El frente en la retaguardia

Durante la Segunda Guerra Mundial, en los territorios ocupados por el enemigo, lucharon más de seis mil destacamentos de guerrilleros y grupos clandestinos con la participación de más de un millón de personas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en los territorios ocupados por el enemigo, lucharon más de seis mil destacamentos de guerrilleros y grupos clandestinos con la participación de más de un millón de personas.

Los guerrilleros belarusos hicieron varias centenas de hazañas. Los guerrilleros volaron puentes y trenes. Los soldados alemanes llamaban a la guerrilla “frente del bosque” y a menudo les temían más que a los que combatían en el frente principal. La comunicación viva con los lugareños ayudaba mucho a la guerrilla, a la que a tiempo llegaba la información sobre las acciones punitivas del enemigo. El apoyo popular al movimiento guerrillero fue demostrado en todos los rincones de nuestro país, por lo tanto los guerrilleros eran invencibles. Por su coraje y heroísmo más de 311 mil guerrilleros fueron galardonados con órdenes y medallas, 248 personas recibieron el título de Héroe de la antigua Unión Soviética (la condecoración máxima — Aut.)


Primeros vengadores


Pocas personas saben que el primer destacamento de guerrilleros durante la Segunda Guerra Mundial fue creado en la ciudad belarusa de Pinsk por la tarde el 22 de junio de 1941 y el día 28 de junio se unió a la lucha. Este día se considera la fecha del primer disparo de la guerrilla en la Segunda Guerra Mundial.

La creación del primer destacamento de guerrilleros está relacionada con el legendario guerrillero, Vasily Korzh. En la mañana del 22 de junio de 1941, él se dirigió al primer secretario del comité provincial de Pinsk, Auxencio Mínchenko, para pedir permiso crear un grupo guerrillero. Al principio Auxencio Mínchenko se le respondió siguiendo la propaganda de antes de la guerra: no se preocupe, el Ejército Rojo hará retirarse las tropas alemanas a la zona del Bug (río — Aut.) y vamos a combatir en el territorio extranjero. Pero ya en la noche la situación cambió drásticamente. Por lo tanto, de los voluntarios fue creado un pequeño destacamento. Pero en la oficina de alistamiento militar incluso fueron encontradas armas extra”.

El 28 de junio los alemanes nazis ocuparon la ciudad de Pinsk. En la mañana Vasily Korzh levantó en alarma el destacamento. Los guerrilleros salieron a la carretera Pinsk — Logishin en la dirección hacia el puente Ryaboi (vía Yaseltsu). Hicieron emboscada. Aparecieron tanques ligeros alemanes. El comandante ordenó a darles paso. El instructor del comité del partido comunista, Salokhin, arrojó un puñado de granadas al primer tanque. Los guerrilleros abrieron el fuego intenso.

El segundo tanque giró atrás. Del tanque destruido fueron quitadas armas y fue detenida la tripulación. Durante el interrogatorio, el teniente no podía creer que su tanque fue destruido por las personas civiles y dijo: “Es contra todas las reglas, no puedo rendirme a los civiles. Llévenme al mando militar”.

En el período de julio a septiembre de 1941 el destacamento de guerrilleros no podía participar en los combates con grandes unidades militares, pues no tenía suficientes armas o municiones, ni las fuerzas. Por lo tanto, los vengadores populares hacían emboscadas, asaltaban vehículos y motocicletas solitarios, destruían líneas de comunicación, quemaban puentes. Sus ataques no eran fuertes, pero importantes. En primer lugar, estas acciones hacían entrar al enemigo en un pánico. En segundo lugar, elevaban el espíritu de los que se quedaron en los territorios ocupados.

La propaganda de Goebbels decía a diario: “El Ejército Rojo está derrotado. Stalin huyó de la capital. Gran Reich es invencible”. La gente tímida se daba por vencida, las personas cobardes comenzaban a servir a alemanes nazis. A su vez, la gente honesta y valiente, al unir todos sus esfuerzos, luchaba. Los representantes de la guerrilla no sólo combatían con el enemigo, sino daban la esperanza a la victoria.

A partir de enero de 1942, en la frontera de las provincias de Minsk, Pinsk y Polesie fue creada una zona guerrillera, que muy pronto creció hasta el tamaño de un promedio país europeo. Los alemanes nazis no lograron vencer la así llamada república de guerrilleros. En la zona fueron creados los puntos de comando guerrillero, que mantenían el orden en los pueblos. Sin su permiso los guerrilleros no podían juntar víveres, llevar los caballos y así sucesivamente. Bajo su protección funcionaban granjas colectivas y los niños estudiaban en las escuelas.


La guerra contra las reglas

Cabe destacar que la táctica de la guerra de guerrilleros estaba fuera de los cánones militares, a veces tenía algo de una aventura. Pero eso se debía a las condiciones especiales en las que la gente tenía que luchar contra el enemigo. Pues los guerrilleros en su mayoría eran los rebeldes y civiles no conquistados, que en el territorio ocupado se vieron obligados a menudo con horcas y hachas en sus manos a tratar de imponer una batalla a las unidades militares bien armadas del ejército regular de Alemania. Por lo tanto se dan a conocer estos ejemplos de la actuación en contra de todas las reglas.

En febrero de 1942, tuvo lugar la primera incursión importante de la guerrilla en los municipios de: Lubañ, Starobin, Slutsk, Krasnoslobodsk. Starye Dorogui, Gántsevichi y Zhítkovichi. Los destacamentos de Komarov, Rózov, Patrin, Stoliárov y Konstanínov en los trineos pasaron cientos de kilómetros, trayendo el miedo y el pánico en los ocupantes. Ellos destruían las guarniciones y llevaban a cabo el trabajo político entre la población. A sus filas se unieron muchos nuevos combatientes, especialmente jóvenes, la gente de la zona ocupada que había escapado de su cautiverio. En las batallas se conseguían armas, municiones y víveres. El éxito, en particular, fue predeterminado por el hecho de que la guerrilla no actuaba según un patrón conocido.

Invencibles

Incluso el señor Walter Scott escribió: tratar de rodear a la guerrilla es como llevar el agua en un colador. Los oficiales del ejército evaluaban la situación por el mapa, y los guerrilleros locales no buscaban el camino, sino un sendero, por el cual se podía pasar sin ser notado. Es por eso que ni Napoleón, ni Hitler con su poderoso ejército no podían hacer frente a la guerrilla. También hay ejemplos más recientes. Se me grabó en la memoria como un par de semanas después de la elección de John F. Kennedy como el presidente de los Estados Unidos, a su oficina vinieron los periodistas de la televisión. En su mesa de trabajo ellos vieron el libro del Che Guevara, una colección de guerrilla irlandesa. El presidente Kennedy dijo que quisiera entender la esencia del movimiento guerrillero para crear una estrategia de sus acciones en el extranjero. A propósito, los EE.UU. no lograron vencer a las guerrillas vietnamitas y se vieron obligados a dejar este país asiático.

Con respecto a la guerrilla de Pinsk, la misma mostró la máxima eficacia durante la guerra. Cabe destacar que en 1944, la guerrilla de Pinsk contó con ocho brigadas. En resultado, fueron matados 27 mil alemanes nazis, fueron destruidas más de 60 grandes guarniciones enemigas y descarrilados en torno a 500 trenes con soldados y oficiales y el material bélico. Además de eso, fueron volados 62 puentes de ferrocarril y unas 900 carreteras. Pero el logro más importante de la guerrilla ni siquiera son las pérdidas del enemigo, sino la desviación de grandes fuerzas del ejército regular de Alemania.

Según los datos del Estado Mayor alemán, para el 1° de octubre de 1943, a la lucha contra la guerrilla y la protección de las instalaciones militares estuvieron dedicadas en torno a 52 divisiones. En comparación, una vez abierto el segundo frente, Hitler envió contra nuestros aliados hasta 50 divisiones. Aquí está presentada la evaluación de las acciones de los guerrilleros hecha por el legendario comandante militar soviético, Gueorgui Zhúkov: “El comando de las tropas enemigas tuvo que crear en su retaguardia un segundo frente para luchar contra la guerrilla, para cumplir con este objetivo fueron atraídas importantes fuerzas de tropas. Lo que afectó seriamente el estado general del frente alemán, y al fin y al cabo llevó al final trágico de la guerra”.

Maxim Nikoláev
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