La conferencia internacional bajo este lema fue celebrada en Minsk por la Oficina de las Naciones Unidas

El diálogo sobre un tema muy importante

“La pena de muerte: la superación de las diferencias”. La conferencia internacional bajo este lema fue celebrada en Minsk por la Oficina de las Naciones Unidas en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Belarús y con el apoyo de la Embajada de Gran Bretaña


Durante la conferencia

En la conferencia tomó parte el Representante Especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos, Stavros Lambrinidis. Además de eso, a la reunión se la asistió el representante de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Andrea Rigoni, ya bien conocido en nuestro país, y otras personalidades mediáticas. A pesar de que fue el primer evento de este tipo celebrado en la capital belarusa, Minsk, se hizo una continuación de una tendencia bastante estable en el fortalecimiento del diálogo de nuestro país con la Unión Europea.

Como dijo en la inauguración de la conferencia, el vicecanciller belaruso, Valentín Rybakov, nuestro país ha sido y sigue siendo abierto al cualquier discusión, incluso de los problemas más sensibles en materia de derechos humanos, incluyendo el tema de la pena de muerte. Sin embargo, la solución de todos los problemas debe ocurrir no en la confrontación, sino a través un diálogo, teniendo en cuenta las características específicas de cada país, en particular.

Este es el credo de nuestra política exterior, que siempre ha sido y sigue siendo igual. Del mismo modo que el tema de la pena de muerte, por la cual, recordó el vicecanciller belaruso, votó la mayoría de los ciudadanos de Belarús en un referéndum celebrado hace veinte años. “No podemos y ni vamos a ignorar este hecho”, subrayó el diplomático.

Hace falta señalar que en la conferencia intervinieron también el Representante Especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos, Stavros Lambrinidis, así como el Coordinador Residente de la ONU en nuestro país, Sanaka Samarasinha, y el parlamentario europeo, Andrea Rigoni, que contaron sobre los enfoques generales existentes en la Unión Europea y el mundo en cuanto al tema de la pena de muerte. Fueron anunciadas las siguientes cifras: los 28 países de la Unión Europea ya han abolido la pena de muerte, y en total 150 países en todo el mundo han dejado de utilizar esta forma de castigo.

El diputado de la Cámara de Representantes del Parlamento Belaruso, Nikolai Samoseiko, asegura de que en nuestro país la pena de muerte, tarde o temprano, también será abolida. Además de eso, el diputado belaruso contó sobre la situación social e histórica de hace veinte años atrás, cuando fue llevado a cabo el referéndum. El hecho de que entonces más del 80 por ciento de los ciudadanos votaron a favor de la conservación de la pena de muerte reflejó la reacción del pueblo ante la creciente delincuencia y la inestabilidad económica. Cabe destacar que aquel momento de cambios radicales fue acompañado por un aumento de la violencia, por lo tanto, la abolición de la pena de muerte un elemento podría aumentar la desestabilización en nuestro país. Así que la sociedad belarusa fue casi unánime en este asunto muy importante.

Además de eso, en el marco del evento, fue analizado activamente el siguiente tema: “¿Por qué nadie protesta contra la pena de muerte que se aplica en los Estados Unidos?” No existen respuestas racionales a esta pregunta...

“No me importa el hecho de que somos el único país en Europa que todavía mantiene la pena de muerte, me dijo el presidente de la Comisión Permanente para los Asuntos Internacionales y la Seguridad Nacional del Consejo de la República, Vladímir Senkó. La abolición de la pena de muerte es una inevitabilidad histórica y una tendencia europea más importante, a la que uniremos más pronto o más tarde. No me gusta e incluso indigna que debido a este tema a nosotros nos ponen un cerco y que cuestión se convirtió en la razón para las sanciones. Este lenguaje de ultimátum bajo el pretexto de la abolición de la pena de muerte está muy lejos de los valores reales, que en realidad promueven el Consejo de Europa y la Unión Europea”.

...Creo que esta es la mayor importancia de la discusión que tuvo lugar en el salón de baile del hotel capitalino, “Renacimiento”, donde se reunió, al parecer, todo el cuerpo diplomático acreditado en nuestro país. Es importante que a nuestro país, a Minsk, llegó el Representante Especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos para los Derechos Humanos, el representante de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, así como el reconocido diplomático de la “nueva Europa” Karel Schwarzenberg. Es necesario dialogar con los socios en el lugar de “enviar condiciones” desde Estrasburgo. Y es importante, como subrayó el Coordinador Residente de la ONU en Belarús, Sanaka Samarasinha, que esta conversación siguiera más allá del salón de baile del hotel, “Renacimiento”, en escuelas, universidades, hogares e instituciones públicas. La comunidad de expertos –que, a propósito, fue representada por un gran número de miembros de la sociedad civil, la ciencia y la religión– dio impulso a las nuevas formas de pensar. Sin embargo, una decisión definitiva debe ser tomada por el pueblo belaruso.

Nina Románova
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