Los expertos creen que en un futuro próximo la calefacción infrarroja será el modo de calentar nuestros hogares.

Este misterioso calor

Los expertos creen que en un futuro próximo la calefacción infrarroja será el modo de calentar nuestros hogares. Los científicos belarusos ya han inventado un sistema de calefacción más económica y están seguros de que una vez construida la planta de energía nuclear de Belarús, los emisores infrarrojos sustituirán las baterías de calefacción instaladas en nuestros hogares.


Calienta y cura 

A esta altura, todo el mundo conoce saunas infrarrojas. A propósito, en relación con eso, la gente comenzó a buscar en Internet la información, si no es dañina para la salud la radiación infrarroja. Además de eso, se acuerdan lo que han aprendido en clases de física en la escuela, así como comparan su acción con luz solar. A su vez, la radiación infrarroja si es moderada, es toda una fuente de la vida... Por ejemplo, en foros en internet se puede leer que el espectro de radiación infrarroja cubre un área con una longitud de ondas, que son muy útiles para el organismo humano e incluso curan, cuando se trata de siete a 14 micrómetros. Resulta que esta parte de la radiación es casi como la de nuestro cuerpo. Por lo tanto, es muy agradable, pues nuestro organismo percibe la radiación externa con estos parámetros de ondas como algo propio. Incluso se trata de la absorción de resonancia: es cuando la energía externa se absorbe activamente por el cuerpo. ¿Y luego qué? Hace falta señalar que en el organismo pasan muchas cosas buenas bajo la influencia de la radiación infrarroja: “se aumenta la energía potencial de las células del cuerpo y del mismo sale agua ligada, crece el nivel de inmunoglobulinas, se aumenta la actividad de las enzimas y los estrógenos y en el cuerpo se producen también otras reacciones bioquímicas muy positivas”. Es más se aplica a todos los tipos de células del cuerpo y de la sangre. 

Vamos a conocer más de cerca tecnologías modernas. No es ningún secreto que el sol artificial de la radiación infrarroja “se alimenta” de la toma de corriente. En adelante los médicos contarán que el mismo incluso puede curar y no sólo calentar. Preparando el artículo, supe que aún en los años treinta del siglo pasado los cirujanos franceses, realizando operaciones médicas, descubrieron casualmente que las heridas bajo la influencia de los rayos infrarrojos se curan más rápido. Además de eso, se mejora la inmunidad y retroceden las infecciones. Entonces incluso en las salas de operaciones probaron poner especiales hornos. Pero, como se vio después, era peligroso, pues hubo una gran cantidad de sustancias inflamables, y hacía falta prendarlas para obtener la onda de calor deseada, más de 500 grados. Y, sin embargo, a veces es muy útil volver a estudiar una vieja idea de una nueva forma, por así decirlo, a través del prisma de las tecnologías y materiales modernos. El tiempo pasó, y ahora los emisores de rayos infrarrojos dan casi el mismo espectro de emisión con 140 grados. 

Valery Kolos
En 1997, para introducir el sistema ASLOTU en la Academia Nacional de Ciencias de Belarús fue creada la empresa de investigación y producción, “BelIKO”, dirigida durante diez años por el doctor en ciencias físicas y matemáticas, Valery Kolos (en la foto). Los ingenieros que desarrollaron el sistema ASLOTU son Víktor Parshin y Alexander Rodiónov. Con el tiempo, la empresa se convirtió en el Instituto de Energía de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús. Valery Pávlovich ocupa el cargo de vicedirector para el trabajo innovador, y su colega, candidato a doctor en ciencias técnicas, Alexander Akhramóvich, es el secretario científico. 

Los paneles de radiación infrarroja pueden ser instalados en el techo, como luces convencionales, pero según esquemas calculados previamente a partir de las características de los espacios. A su vez, el equipo, vinculado con el sistema, elije el modo de trabajo óptimo. De este modo se puede obtener el sol artificial y curarse. 

El doctor en ciencias físicas y matemáticas, Valery Kolos, contó que los científicos habían experimentado con el sistema de calefacción más económica incluso en la época soviética. Lo hicieron por el encargo de la industria de defensa. Cabe destacar que es bastante difícil realizar estudios con un material radiactivo, así como con la electrónica, pues se necesita mantener la temperatura estable en los talleres, así como la convección de aire mínima. Los científicos, al calcular todo, hicieron una elección: la radiación infrarroja. Así que las personas mayores pueden recordar antiguos reflectores eléctricos con una espiral que la gente ponía en sus hogares. Pero no se trata de ellos, sino de la alta tecnología ASLOTU, es decir un sistema automatizado de condiciones tecnológicas radiantes. La diferencia en este caso, como dicen los expertos, es como entre el viejo carro y el moderno auto, “Mercedes”, aunque ambos vehículos tienen cuatro ruedas. Pero entonces, en la época soviética, la idea prometedora no fue desarrollada: la antigua Unión Soviética fue derrumbada y los científicos dejaron de cumplir con los encargos para la industria de defensa. 

Cable eléctrico es mejor que tuberías de calor 

Los materiales científicos mencionados sirvieron en la era post-soviética para desarrollar programas nacionales de ahorro de energía. Fue entonces cuando los expertos belarusos, al estudiar en detalle la experiencia internacional, se dieron cuenta de que tanto en los Estados Unidos, como en los países de Europa Occidental - Austria, Suecia y Francia- para ahorrar recursos, se utilizan cables eléctricos en vez de tuberías de calor. Por ejemplo, en Noruega, como se vio después, más del 75 por ciento de los edificios se calienta con la energía eléctrica. Por lo tanto, en Belarús también comenzó a desarrollarse la idea de conversión de ASLOTU y los especialistas de la Academia Nacional de Ciencias, al continuar su trabajo, crearon un “sistema radiante”. 


Según cuentan los científicos, al principio el sistema ASLOTU “irradiaba” grandes expectativas. A propósito, el mismo fue aprovechado por los ingenieros y tecnólogos de la planta mecánica Vavílov de Minsk en 1998 a fin de crear un microclima que respondía a las tecnologías más avanzadas. Además de eso, sirvió para iniciar la producción de medidores de gas y otros instrumentos de precisión. Más tarde, uno de los expertos de la fábrica recordaba cómo antes incluso los invernaderos de la película de celofán, ponían por encima de las máquinas herramienta para mantener el régimen térmico. Y una vez utilizado el sistema ASLOTU, el efecto superó todas las expectativas: según la conclusión de la junta directiva de la planta, este hecho permitió ahorrar en torno a 400 mil dólares norteamericanos al año. En la empresa comenzaron a organizarse talleres para que los profesionales de otras entidades pudieran aprender de la experiencia. Por lo tanto, entonces fueron utilizados más de 20 sistemas ASLOTU, y fueron sacados importantes beneficios en las empresas principales del país: “Atlant”, “Horizonte” e “Integral”... Pero pronto por alguna razón dejaron de utilizar los sistemas ASLOTU. 

Su Majestad Diseñador 

Es bien complicado el camino desde el desarrollo científico hasta su adopción generalizada. Los científicos hicieron muchos esfuerzos para demostrar que los beneficios económicos –obtenidos a través de este desarrollo-- fuera bien importante. En su momento, el uso del sistema ASLOTU fue apoyado por el Consejo de Ministros, la Comisión Nacional de Energía y el Ministerio de Salud Pública de Belarús. Pero como se sabe, para que a nuestra vida llegue algo nuevo, hace falta sacar lo anticuado. Aunque los estereotipos siguen muy vivientes. Una vez me contaron que en la reconstrucción de varias entidades médicas en Minsk el sistema ASLOTU, instalado previamente, fue desmontado y dejado en el depósito. Comenzaron a averiguar, por qué. Resultó, que los diseñadores no eran conscientes de la importancia de esta innovación tecnológica y preferían el sistema de calefacción tradicional. 

En un momento, fue realizada una encuesta muy interesante para averiguar, cómo habían aceptado el sistema ASLOTU los funcionarios del Ministerio de Salud. Recuerdo que le viceministro de entonces, Mikhail Rimzha, también el médico principal de la ciudad, estaba dispuesto a analizar todas las propuestas de los creadores del sistema ASLOTU, aunque honestamente confesaba que él mismo nunca conoció todos los detalles de las propiedades medicinales de los rayos infrarrojos. A su vez, los expertos del departamento de inversión, construcción capital y base material y técnica, también optaban por el tipo de calefacción más económica: decían que en la reconstrucción de los hospitales deberían ser tomadas en consideración las recomendaciones del Comité de Eficiencia Energética. Sin embargo, después de llevar a cabo una pequeña investigación, yo, siguiendo a Valery Kolos,    me vi obligado a reconocer que los ejecutivos de negocios en los hospitales, que se ocupaban de los problemas de reconstrucción, no se preocupaban para nada por el tema de ahorro de energía y por lo tanto no analizaron la posibilidad de poder introducir altas tecnologías, sólo confiaban en la experiencia de los diseñadores. 

Así que resulta, que es posible ralentizar o acelerar el progreso tecnológico. En este caso la palabra de diseñador debería ser escrita con la letra mayúscula… La situación es muy extraña, como por ejemplo, cuando uno dice que en mi hogar se están llevando obras de reparación, pero eso no me importa: de todo se ocupa el diseñador. Un compañero a cargo del Ministerio de Salud Pública trató de convencerme que el sistema no había dado resultados positivos y por lo tanto no había sido aprobado a nivel de normas y reglas sanitarias (que llevan el nombre de SanPIN). Aunque en este momento conocía muy bien que según el encargo del Consejo de Ministros este problema ya estaba resuelto. Hay un estatuto en cuanto al diseño y el uso del sistema ASLOTU para utilizarlo justo en la esfera médica, así como en las instalaciones industriales. Eso es lo que dijo más tarde Valery Kolos. El Ministerio de Salud Pública informó el Consejo de Ministros sobre este tema ya en abril de 2002. Parece que desde aquel tiempo ya pasaron muchas cosas... Se cambió el personal. Además de eso, los médicos olvidaron un detalle importante: el sol artificial, es decir, la radiación infrarroja, no sólo ahorra energía. Para los hospitales, maternidades y policlínicos es sumamente importante conocer el efecto de tratamiento: con la radiación infrarroja hay pocos casos de inflamación pulmonar en los pacientes, así como complicaciones sépticas después de la cirugía. 

Uno de los médicos jefe intentó de alguna manera explicarme su actitud cautelosa hacia el sistema ASLOTU de siguiente modo: cada cuerpo humano tiene su longitud de la radiación térmica. Y no se sabe, cómo se comportaría, por ejemplo, el corazón, los pulmones o el cerebro del paciente, así como del médico, si “son constantemente presionados por la radiación infrarroja”. Escuchando estos argumentos “pseudocientíficos”, los creadores del sistema ASLOTU simplemente no saben que responder, sólo dicen que es sano “caminar, respirar el aire fresco, permanecer expuesto al sol”. ¿Para qué comprobar cosas obvias y verdades comunes con los datos experimentales? Cabe destacar que los rayos infrarrojos son beneficiosos para las mujeres embarazadas. Además de eso, más rápidamente se adaptan al mundo los bebés recién nacidos. A su vez, las madres jóvenes se recuperan también más rápido después del parto. Bajo el “sol artificial” también se curan más rápido los pacientes. A propósito, lo comprobaron los médicos del hospital municipal número siete de la ciudad de Minsk del Instituto de Investigación de Traumatología y Ortopedia de Belarús, donde el sistema ASLOTU fue introducido anteriormente. Y fue allí, donde durante la reconstrucción este sistema fue desmontado y dejado en el depósito. Pero con la ayuda de este sistema es muy fácil crear el “régimen térmico en la sala de operación”, incluso en la temporada, cuando se utiliza la calefacción. Ni hablar del período a veces muy duradero de entre temporadas. Sólo es necesario presionar una tecla de la computadora y en unos pocos minutos todo el mundo --médicos, así como pacientes-- se sentirá bien cómodos incluso en un quirófano frío. Además de eso, el sistema --instalado en el hospital de emergencia de Minsk-- pasó por el registro higiénico estatal. A propósito, aún en marzo de 2002, a partir de los buenos resultados el Ministerio de Salud Pública de Belarús permitió “producir y montar sistemas infrarrojos tipo ASLOTU en las empresas industriales, así como en las entidades médicas y de salud, instalaciones deportivas y en las obras agrícolas”. A esta altura sólo hace falta conseguir la energía de la planta nuclear de Belarús y pasar a la calefacción eléctrica. Pero además de eso, tenemos que cambiar la conciencia de la gente. En primer lugar, de todos aquellos profesionales que se dedican al diseño de futuros edificios de viviendas. Me gustaría creer que los ingenieros sean capaces de entender por qué los científicos consideran la calefacción de la radiación infrarroja el “calentamiento del futuro”. Sin embargo, si a un barrio ya están llevando tuberías de calor, se presentará un dilema muy difícil: qué tipo de calefacción tendrán los nuevos edificios. 

Radiadores o radiación infrarroja 

Para mí fue muy interesante estudiar todos los desafíos para la introducción del sistema ASLOTU a fin de entender: lo anticuado y viejo nunca se rendirá sin luchar. Es poco probable que en los edificios de muchos pisos, una vez construida la primera central de energía nuclear, esté utilizada la calefacción eléctrica. Pero hay científicos que afirman que sucede eso. Entre ellos los académicos, Alexander Mikhalévich y Leonid Guerasimóvich, expertos en el campo de la física térmica y las tecnologías eléctricas. A su vez, el mismo sistema ASLOTU podría ser considerado un testimonio de la disposición de las personas que toman decisiones de introducir nuevas ideas y tecnologías. A propósito, en Minsk hay los jubilados que no usan los teléfonos móviles. Es su propia elección... Pero las personas más jóvenes, no podrán trabajar sin cambiarse en las condiciones de la economía mundial muy abierta y tendrán que asumir todos los retos de nuestro tiempo. Así que antes de que sea construida la primera central nuclear de Belarús, la vida nos obligará a reconsiderar algunos de los dogmas en la esfera de la calefacción. Calentar los hogares con electricidad en Belarús será más rentable que quemar el petróleo exportado y llevar el calor a los edificios de muchos pisos por las tuberías. 

Los precios de la electricidad es un argumento poderoso en la disputa entre lo viejo y lo nuevo. Los precios determinan la forma de la introducción del sistema ASLOTU. Hace cinco años, en una conferencia de prensa yo escuché hablar los dirigentes del Comité Nacional de Eficiencia Energética que en nuestro país no sería rentable calentar hogares con electricidad. Es una pérdida de recursos… ¿Entonces, eso quiere decir que en otros países, como por ejemplo, Noruega, desperdician el dinero? ¿O por allí funcionan otras leyes de la física? Además de eso, no es necesario considerar el sistema ASLOTU como el “sepulturero” de radiadores de calefacción. El sistema tiene muchas ventajas y hace falta analizarlas con atención. Toda la información está presentada en el sitio WEB del Instituto de Energía. Y hay cientos de objetos (por ejemplo, almacenes de equipos complejos de hogar, maquinaria especial y grandes edificios públicos), donde “cerebros informáticos” del sistema ASLOTU pueden ayudar a ahorrar importantes fondos, así como permitir mantener a la gente su buen estado de salud. 

El conservatismo debe ser razonable 

Claro que se puede entender el cuidado y conservatismo de aquellas personas, de las que depende la introducción de sistemas de calefacción. No voy a discutir, en este asunto debería ser tomada una decisión común. No tengo ninguna duda que con el desarrollo de la sociedad los requisitos en cuanto a la introducción de las innovaciones serán más estrictos. A propósito, en mi opinión, los especialistas del Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Educación de Belarús tienen que organizar los seminarios dedicados a los sistemas ASLOTU. Los científicos, que conocen su oficio en detalle, están dispuestos para responder a cualquier pregunta para que no aparezcan, por ejemplo, más especulaciones ignorantes que los “emisores de la radiación infrarroja causan daño”. Tras estas mentiras, según me contaron los científicos del Instituto de Energía, no fueron llevados a cabo los proyectos de gran eficacia encaminados a la calefacción de espacios del Palacio de Niños y Jóvenes de Minsk, desarrollados aún en los tiempos de BelIKO (cuando fue previsto un importante ahorro de combustible), así como en el laboratorio de la construcción verde de uno de los colegios de Minsk. Aún en el año 2008, los ingenieros trataron de introducir el sistema: para cumplir con esta tarea fue asignado importante dinero del presupuesto municipal, pero los científicos y educadores comenzaron a discutir. Es algo extraño escuchar que en el siglo XXI, la gente inteligente no acepta el uso de la electricidad... 

Así que una vez más, vamos a mirar hacia el pasado reciente. “En un futuro próximo está previsto introducir el sistema ASLOTU en unas 650 instituciones médicas del país”, escribían mis colegas en los periódicos, cuando en los hospitales de Minsk comenzaron a instalar primeros sistemas. Ahora podemos decir que con la construcción de la primera planta de energía nuclear de Belarús, esta perspectiva se ha vuelto más factible. Para precisar: la construcción de la planta de energía nuclear se está llevando a cabo en la provincia de Grodno, a 18 kilómetros del pueblo de Ostrovets. 

La primera unidad de la central nuclear está previsto poner en funcionamiento en 2018 y la segunda a más tardar en 2019. En mi opinión, hoy en día, los representantes del Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Arquitectura deberían reunirse y analizar los documentos en cuanto a la introducción del sistema ASLOTU para luego tomar una decisión definitiva a fin de sustituir los anticuados sistemas de calefacción con los nuevos y más eficaces. Hace falta señalar una vez más, que se trata de la introducción de los sistemas que tienen efecto positivo en la salud. Sin embargo, esta idea no es nueva para nada: en cierto momento, lo propuso hacer también el candidato a doctor en ciencias técnicas, Gennady Dmítriev, siendo director del departamento de la supervisión sobre el uso racional de los recursos energéticos (TER). A esta altura, él trabaja en el Instituto de Ingeniería Eléctrica de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús, conoce muy bien el tema y cree que la preservación de los anticuados sistemas de calefacción es un gran error. 

Claro que no sería fácil llevar a cabo el nuevo proyecto, pero es necesario hacerlo. Por ejemplo, se quedaron en el pasado televisores de tubo y radios, cámara fotográficas de cinta, gramófonos y reproductores de video... Ya es difícil imaginar lo que habría sido, si los guardamos. Lo mismo pasará en el caso son el sistema ASLOTU: si científicamente está comprobado, y nadie niega que el sistema reduce significativamente el consumo de combustible convencional, y que el proyecto se cubre en menos de tres años, entonces no habrá más argumentos al respecto. A la solución del tema de la introducción del sistema ASLOTU también se unió un equipo de especialistas de la Asociación de Óptica y Mecánica de Belarús (BelOMO), que tiene mucha experiencia en la producción de emisores infrarrojos, y su Centro Científico y Técnico, “LEMT”, encabezado por el académico, Alexei Shkadarévich. Los científicos, una vez hechos cálculos, aseveran que desarrollando la calefacción eléctrica, existe la posibilidad de ahorrar cada año millones de dólares. Las reservas muy importantes están en los talleres de grandes empresas manufactureras. Por lo tanto, creo que con el tiempo, los expertos encontrarán una solución óptima, al superar su propio conservatismo y vencer todas las barreras interdepartamentales y su pereza primitiva.
 
Los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de Belarús desarrollaron un nuevo concepto de seguridad energética del país, que a esta altura, está esperando su aprobación. Como me he enterado, el mismo está basado en el desarrollo de tecnologías eléctricas, de lo les prometo hablar en la próxima edición. 

Iván Zhdanóvich 
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