Nadezhda Liventseva, alumna del pintor popular belaruso Leonid Shchemelev, comenzу a exponer sus obras ya en la dйcada de los 70. Desde aquel tiempo participa en todas las exposiciones importantes. Sus trabajos se puede verlos en el Museo Nacional de Bellas Artes, en el Museo de Pintura Moderna, en el Museo de Bellas Artes de la provincia de Moguiliov P.V.Maslenikov, en el Fondo Artнstico Ruso, en las colecciones privadas suecas, alemanas e inglesas. Nadezhda Liventseva es una pintora que tiene que se afana en su obra en reflejar la cara humana.Al otro lado de la ventana del taller de la retratista Nadezhda Liventseva vemos el invierno. Y en el cuadro “El sueсo de una noche de verano” nos hace sentir el fresco aire veraniego, donde un joven violinista corre hacia la lila floreciente, prefiriйndola a las clases de mъsica. Parece que todo es muy comprensible y sencillo. Pero este cuadro tambiйn merece ser examinado minuciosamente. A veces las mismas obras crean un muro ante el espectador porque el sentido que quieren transmitir es imperceptible, la explicaciуn se escapa. Por otro lado precisamente el silencio, el sentido disimulado atraen tanto en los lienzos.
El retrato siempre es un enigma, aunque sea autorretrato. Es que a menudo el individuo durante toda su vida no logra comprender a sн mismo. Serб por eso que le gustarнa mirar a sн mismo desde fuera.
— їSon frecuentes los encargos de retratos?
— Ahora los recibo mбs que antes. Es que hoy estб de moda saber sus orнgenes y, como consecuencia, son muchos los que quieren tener en casa los retratos de sus antepasados, de la familia. Es muy atractiva tambiйn la misma imagen. Porque cada individuo tambiйn es un enigma para sн mismo. Ademбs la gente quiere que la reconozcan tanto los nietos y tataranietos, como las generaciones posteriores. A propуsito, a menudo los padres encargan los retratos de sus hijos. Los niсos crecen pronto, cambian, y los padres quieren demorar el proceso, plasmar el encanto de la niсez.
— їEs difнcil trabajar con los niсos?
— Me apetece pintar las caritas ingenuas y confiadas. Trato de encontrar algo muy peculiar en ellas. Por ejemplo, el cuadro que se llama “Junto con el viento”. La chica vuela como una pequeсa nube dorada. Aquн ve Usted otra niсa montada en un pony. Y este muchacho con el cable, en el sombrero grande de su padre y en las botas enormes — estб listo para la batalla.
A veces presento a toda la familia en el mismo lienzo. Habнa otros casos muy curiosos. Un dнa vino un viejo, veterano de la guerra, pidiendo que pintara el retrato de su mujer. Me trajo su foto donde era joven todavнa, muy guapa. Tales casos provocan mucho respeto y me conmocionan muchнsimo.
— їHace Usted los retratos de las fotos?
— Los retratos de las fotografнas parecen algo desvitalizados. La foto refleja sуlo la expresiуn fugaz que hasta parece no ser natural. Por supuesto, hay personas que se sienten perfectamente ante las cбmaras de fotos. Pero tales retratos son mбs superficiales que los trabajos donde la gente posa ante el pintor. Por ejemplo, el bosquejo de la muchacha que hace poco he hecho en una exposiciуn internacional. Parece vivo, tibio, tiene su propio humor. Es muy complicado llegar a los resultados similares trabajando con la foto.
Me da pena que no me salga a veces persuadir a los clientes que posen. Les cuesta entender que el retrato es un trabajo complicado que requiere muchas fuerzas, tanto fнsicas, como espirituales. Y hasta no les convence el hecho de que el famoso pintor retratista ruso Serуv tardaba en hacer un retrato a eso de tres meses, trabajando todos los dнas.
Pero a veces pintar a base de una foto es la ъnica soluciуn. Un dнa me presentaron a un hombre de negocios iranн que querнa tener el retrato de su pequeсa hijita fallecida. Me trajo una foto pequeсa en blanco y negro. Y me pidiу que la pintara como si estuviera viva, pero que al mismo tiempo se comprendiera que ya no estaba entre nosotros. No pude rechazar el encargo, porque me daba cuenta de que el retrato podrнa consolarlo. Pasй mucho tiempo pensando y por fin lo hice asн: pintй una carita sonriente detrбs de la cual se veнa el cielo, el campo y el camino por el cual va un бngel, tomando a la niсa de la mano, la llevaba hacia el horizonte.
— їLos clientes le piden consejos sobre el interior que debe rodear el cuadro?
— Muy raras veces. Si me dijeran que pintara el retrato que viniera bien al color de las paredes o del mueble, lo negarнa. Pero puedo tener en cuenta los deseos del cliente. Hace poco he hecho, basбndome en las fotos, el retrato de los reciйn casados de Kazajstбn. La novia vestida de un traje muy antiguo y el novio — de uniforme militar con charreteras y con el arma dorado. їPor quй no? Es muy curioso para mн meterme en el ambiente del pasado.
— En la primera Bienal Belarusa, celebrada en otoсo del aсo pasado en el Palacio de las Artes de Minsk (la idea de la exposiciуn fue mostrar las mejores obras de los pintores, grбficos y escultores belarusos de los ъltimos aсos) su obra fue representada por el cuadro “Presa de la niebla”. El lienzo se centra en el perfil femenino muy fino. їEs una imagen bien pensada o es una persona real?
— Es mi conocida, la futura especialista en arte, una persona interesante y creativa. Ella y su marido decidieron abrir un cafй para las reuniones de los creadores. Me ha encargado dos copias de las obras de Modigliani que adornen el interior de este local. (A propуsito, Modigliani es uno de mis pintores preferidos). Me puse a trabajar con mucho gusto porque siempre es curioso intentar adivinar los secretos del maestro.
— їLo ha logrado?
— ЎQuй va! Para hacerlo me faltarнa la vida. Y no estoy segura de que lo hubiera logrado.
— їTiene Usted trabajo que nunca venderб?
— Sн. No son muchos. Me riсan mis amigos entre los pintores porque me cuesta mucho separarme de mis lienzos. Muchos creen que el taller vacнo incentiva a trabajar mбs. Pero no puedo acostumbrarme todavнa.
Yana Mбiskaya
