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Qué pueden esperar los belarusos de la campaña electoral de este otoño

Qué pueden esperar los belarusos de la campaña electoral de este otoño


 En Belarús arrancó la campaña electoral de las quintas presidenciales en la historia de la Belarús soberana. Los belarusos podrán votar el 11 de octubre. La fecha de las elecciones está determinada por el Parlamento nacional en la última reunión de 7ª sesión.

Según la legislación, un candidato a Presidente puede ser presentado sólo por medio de la recogida de firmas de los votantes. Para eso se necesita un grupo iniciador en cantidad de 100 personas como mínimo. En total, la Comisión Electoral Central admitió a la participación en las presidenciales a ocho grupos, incluso el grupo iniciador del Presidente actual, Aleksandr Lukashenko.

Los grupos deben antes del 21 de agosto recoger 100 mil firmas para que su promocionado reciba el estatus oficial de candidato. Obtener tan gran apoyo electoral es muy difícil. Especialmente si a espaldas no hay un fuerte equipo de partidarios en forma de una organización cívica o un partido político que goza de confianza en la sociedad.

Los expertos coinciden prácticamente en sus opiniones: todas las posibilidades para el éxito las tiene el Presidente actual, Aleksandr Lukashenko. Sus contrapartes habituales: el líder del Partido Liberal Democrático, Serguéi Gaidukévich, el presidente del partido de izquierda “Mundo Justo”, Serguéi Kaliakin, y el presidente del Partido Civil Unido, Anatoli Lebedko. Claro que obtendrán los votos de los sufragistas. Pero es una gran pregunta si serán suficientes para la segunda vuelta. Algunos representantes de la oposición belarusa juzgaron sensatamente sus posibilidades y llaman uno a otro a negarse a participar en las elecciones e incluso boicotearlas. Pero una de las novedades de la actual campaña electoral es la prohibición de boicotear las elecciones. El secretario de la Comisión Electoral Central de Belarús, Nikolái Lozovik, declaró claramente:

— Belarús se adhirió a la Convención sobre los Estándares de las Elecciones Democráticas, los Derechos Electorales y las Libertades de los países miembros de la CEI según la cual el boicoteo está prohibido.

La campaña de 2015 se diferencia de las anteriores también por el orden de financiación de la actividad electoral de los candidatos. En 2010 existía la norma de formación de los fondos electorales privados. La Comisión Electoral Central decidió avanzar y permitió crear los fondos no sólo a los candidatos sino a los pretendientes a este estatus, es decir a la gente que registra su grupo iniciador y planea recoger las firmas de presentación. Está aumentado tres veces el volumen del fondo — hoy en día son aproximadamente 105 mil dólares. Con este dinero se puede comprar las columnas adicionales en los periódicos, el tiempo en la televisión, imprimir octavillas y pagar el trabajo de su grupo iniciador. Para completar el fondo se permite atraer recursos de los partidos políticos, personas jurídicas y ciudadanos. Con todo eso están prohibidas las donaciones anónimas y extranjeras. Cada candidato estará obligado a indicar si tiene los antecedentes penales, incluso los eximidos, también de qué dinero vive si por ejemplo, no trabaja.

Belarús nunca limitaba la cantidad de observadores extranjeros. Por ejemplo, en las presidenciales de 2010 fueron acreditados más de mil observadores extranjeros. Aproximadamente la misma cantidad se espera este año. Las invitaciones están enviadas a todas las organizaciones internacionales. Por primera vez al país llegarán los observadores de Corea del Sur. A los representantes de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE (OIDDH) por primera vez se adherirán los observadores de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, donde Belarús no está representada. El jefe de la misión de observadores de la CEI será el presidente del Comité Ejecutivo — secretario ejecutivo de la CEI, Serguéi Lébedev.

Además, los sociólogos calcularon que en las elecciones presidenciales planea participar más del 70 % de la población de Belarús. Tan alta actividad política es comprensible: las consecuencias de la crisis económica global, la oposición brusca entre las potencias, el aumento de la tensión en las relaciones de Rusia y la Unión Europea, los acontecimientos en Ucrania — todo eso preocupa a la gente e impide el formalismo respecto a las elecciones.

Evgueni Kónonov


Personas autorizadas para observar

Durante la celebración de cualesquiera elecciones es obligatoria la presencia de dos grupos: candidatos y votantes. Pero en la campaña hay también una parte obligatoria más — observadores. Son las personas autorizadas para observar la actividad de las mesas electorales: el escrutinio, la comprobación de la corrección de los resultados y otros momentos. El secretario de la Comisión Electoral Central de Belarús, Nikolái Lozovik, comentó cómo se desarrollarán para los observadores las próximas presidenciales fijadas para el 11 de octubre:

—Así es nuestra orientación. Especialmente enmendamos la ley: el observador debe supervisar el escrutinio en condiciones transparentes. No debe contemplar desde lejos sino ver cómo se calculan los boletines. Es un requisito de la ley. Por eso si alguien en algún sitio dice que no hay tal posibilidad, esto significa que la mesa electoral viola la ley. Y es necesario informar de eso.

Con todo eso basándose en la experiencia de los últimos años, Nikolái Lozovik señaló que no siempre las estimaciones objetivas representan el fundamento del resumen de los observadores:

— A veces los observadores dicen que no hay pretensiones sobre el proceso electoral, hay ciertas observaciones. Pero en el resumen final el grupo de especialistas convierte algunas observaciones en grandes fallas.

El secretario de la Comisión Electoral Central de Belarús supuso que en las próximas presidenciales participaran muchos observadores internacionales y en particular, un gran grupo de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE (OIDDH). Los observadores locales tradicionalmente trabajarán activamente, es un verdadero ejército — unas 30-40 mil personas.



En derecho de responsabilidad


Las elecciones es la responsabilidad civil ante la memoria de las generaciones anteriores y ante el futuro. Tal opinión la expresó el presidente de la Comisión Electoral Central de Rusia, Vladímir Chúrov, durante el videopuente Moscú — Minsk “70 años de la paz: lecciones de la guerra e historia de la Victoria común” comentando la campaña electoral en nuestro país.



—En Belarús ahora están preparándose para un evento importante — elecciones presidenciales, recordó Vladímir Chúrov. — Pero todos entienden que si hace 70 años no hubiera la Victoria en la Gran Guerra Patria, ahora elegiríamos no a los Presidentes de Belarús, Rusia y Ucrania sino al alcalde fascista. Las elecciones es la responsabilidad civil ante la memoria de las generaciones anteriores y la responsabilidad ante el futuro.

Según las palabras de Vladímir Chúrov, todavía es prematuro decir quién concretamente de los observadores rusos irá a Minsk, pero él mismo probablemente participará en la observación de las presidenciales. El jefe de la Comisión Electoral Central de Rusia comunicó que la cantidad de observadores rusos será precisada para octubre, con todo eso los representantes rusos según sus palabras, seguramente estarán “en la delegación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la delegación de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), la delegación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y a base bilateral”.

La cantidad de observadores internacionales que expresaron el deseo de participar en la campaña electoral belarusa de 2015 puede batir un récord. Las presidenciales belarusas las observarán los representantes de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE (OIDDH) y la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, también de la CEI. Por primera vez a ellos se adherirán los observadores de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), una organización a que Belarús aun no pertenece.
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