La visita oficial del presidente de Belarús a Georgia comenzó con un acontecimiento simbólico bien significativo

Impulsos de amistad desde el corazón de Europa

La visita oficial del presidente de Belarús a Georgia comenzó con un acontecimiento simbólico bien significativo. Alexandr Lukashenko colocó una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido en el parque Vaka en la capital de Georgia, Tbilisi.


Presidentes Alexandr Lukashenko y Giorgi Margvelashvili durante la reunión en Tiflis

El memorial fue construido en honor de los soldados caídos durante la Segunda Guerra Mundial. Seguramente nuestros dos países están unidos por una historia común, pero resulta que a esta altura tenemos que volver a establecer contactos bilaterales. Lo que comprueba el contenido del foro de negocios entre Belarús y Georgia celebrado en la víspera de la visita del líder belaruso a Tbilisi.

En resultado, fueron celebrados los contratos por el monto de cuatro millones de dólares norteamericanos. Sus firmas las pusieron los directores de la empresa de camiones de Minsk MAZ y la planta de tractores de Minsk. Varias empresas más celebraron los acuerdos de cooperación directa. Pero es más importante es el ambiente favorable para las negociaciones creado por la Cámara de Comercio e Industrias de Belarús. Los representantes de 42 compañías belarusas llegaron a la capital de Georgia, donde los esperaban más de 200 empresarios más importantes.

Claro que los detalles de las negociaciones es todo un secreto comercial. Pero su resultado debe llevar al crecimiento doble o incluso triple del comercio entre los dos países. Esta suposición fue expresada en el foro por el viceprimer ministro de Belarús, Mikhail Rusyi. Los jefes de las cámaras de comercio e industrias de Georgia y Belarús, Kakha Baindurashvili y Mikhail Miátlikov, confirmaron que los países tienen suficiente potencial para que todos los planes se hagan realidad.

Además de eso, durante las negociaciones fue analizado el tema de la posibilidad de establecer la cooperación entre de Unión Europea y la Unión Económica Euroasiática. Georgia –siendo miembro asociado de la Unión Europea– en este caso tiene sus ventajas. A su vez, Belarús –siendo participante clave y en muchos sentidos un socio líder en la Unión Económica Euroasiática– también tiene qué ofrecer. Mikhail Miátlikov dijo al respecto lo siguiente:

— A los empresarios de los dos países se les interesan las oportunidades que ofrece la Unión Europea, así como la Unión Económica Euroasiática. Nuestros países pueden beneficiarse de forma recíproca de todas las ventajas de estas dos asociaciones.

Se trata de la cooperación empresarial y económica, lo que es muy importante. Pero aún más valioso es el diálogo establecido muy amigable al más alto nivel político.

Cabe destacar que el mandatario belaruso, Alexandr Lukashenko, sostuvo conversaciones con su homólogo georgiano, Giorgi Margvelashvili, y el primer ministro, Irakli Garibashvili. Además de eso, el presidente belaruso se reunió con el catholicos-patriarca de toda Georgia, arzobispo de Mtskheta y Tbilisi, metropolitana de Pitsunda y Sujumi-Abjasia, Ilia II. Según balances de los encuentros fue firmada una serie de documentos muy importantes. Su objetivo es el desarrollo de la cooperación en muchas esferas: desde el turismo y la salud pública hasta la educación, la ciencia y la tecnología. El trabajo fue intenso y productivo. Los dos países abrieron una nueva página en el diálogo político más significativo y en la cooperación económica mutuamente beneficiosa.

Desde los primeros minutos de la reunión de los jefes de Estado se hizo evidente que Tbilisi justifica plenamente su nombre, pues “Tbili” significa “caluroso”. Y aunque en el día de la visita hubo llovizna, el ambiente de las negociaciones era sin duda muy soleado. Hace falta señalar que las relaciones diplomáticas entre los dos países han sido establecidas hace más de dos décadas. Sin embargo, hasta el momento no hubo contactos al más alto nivel. Pero esto no significa que el diálogo intergubernamental no se llevó a cabo nunca. Alexandr Lukashenko agradeció a George Margvelashvili por el apoyo en el ámbito internacional, que Tbilisi muestra consistentemente a Minsk. La comprensión política abre el camino para el desarrollo de una fuerte cooperación comercial y económica. En lo que están interesados ambos países y lo confirmaron sinceramente los presidentes de las dos naciones.

En las conversaciones de los dos mandatarios fueron analizados muchos temas. Hablando con los periodistas después de su finalización, Alexandr Lukashenko dijo que Belarús considera Georgia un socio comercial y económico potencialmente prometedor en la región del Cáucaso. Además de eso, el líder belaruso expresó algunas estimaciones en la víspera del último foro de negocios. Hoy en día, podemos decir que los acuerdos celebrados en este evento muestran la posibilidad bien factible del crecimiento del monto del intercambio comercial hasta al menos de 200 millones de dólares norteamericanos. Teniendo en cuenta que hoy en día esta cifra no supera 65 millones de dólares, se prevé un progreso muy importante.

Sin embargo, un simple comercio es sólo un paso hacia una cooperación más sustancial. Minsk ve prometedor el desarrollo de la cooperación industrial. Debemos unir fuerzas en la producción demandada en los vastos mercados de la Unión Europea y la Unión Económica Euroasiática.

Por cierto, los dos presidentes analizaron más detalladamente las aspiraciones de integración de muchos vectores. Georgia está llevando a cabo un acuerdo de asociación con la Unión Europea. A su vez, Belarús, como se sabe, es un participante activo de la construcción de la Unión Económica Euroasiática. Pero esto, los mandatarios hablaron abiertamente, de ninguna manera debe excluir la activa cooperación interestatal. Al contrario. Los procesos de la integración de cada uno de los países abren beneficios adicionales. Y la combinación de estos dos potenciales podría llevar a importantes beneficios mutuos.

En este caso muy claramente se ve la idea de la iniciativa de Minsk en cuanto a la integración de las integraciones. Alexandr Lukashenko está convencido de que con el tiempo la Unión Europea y la Unión Económica Euroasiática llegarán a una integración más profunda. Otra cosa es que es muy grande la inercia de estas asociaciones y el proceso de acercamiento se está desarrollando lentamente, por lo tanto, es poco probable que sea pronto. Sin embargo, sería prudente poner rumbo hoy a través de contactos bilaterales entre las dos naciones. Tbilisi apoya plenamente este enfoque. Giorgi Margvelashvili cree que cualquieras alianzas están creadas para cooperar y no para poner barreras.

Mientras tanto, Minsk y Tbilisi han esbozado varios proyectos piloto, en torno al cual se desarrollará la interacción de negocios. Hay interés en la creación en Georgia de la empresa de ensamblaje de ascensores belarusos, de algunos modelos de tractores y de maquinaria agrícola. Estamos dispuestos para satisfacer las necesidades de los socios georgianos en productos de ingeniería agrícola y maquinaria comunal, el transporte urbano de pasajeros, los medicamentos y productos alimenticios. Por otra parte, los especialistas belarusos están dispuestos a compartir las tecnologías de la creación de producciones agrícolas a gran escala.

— Somos gente responsable y si nos tratan bien, siempre respondemos con el mismo, aseguró Alexandr Lukashenko a George Margvelashvili.

Además de eso, los periodistas preguntaron a Alexandr Lukashenko sobre su opinión en cuanto a los sensibles temas de la política exterior de Georgia. En este caso vale la pena citar al presidente de Belarús:

— El presidente de Georgia dijo que después de todos estos conflictos bélicos e incluso la guerra entre Georgia y Rusia, hacía falta de alguna manera más flexible construir relaciones y no hacer pasos poco sopesados. Tal vez. Pero vamos a ser realistas, yo propongo olvidar lo que ha sido en el pasado y mirar hacia el futuro. ¿Qué pasos podemos emprender para normalizar las relaciones entre Georgia y Belarús y también entre Georgia y la Federación de Rusia? Creo que en un futuro próximo vamos a encontrar al menos una respuesta a una pequeña pregunta: qué paso podríamos hacer no sólo para detener esta retórica, sino para conciliar las posiciones de los países y vivir en la misma familia, como una vez ya fue. Pues no hay ninguna contradicción entre el pueblo georgiano, belaruso o ruso. Hay una falta de entendimiento en el nivel político, que podría ser superada. Pero es necesario poner determinadas metas y comenzar hacer ciertos pasos. Ya hemos hablado de esto. Yo no tengo la autoridad para contar sobre nuestros acuerdos, pero próximamente todo el mundo se enterará de los mismos.

En Tbilisi aprecian mucho la política sincera, que abre un montón de oportunidades. Tras celebrar las conversaciones los dos presidentes firmaron una declaración conjunta que afirma su deseo mutuo de profundizar y fortalecer las relaciones en todos los ámbitos. Ahora su palabra deben decirla los representantes de los gobiernos de los dos países, que se comprometen a cumplir de inmediato los acuerdos aprobados al nivel más alto. Esto se discutió también en la reunión del presidente de Belarús, Alexandr Lukashenko, y el primer ministro de Georgia, Irakli Garibashvili.

Al final de la visita oficial del presidente de Belarús a Georgia fue organizado un viaje conjunto de Alexandr Lukashenko y George Margvelashvili a Batumi, donde tuvo lugar una reunión con el primer ministro de la República Autónoma de Adzharia, Archil Habadze.

Alexandr Lukashenko también participó en la ceremonia de la firma del acuerdo sobre el establecimiento de relaciones de asociación entre las ciudades de Brest y Batumi.

Vasiliy Kharitonov
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