama nunca cambiу la personalidad del famoso dramaturgo: Alexei Dъdarev con mucho gusto visita las escuelas, centros docentes de enseсanza superior, bibliotecas, colegio de Suvуrov y otros. Acepta todas las invitaciones –cuando allн quieren escuchar al clбsico vivo– y asista a todos los festivales posibles. Visitу muchos paнses del mundo, viу muchas cosas, conociу a la gente eminente. Tuvo muchas razones para crear… Pero en su mayorнa los protagonistas de sus piezas son belarusos, la gente corriente, cuya sinceridad incondicional cautiva muchнsimo al pъblico. Pues el mismo autor es una persona muy sincera. Alexei Dъdarev es patriota de su paнs y estб orgulloso de ser parte de Belarъs. Su obra creativa se la estudian en las clases de literatura en las escuelas y en los centros de enseсanza superior. A mi juicio, la fama no influenciу en el talento de Alexei de ser amigo y aydar a las personas. Como se dice, no se enfermу del “vedetismo”.
Claro que como cualquiera Alexei Dъdarev se porta de modo diferente en la situaciones distintas. A veces es explosivo y demasiado emocional. Puede ser descortйs, cuando defiende sus convicciones. Segъn el mismo, tiene mal carбcter. Pero intenta seguir el principio “dorado” de la vida: trata a las personas de manera que quiere que le traten a йl, deseбndoles que quiere que le deseen a йl y exigiendo de las mismas que estб exigiendo de sн mismo. Estб convencido de que no pueden existir dos verdades al mismo tiempo: exterior e interior. Una para sн mismo y la orta para las personas ajenas. Pues existe sуlo una verdad para todo el mundo. Y una cosa mбs: cualquier actividad humana es una obra creativa. Por eso cree que el buen zapatero es un poeta y el poeta malo es un zapatero.
Primavera… Маyo… Casa de campo ubicada en afueras de Logoisk... La esposa de Alexei, Valentina (de las mujeres, como ella, dicen “retaguardia” bien segura, lo que es muy cierto) replanta las flores en el cantero: jacintos, tulipanes y narcisos… Por aquн cerca estб paseando su hijo mayor, Maxim, sujetando la cбmara fotogrбfica. El dueсo de casa, acompaсado de su hija Alesia, mantiene abrazado el cerezo aliso para agregarlo al enorme ramo de cumpleaсos para su querida esposa. Por aquн mismo corren su nieto Arseniy (tiene mismo carбcter que su abuelo) y su encantadora nieta, Yoanna…
Alexei Dъdarev siempre trata de regalar a su esposa y a sus seres queridos y familiares algo muy original: paseo a caballo, paseo en barca que ha sido hecha por el mismo, vuelos en el helicуptero o la copa de un tamaсo inimaginable del cristal checo…
A pesar de que sigo comunicбndome con Alexei Dъdarev bien adulto, la imagen de aquel jovencito –que corre por la colina– de vez en cuando aparece en la pantalla de mi visiуn interior. Sobre todo en aquellos momentos, cuando Аlexei muy entusiasmado me invita a hacer recorrido por su casa de campo. Ofrece kvas espumoso (bebida rusa fermentada — Aut.) del jugo de abedul hecho de modo casero. Lleva al amarradero del rнo hecho de tablas. Su casa de campo en el municipio de Logoisk (esta zona la llaman tambiйn Suiza belarusa — Aut.) Alexei Dъdarev se la adora. Si tiene tiempo, siempre se va para el campo, donde descansa y trata de mejorar su vivienda…
— ЎAquн es nuestro teatro a cielo abierto! cuenta su esposa,Valentina.
Sн, es asн: la pieza –que lleva el nombre “Su vida”– se pone en su casa de campo. Aquн, entre enormes pinos de decorados–que crecen directamente en su terreno– Аlexei demuestra sus cualidades de dramaturgo, director de escena e incluso en muchos casos del actor. “їCуmo y por quй comenzу a escribir?” una vez se lo preguntу su vecino. Alexei Dъdarev ha respondido que le encanta crear su mundo, como dicen a esta altura el mundo virtual, en donde el mismo se sienta rebien… Ademбs de eso, de vez en cuando el maestro sale al escenario y interpreta en sus propias piezas. Asн, el dнa de su 50є Aniversario interpetу el papel de Dobrynia en el espеctбculo “Polotchanka” (vecina de Pуlotsk - Aut.). Tambiйn interpretу el papel de Coronel en su pieza “No me abandones…”. En su jardнn el mismo ha construнdo una pequeсa casita: parece a la izba (casita sobre patas de gallina de los cuentos populares rusos — Aut.) y en el techo de la misma ha acomodado el nido con la cigьeсa. De lejos se parece mucho al verdadero.
En general las cigьeсas en su vida son sнmbolos de vuelo y de su obra creadora. Cuando una vez se lo he dicho a Alexei, йl me ha respondido asн:
— Es un pбjaro muy bello. Tal vez, sagrado…
Cuando en el cielo estбn volando las cigьeсas y Alexei las sigue con su mirada, creo que se parece mucho a aquel pequeсo chico que corre desde la colina para despegar sobre su pueblo natal Zarybi. Y de allн, puede ser, aterrizar justo a la mesa, en donde se han reunido sus amigos para celebrar su cumpleaсos. A propуsito, es una de las impresiones mбs vivas de su propia infancia, cuando su padre –para celebrar los diez aсos de su hijo– ha invitado medio pueblo.
Recientemente Alexei Dъdarev ha cumplido sesenta aсos. Para felicitarlo se han reunido unas doscientas personas.
Valentina Zhdanуvich
