La puesta en marcha de la primera unidad de energía está prevista para 2018

Energía para el futuro

Muy pronto la planta de energía nuclear de Belarús comenzará a generar los primeros megavatios de electricidad: la puesta en marcha de la primera unidad de energía está prevista para 2018. A su vez, en el año 2020 está previsto poner en funcionamiento la segunda unidad.


La construcción de la planta se está llevando a cabo en tres turnos. El progreso de la construcción se lo conoció el presidente de Belarús, Alexandr Lukashenko.  

El decreto, “Sobre la construcción de la planta de energía nuclear de Belarús” –que permitió al contratista general, la empresa rusa, “Atomstroyexport”, iniciar las obras de construcción de la central nuclear– el mandatario belaruso se lo firmó hace casi dos años: en noviembre de 2013. Desde entonces se ha hecho mucho: fue puesto fundamento y fueron construidos talleres necesarios. Poco a poco la futura planta de energía nuclear comenzó a tomar forma. A Alexandr Lukashenko se lo informaron que en la estación nuclear belarusa fueron iniciadas las obras en los principales edificios y estructuras de ambas unidades de energía, así como en varios edificios auxiliares. Así que las obras se están llevando a cabo en 99 objetos de aquellos 131 que comprende el proyecto y el año en curso en términos de construcción es muy activo. Hasta la fecha, los gastos ascendieron a una cuarta parte del presupuesto previsto: ya fueron gastados 22 mil 200 millones de rublos rusos. Entre las nuevas construcciones están: la estación de bomberos y el moderno centro de formación, donde se entrenará el personal para la futura central nuclear.

Además de eso, el líder belaruso conoció la labor del centro, visitó varios talleres, donde se fabrican tuberías y estructuras de acero para la futura planta de energía nuclear. Al final del recorrido el líder belaruso pasó para ver el edificio de la turbina de reactor de la unidad de energía número uno, de donde pudo ver toda la construcción. Alexandr Lukashenko se puso muy contento con lo que vio.

La planta de energía nuclear para Belarús es una cuestión estratégica. Su puesta en funcionamiento disminuirá significativamente la dependencia energética del país. Sólo el consumo de gas natural tiene que reducirse en cinco mil millones de metros cúbicos por año. También bajarán las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorará el estado del medio ambiente. En resultado, los consumidores pronto podrán percibir todas las ventajas del desarrollo de la energía nuclear en el país. Así que con el aumento previsto de las tarifas de gas, el precio de la electricidad no crecerá.

Hace falta señalar que la planta de energía nuclear de Belarús no es sólo un proyecto económico o de estatus. De hecho, el mismo da al país incluso algo más que la independencia energética. En una reunión con el director de la corporación nacional de energía atómica de Rusia, “Rosatom”, Sergei Kiriyenko, el presidente belaruso varias veces repitió la idea muy importante, que si el pueblo quiere avanzar y crecer, tiene que desarrollar nuevos proyectos y aprender continuamente cosas nuevas.

— Hemos acordado con los dirigentes rusos que necesitamos construir una planta de energía nuclear en el corto plazo, pero no a costa de la seguridad. Es más, la construcción debe ser más barata posible, recordó Alexandr Lukashenko. Pero lo más importante para nosotros: donde hoy en día están trabajando los empleados rusos o extranjeros, podrán trabajar los belarusos y aprender a cumplir en el largo plazo con los proyectos bien complejos de alto contenido tecnológico.

A esta altura, la corporación rusa, “Rosatom”, tiene firmados los contratos para la construcción de una obra similar en doce países del mundo. Y si este proyecto está demandado, entonces nuestros expertos en el largo plazo también podrían ayudar a los colegas rusos en la implementación de nuevos proyectos de construcción en otros países.

Mientras que el presidente estaba recorriendo la obra preguntando sobre las perspectivas del funcionamiento de la futura estación, en un edificio del centro de formación se reunieron trabajadores de la construcción.

Alexander Lukashenko explicó la motivación principal de la construcción de la planta de energía nuclear en Belarús:

— No vivimos en el desierto. Estamos rodeados de las centrales nucleares: de dos en Ucrania y una en Smolensk. En San Petersburgo y Kaliningrado se concluyen las obras de la construcción de una planta similar. Además de eso, por allí cerca se encuentra la central nuclear de Ignalina. Así que no debemos pensar mucho. En su momento, tuve que convencer a la población, especialmente de Ostrovets que era necesario construir la estación. Hoy en día, espero que todos nosotros nos damos cuenta de que hacemos correctamente. Debemos tener nuestra propia planta de energía nuclear, pues se trata de una energía barata, de nuevas tecnologías, así como de una imagen completamente diferente de la nación belarusa.

Además de la construcción de una planta de energía nuclear en Ostrovets, aquí se está desarrollando una infraestructura para los residentes-trabajadores del sector nuclear: escuelas, jardines de infancia y hospital. Sin embargo, en el verano de este año, el Ministerio de Energía de Belarús emitió una declaración que no es necesario convertir toda la ciudad de Ostrovets en la “ciudad de la ingeniería de energía”, sino hace falta crear urbanizaciones especiales, donde van a vivir los empleados exclusivamente de la estación. Alexandr Lukashenko no comparte este punto de vista, la atención debería ser prestada al desarrollo de toda la ciudad y de toda la región:

— Vamos a construir Ostrovets, será la ciudad más moderna y hermosa en la que vivirán las personas más educadas, lo que también es importante para el país. Ostrovets servirá de un ejemplo de cómo construir y desarrollar ciudades municipales. Son 118 en el país. Por lo tanto, es la construcción con la visión distante.

Ahora en Ostrovets viven unas doce mil personas, pero se cree que cuando la planta de energía nuclear de Belarús cogerá el ritmo operativo y tendrá su plena capacidad, el número de población de la localidad se incrementará de 40 a 45 mil personas.

Denis Krýmov


A propósito

Durante la reunión con los constructores de la planta de energía nuclear de Belarús y los residentes de Ostrovets al mandatario belaruso se le hicieron una pregunta muy lejos de la industria de la energía nuclear. Lo preguntaron sobre la literatura, más precisamente, sobre su actitud hacia el Premio Nobel de Svetlana Aleksievich. Alexandr Lukashenko dijo lo siguiente:

— Me alegro por Svetlana Aleksievich, pues es la ciudadana de Belarús. Este hecho dice que no importa qué posición tenga uno, en Belarús se puede trabajar y crear, escribir y expresar su punto de vista...

Conozco sus obras, escuché hablar mucho de ellas. En una revisión de la prensa –que me acercan cada mañana– he leído sus declaraciones. Pero saben, tantos opositores me criticaban y no sólo en Belarús, sino también en todo el mundo, que yo no podría destacar para nada a Svetlana Aleksievich. No la considero una gran opositora. La señora Svetlana escribió muchas obras buenas, tiene su propio estilo... No tengo nada en contra de eso. Sus novelas –que, en general, fueron tomadas bien incluso en los tiempos soviéticos, entre ellas por ejemplo, “La guerra no es la cara de una mujer”, y su famosa obra, “Muchachos de zinc”– reflejan nuestra realidad.

En mi felicitación –dirigida a Svetlana Aleksievich– yo escribí que es importante que el primer belaruso, después de los tiempos soviéticos, ganó el Premio Nobel. Lo más importante ahora, cómo servirá este premio. Es ciudadana belarusa –no importa que ha nacido en el país vecino, Ucrania– es su tierra, su país, le guste o no le guste, pero ya es una persona que ha llegado al éxito. Vamos a ver, cómo su imagen y su bagaje serán utilizados en beneficio del pueblo belaruso, que debe ser para nuestra gente, si uno ha tenido la suerte de recibir este premio. Así que en este caso oponer no es una gran cosa.

En realidad, la obra literaria es un trabajo muy duro. Ni siquiera la construcción de la central nuclear podría ser comparad con el mismo. El escritor tiene que crear todo el tiempo, y es el trabajo muy duro.
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