El grupo popular “Trуitsa” tan frecuentemente suena por la radio, aparece por la televisiуn, que parece, — si uno levantara la mano, podrнa agarrar de la barba al lнder del grupo Ivбn Kirchuk. Y de repente se aclara que en Minsk el grupo no ha actuado ya hace dos aсos. Es imperdonable para un colectivo musical de tal nivel.“Trуitsa” sucesivamente lleva a cabo su lнnea artнstica: va los lugares alejado, reune material musical, rotura esas tierras vнrgenes, trata de resucitar la Atlбntida de la canciуn popular de Belarъs que se va. De sн mismos los mъsicos hablan de manera muy exacta: “Trуitsa” realizу una revoluciуn en las cabezas del pъblico bielorruso, al mostrar que la mъsica popular es no solamente una parte elitaria o una subcultura, que es una cultura universal, cercana y comprensible tanto para un petimetre como para un intelectual.
Este colectivo artнstico nos abre el estrato sacral del folklore que estб mezclado en la energнa remota de los siglos y en un psicologismo profundo. No tenemos muchos ejemplos de grupos contemporбneos que hayan ido a los lugares bielorrusos alejados en busca de material musical, a la Polesie. Kirchuk es nuestro chamбn en el folklore. Solamente que el tiene un arma musical mбs fuerte que la que tienen los “grupitos” comunes de rock-and-roll: dudka, smyk, gusli, flauta, harmуnica labial, etc.
El grupo ha andado todo el mundo con conciertos, ha dado muchos recitales, ha intervenido en los festivales mбs grandes, ha grabado mъsica para el cine (“Los pequeсos fugitivos”, y “Tres tбleres). Con su autenticidad atrae no solamente a los especialistas, a los conocedores, a los crнticos, sino tambiйn al espectador inexperto, joven.
El realizador de televisiуn Serguei Rybakov filmу la pelнcula “Me alumbrarй con el sol” sobre el grupo “Trуitsa”. Fue mostrado en Nueva York en el cuarto Festival Internacional de cine independiente, donde segъn dicen agradу mucho. La parte norteamericana quiere adquirirlo para mostrarlo. Segъn las palabras de Serguei, incluso el mismo Robert de Niro se interesу por la pelнcula.
Pero la fuente principal de inspiraciуn del grupo — son las actuaciones en su paнs natal.
— Digamos, en el extranjero la gente no sabe de quй uno canta, quй uno canta. En cambio en Minsk en el concierto estarбn mis gentes cercanas, mis estudiantes. Para los conciertos en Belarъs nos preparamos con mucha responsabilidad, — dice Ivбn Kirchuk. — Ademбs los escenarios de Minsk permiten acercar el sonido de concierto al de estudio gracias a la mayor cantidad de instrumentos. Pueden ser 30, puede que 50 — depende del programa.
Es curioso que los nuevos instrumentos del grupo aparecen con regularidad. Solamente este aсo los mъsicos compraron un tambor africano, muchas percusiones interesantes, una ocarina. En su concierto el grupo cantarб 29 canciones.
A pesar de todo Kirchuk no estб seguro, que el colectivo logre reunir una sala completa. їPodrнa ser que al cabo de dos aсos, el espectador se ha desacostumbrado del sortilegio vibrante de “Trуitsa”? Ya que eso, asн como la escrupulosidad musical mбs profesional, hoy no estбn de moda. El colectivo de Kirchuk no se inscribe ni dentro de una carбtula musical primitiva, ni en el negocio del espectбculo, vive apartado. En esto no hay ninguna ostentaciуn. Es la fidelidad a un camino artнstico elegido una vez. Excavar mбs profundo — es una ocupaciуn agotadora y no siempre es notoria para la mirada ajena.
Parece que la “Trуitsa” mбs cerca que nadie se acercу a cierta zona vedada. En su mъsica se escucha el pulso de los siglos, del mito nacional. Ellos trabajan en aquel territorio que descubriу entonces Vladнmir Muliavin, ellos trabajan con frenesн, con tesуn. En la etapa de conclusiуn — estб el nuevo бlbum del grupo. “El trabajo es complejo, tal cosa nunca la habнamos escrito”, — reconoce Kirchuk. Y ellos nunca han hecho бlbumes fбciles.
Anna Shevtsova
