El premio de la Academia Nacional de Ciencias es una especie de “Oscar” en el mundo de la investigación

La ciencia de convencer

El premio de la Academia Nacional de Ciencias es una especie de “Oscar” en el mundo de la investigación. Pues se concede cada dos años por la contribución a la solución de problemas científicos y científico-prácticos no sólo a los investigadores experimentados, sino también principiantes y los estudiantes. En el actual concurso tomaron parte en torno a 50 obras. Los ganadores fueron determinados por votación secreta de los miembros del comité de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús. Entre los ganadores fue también el estudiante del sexto año de la Academia Nacional de Aviación de Belarús, Nikolai Karnaúkhov.


Cadet, Nikolai Karnaúkhov y su supervisor, Alexander Kapustin

¿De qué exactamente logros y victorias de Nikolai vamos a hablar? En seguida da el tono a la conversación su tutor, candidato a doctor en ciencias técnicas, catedrático del departamento de disciplinas técnicas generales de la Academia Nacional de Aviación de Belarús, Alexander Kapustin, señalando que este premio es el resultado merecido de trabajo duro. El joven modesto de sólo 23 años de edad tiene un sólido bagaje científico. A su vez, Nikolai agrega: “Cuando nos esforzamos, obtenemos buenos resultados”. El reciente premio, como se suele decir en la aviación, es el premio de la Academia Nacional de Ciencias por el estudio, “El desarrollo y la investigación del sistema digitalizado óptimo del ajuste de tensión del generador sincrónico para los futuros aviones”. Es obvio que la elección del tema ha estado determinada por su especialidad, “Mantenimiento técnico de equipos de aviación”, que incluye precisamente los generadores. Es probable que al joven hombre emprendedor se lo haya atraído la orientación práctica bien definida: los resultados podrían ser aprovechados en la aviación del futuro. Alexander Kapustin contó lo siguiente:

— En el futuro los principios de funcionamiento de equipos de aviación y su mantenimiento deben ser totalmente diferentes. Por lo tanto, hemos decidido analizar el tema de como con la eficacia se puede manejar estos equipos. Uno de los métodos es el uso de dispositivos de microprocesador, es decir el control digital. Al principio no todo salía, pero Nikolai logró hacerlo.

El trabajo del cadete Karnaúkhov está dedicado a los sistemas de regulación de voltaje. Con el aumento del número de dispositivos electrónicos en aviones (a propósito, en la aviación del futuro el “relleno” digital pretende llegar a ser más importante que el mismo piloto) será necesario cada vez más de tener el sofisticado sistema de alimentación eléctrica. A propósito, en el reciente concurso, “Los jóvenes y el futuro de la aviación y astronáutica” –celebrado en la capital rusa, Moscú– Nikolai Karnaúkhov presentó una continuación lógica de sus ideas. Su obra bajo el título, “Sistema de la regulación automática de voltaje con elementos del intelecto artificial”, ganó el tercer puesto. Así que Nikolai ha comprobado que no sólo es un buen inventor (a finales de octubre pasado Nikolai recibió su primer patente), sino también es un buen programador. El joven investigador confesó: “No conozco todos los lenguajes de programación, sino he aprendido varios”.

Antón Kostyukévich
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