Juntando los granitos

Belarús en un tiempo relativamente corto pudo solucionar el tema de su propia seguridad alimentaria y hacer que el monto de las exportaciones agrícolas llegara a cinco mil millones de dólares norteamericanos
Belarús en un tiempo relativamente corto pudo solucionar el tema de su propia seguridad alimentaria y hacer que el monto de las exportaciones agrícolas llegara a cinco mil millones de dólares norteamericanos.



Los productos alimenticios belarusos son conocidos en Rusia, Kazajistán, así como en otros países del mundo. Pero ¿significa esto que este sector no tiene ningún problema y está desarrollando bien?

Sobre las perspectivas del campo belaruso a nuestro corresponsal contó el director del Instituto de Estudios de Sistemas en el Complejo Agroindustrial de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, Alexander Shpak:

— Belarús, a pesar de todas las dificultades del período de transición, retuvo la mayor producción agroindustrial. Lo que hace posible una introducción amplia y eficaz de los últimos avances de la ciencia y tecnología en las industrias, proporcionando un alto nivel de la competitividad de la producción y permite cada año aumentar las exportaciones de productos alimenticios. En términos sociales, los resultados positivos llevaron a la creación de una red a gran escala de los agropueblos con la infraestructura desarrollada. Lo que ayudó a reducir el número de personas que dejan el campo y se van a vivir en las ciudades, así como mejorar la calidad de vida en las zonas rurales.

— A pesar de los éxitos indudables, el nivel del desarrollo del sector agrícola en Belarús sigue cediendo al de los países más importantes de Europa en cuanto a su eficiencia y la productividad de trabajo.

— Se trata de varias causas: a lo largo de muchos años han sido subestimados los precios de compra de los productos agrícolas y los préstamos han sido caros. El apoyo estatal a la agricultura se distribuía de manera que sólo una cuarta parte de las entidades económicas del país se lo recibían directamente. Tampoco siempre era justificado el funcionamiento de grajas agrícolas que hemos heredado de la época soviética. Por lo general, los propietarios de granjas agrícolas tendían a elegir para sí mismos una especialización estrecha y se comprometían a la producción que tenía más éxito. Hubo granjas agrícolas avanzadas que lograban combinar diferentes áreas en el trabajo. Pero a esta altura las entidades deficitarias deben tomar respectiva decisión y centrarse en lo que saben hacer mejor, aprovechar su base de producción y el personal necesario. Además de eso, se requiere una disciplina elemental, de la que depende el mantenimiento a tiempo de la maquinaria, la introducción de últimas tecnologías, así como la calidad de abastecimiento de forrajes.

— De los agricultores se lo exigen una mayor producción agrícola. Pero no se sabe si serán comercializados estos productos.

— La demanda y el precio de los productos alimenticios en el mundo van en aumento. La población de la Tierra crece más rápidamente (el 1.4 por ciento por año) que la producción de víveres (el 0.9 por ciento anual). Las recientes investigaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), indican la necesidad de aumentar la producción de productos alimenticios en un 60 por ciento para el año 2050 a fin de poder alimentar a la población mundial, cuyo número en ese momento será de nueve mil millones de personas. Pero producir es una cosa. Es sumamente importante vender. Lo que no es fácil, pues de año en año aumenta la competencia en el mercado global de alimentos.

Además de eso, en el futuro próximo el sector agrícola estará formado principalmente por grandes empresas de producción, procesamiento, así como las granjas agrícolas particulares y los comercios. Se trata de la directriz estratégica de la política agrícola.

Sin embargo, la importancia de las pequeñas y medianas empresas agrícolas debería crecer, ya que son más móviles y pueden adaptarse a la demanda sin inversiones significativas. Por ejemplo, a esta altura, las importantes granjas agrícolas no quieren participar en los sectores de la producción agrícola como la apicultura, la ganadería, la crianza de ovejas y la organización de las producciones específicas demandadas en el mercado (producción de la leche de cabra, de caracoles, de setas, etcétera). Actualmente de mucha popularidad goza el turismo rural que casi siempre está acompañado del cultivo de sus propios productos agrícolas.

Eugeni Pimenóv
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