Los cataclismos meteorológicos están vinculados directamente con la distribución de la concentración de ozono en la altura

La capa de ozono atrae atención

El huracán en Minsk que rompía los árboles como cerrillos, la tormenta en Rostov del Don que hizo caer un Boeing, la inundación en Polonia… Los cataclismos meteorológicos están vinculados directamente con la distribución de la concentración de ozono en la altura, está seguro el candidato a doctor en ciencias físicas y técnicas, Aleksandr Krasovski, colaborador científico principal del Centro Nacional de Investigación Científica de Monitoreo de la Capa de Ozono de la Universidad Estatal Belarusa (UEB). En la estratosfera la capa de ozono está en constante movimiento. Allí donde ayer había un agujero de la capa de ozono hoy puede haber una “densificación”. Estos cambios pueden afectar a la troposfera subyacente en la cual se forman las masas de aire frío y caliente, los ciclones y anticiclones provocando los fenómenos meteorológicos anormales.



La comunidad internacional ya reconoció: el ozono es uno de los factores climáticos más importantes a nivel mundial. Se sabe que además de la función básica que es la formación de la estratosfera, su capa bloquea una porción de la radiación ultravioleta del sol, actúa como un filtro que protege la vida en la Tierra. Por lo tanto, la disminución de esta capa, la aparición de agujeros de ozono se convirtió en un problema global para la humanidad que decidieron resolver juntos. Apareció el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, después de adherirse al documento nuestro país tenía dos opciones: pagar una gran contribución anual en divisa y de ese modo hacer su aportación a la solución del problema o realizar el trabajo científico sobre el estudio de la capa de ozono — esta misión la cumple el Centro adjunto a la UEB. Las investigaciones se llevan a cabo no sólo en Belarús, sino también en la Antártida, durante los períodos de expediciones estacionales belarusas. Ya hay mucha información y conocimientos.

“Nuestra opinión es la siguiente: la situación cuando hay mucho ozono no es mejor cuando hay poco ozono — comparte los pensamientos Aleksandr Krasovski. — Vio qué pasaba hace poco en Minsk y en otras ciudades — en aquel entonces había bastante ozono. Además, modelamos la situación meteorológica durante el siniestro en Rostov. Allí también había una gran cantidad de ozono y la tropopausa (la capa de transición entre la troposfera y la estratosfera) prácticamente “aplastó” las capas de aire inferiores, apareció un flujo de chorro inconstante bajo en que cayó el Boeing. Antes pensaban que todo el tiempo “se cocina” en la capa inferior, y la estratosfera con su capa de ozono es relativamente estable. Todos los modelos meteorológicos se limitaban a la tropopausa y lo superior no se tomaba en cuenta. Pero el monitoreo satelital, las capacidades de computación cambiaron la forma de ver las cosas. En la Asamblea del Clima en Nueva Zelanda en enero de 2014 fue formulado claramente: la atmósfera superior no puede menospreciarse, la atmósfera es única, y si hay cambios, entonces habrá cambios en toda la altura. Ahora estamos elaborando una concepción del mecanismo de ozono de la influencia en el tiempo regional”. Los especialistas creen que la referencia de las condiciones meteorológicas al estado del ozono es la cuestión del futuro.


Cada día en el Centro Nacional de Investigación Científica de Monitoreo de la Capa de Ozono de la Universidad Estatal Belarusa miden la concentración de ozono en diferentes capas de la atmósfera, también el nivel de la radiación ultravioleta a nivel del suelo. Todos los aparatos necesarios fueron creados aquí. Por ejemplo, un medidor de línea único de la capa inferior de ozono TrIO proporciona las indicaciones de referencia. El Servicio Hidrometeorológico que también controla este parámetro compara periódicamente las indicaciones de sus aparatos con los datos del TrIO. La precisión es importante porque esta sustancia entra en el top 6 de las más peligrosas para la salud. En el techo trabaja un espectrorradiómetro multifuncional PION-UF — un dispositivo geofísico muy complejo que estaba en la Antártida con un contenido único y absolutamente automatizado. Cerca está un fotómetro PION-F de la última modificación. Mide el nivel de radiación ultravioleta y el contenido total de ozono, es completamente autónomo y tiene una batería solar. Los datos obtenidos PION-F puede transmitirlos tanto usando el wifi como la red celular.

— Tal dispositivo lo instalamos hace unos años en el Nároch y ya mostró muchas cosas interesantes, por ejemplo, que el clima ultravioleta allí se diferencia del clima de Minsk. A causa de la mayor transparencia de la atmósfera y la presencia de agua los niveles de irradiación solar allí son más altos — sorprende Aleksandr Krasovski.


— Por eso el bronceado es más eficiente. Pero los biólogos descubrieron que con el aumento de la cantidad de radiación ultravioleta cambian los procesos biológicos en los embalses naturales y nos pidieron ayudar con la investigación. Produjimos un dispositivo para medir los niveles de luz ultravioleta en el agua, y fueron medidos en algunos lagos del grupo del Nároch. Resultó que allí hay mucha luz ultravioleta biológicamente activa — registrábamos la señal a una profundidad de 15 metros.

Con todo eso PION-F ya está en Gómel, pronto estos dispositivos trabajarán en todas las ciudades provinciales. La información se transmitirá al Centro de la UEB que regularmente proporciona los datos de monitoreo al Centro Mundial de Datos de Ozono y Radiación Ultravioleta. Otros países actúan del mismo modo. Como resultado, aparecen los mapas actuales del estado de la capa de ozono sobre ambos hemisferios. El subdirector del Centro, candidato a doctor en ciencias físicas y matemáticas Aleksandr Svetáshev muestra las fotos en la pantalla y ayuda a descifrarlas. Las zonas claras son agujeros de ozono, migran constantemente. El 25 de junio se extendió una “lengua” desde el mar Báltico hasta el mar Negro que abarcó el territorio de Belarús. Otro día había una zona local a la derecha. Cuanta más fina sea la capa, más luz ultravioleta que puede provocar no sólo las quemaduras clásicas sino también la catarata, el melanoma y otros problemas habrá. Hay también zonas oscuras de la capa de ozono densa — aquellas que pueden “aplastar” la tropopausa y causar el desenfreno del elemento. La imagen es muy móvil.


El colaborador científico principal Aleksandr Krasovski demuestra un fotómetro de filtro Pion-FN

Los empleados del Centro investigan estos procesos y pueden predecir el desarrollo de la situación. Incluso calcular el índice ultravioleta. No se debe menospreciar este índice. La OMS desde hace tiempo reconoció la radiación ultravioleta como el factor que agrava las enfermedades. Especialmente ahora, cuando son tan de moda el descanso en los países cálidos y los viajes largos. Existe una escala según la cual se puede estimar el nivel de peligro. El índice ultravioleta de 0 a 2 no requiere protección, 6-7 — alto, se necesitan la ropa, gafas de sol y crema solar, 8-10 — muy alto, es mejor estar en un local. Así, por ejemplo, en Vietnam que es muy popular últimamente el índice ultravioleta en julio es extremo — 12, en Grecia — 10, España — 9. Tomando en cuenta la capacidad de la radiación ultravioleta de debilitar la inmunidad, hace falta pensar bien en el lugar de saneamiento. Por cierto, en Belarús se registran los altos índices. A finales de junio — 8, y en la fiesta del 3 de julio — 7. Es posible monitorear la situación en el sitio del Centro — www.ozone.bsu.by.

Yulia Vasilíshina
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