
Segъn la percepciуn acostumbrada, el mundo sublime se encuentra en alguna parte allб arriba, en los cielos, y no bajo los piйs. Las sombras ilusorias y extravagantes de la gente, de los objetos, en general estбn totalmente lejos de la realidad. A propуsito, dentro de los pintores jуvenes es costumbre comprobar la calidad de los cuadros por medio del reflejo en un espejo. Si al autor la obra ejecutada le gusta el reflejo en el espejo, significa que el cuadro saliу bien.
“Practicamente eso hicimos tambiйn nosotros, — dice Marina Lъkash. — Fotografiando en el espejo nosotros comprobamos la perfecciуn de la realidad existente. Y descubrimos para sн mismas un mundo insуlito. Las cosas que a primera vista son menos exigentes resultaron ser dignas de admiraciуn. Se descubriу que las sombras, las reflexiones tienen un carбcter, una individualidad. En cambio “lo fotogйnico” del asfalto es sencillamente asombroso. Incluso a nosotros nos pareciу que el mundo en el reflejo del espejo responde con reciprocidad y nos observa”.