El belaruso, Alexander Hodzkó, presentó Majtumkuli a Europa

Decenas de poetas, prosistas y publicistas de Belarús en diferentes momentos visitaron Turkmenistán
Decenas de poetas, prosistas y publicistas de Belarús en diferentes momentos  visitaron Turkmenistán. Es más, algunos de ellos estaban viviendo y rabajando en esta tierra soleada.

Vamos a dirigirnos a los mediados del siglo XIX. El oriundo del municipio de Myadel, Alexander Hodzkó, viajando por Turkmenistán, tradujo las poesías del poeta turcomano, Majtumkuli, y los publicó en Gran Bretaña. Este evento marcó el inicio de la gloria europea del clásico de la literatura turcomana.

Además de eso, el oriundo del pueblo de Krívichi, municipio de Myadel, el diplomático, Alexander Hodzkó, recoge la legendaria épica turcomana, “Ker-oglu”, las poesías de Kemine, y luego las publica en su traducción al idioma inglés. De este modo nuestro compatriota da a conocer al público europeo el folclore turcomano, hace conocer a los nombres de los escritores desconocidos hasta ahora y cuenta la rica historia del pueblo turcomano. A partir de las traducciones de Alexander Hodzkó se hacen ediciones en el idioma alemán, ruso y francés de “Ker-oglu”. La traductora al idioma francés fue George Sand. Resultó ser una cadena interesante: el turcomano, Majtumkuli — el belaruso, Alexander Hodzkó — la francesa, George Sand...

En el siglo veinte, las traducciones al idioma belaruso de las obras de Majtumkuli se las hacían: el poeta popular de Belarús, Maxim Tank, Ales Zvonak, Vladímir Korotkévich y otros reconocidos escritores belarusos. Además de eso, en Minsk, fue publicado un libro aparte de poesías de Majtumkuli, “Ruiseñor está buscando una rosa”. El poema, “El destino de un turcomano” –traducido al idioma belaruso por Vladímir Korotkévich– fue publicado en un libro de poemas de Majtumkuli en los idiomas de diferentes pueblos del mundo, editado en la capital de Turkmenistán, Ashgabat. Cabe destacar que un libro miniatura notable a principios de los años noventa del siglo pasado el autor de estas líneas lo entregó al Centro Nacional de Ciencia y Educación Francisco Skorina. Después del año 2000, en Minsk, apareció una nueva edición de las poesías de Majtumkuli en el idioma belaruso. Esta vez el traductor fue Kazimir Kameysha.


A su vez, los lectores turcomanos tuvieron la posibilidad de conocer la obra de los escritores belarusos tras la publicación del cuento de Yakub Kolas en el idioma ruso en el periódico de la zona de Trans-Caspio, “Ashjabad”. Los primeros libros de los reconocidos escritores belarusos, Yanka Kupala y Yakub Kolas, fueron publicados en el idioma turcomano en 1941. El traductor fue Ata Niyázov.

Además de eso, en 1982 fueron ampliamente celebrados los centenarios de Yakub Kolas y Yanka Kupala. Apareció una serie de nuevas traducciones, fueron publicados los artículos sobre los clásicos de la literatura belarusa en los periódicos y las revistas, “Consejo edebiyaty”, “Consejo de Turkmenistán”, “Edebiyaty ve Sungat”. Un gran trabajo en la promoción de la obra de Yanka Kupala fue llevado a cabo en los años ochenta del siglo pasado por el destacado escritor y crítico literario de Turkmenistán, Kakaly Berdyev, director del periódico, “Edebiyat ve Sungat” (“Literatura y Arte”). No es casual que a Kakaly Berdyev fue dedicado un artículo a parte en la enciclopedia belarusa, “Yanka Kupala”. Recuerdo con qué cariño y la excitación en el corazón Kakaly Berdyev estaba sosteniendo en las manos un tomo grueso de color verde con el artículo dedicado a él.

...Durante la Gran Guerra Patria, en las proximidades de Ashgabat servía en las filas el futuro escritor y poeta belaruso, Arkady Martinóvich. De ello él contó en su novela, “No te olvides sus raíces”. Años más tarde en Turkmenistán estuvo de visita su hijo –el poeta Pável Martinóvich– que luego escribió un ciclo de poemas sobre Turkmenistán y lo incluyó en la colección de poesías, “Tiempo de ámbar”.

En la segunda mitad de los años cuarenta del siglo pasado, en Ashgabat en la familia de su hermana, la cantante de ópera, Olga Mikúlich-Sabúrova (murió durante el terremoto en Ashgabat) vivió y trabajó el reconocido escritor belaruso, Borís Mikúlich. La segunda parte de su “Historia sobre mí” (publicada en la revista, “Neman”) está dedicada al período de Ashgabat. En una narración –llena de la ansiedad y tristeza– el reciente prisionero de acciones de Stalin compartió sus impresiones sobre Ashgabat, Turkmenistán, Majtumkuli, uno de sus primeros traductores al idioma ruso.

En los años de posguerra, comenzó el trabajo activo relacionado con las traducciones de la literatura turcomana al idioma belaruso y de la literatura belarusa al idioma turcomano. En Belarús fueron publicados libros de Berda Kerbabáyev, Kayum Tangrykulíev, Agagelda Allanazárov y Kurban Cholíev...

El importante trabajo de traducción se lo realizaron los poetas nacionales de Turkmenistán, Kerim Kurbannepésov (en su antología de autor, “Ramo de la Amistad”, fueron publicadas las traducciones de los poemas de Maxim Tank, Pimen Pánchenko y Nil Gilévich) y Qay­yum Tangrykulíev (en su antología de autor, “Feliz Arco Iris”, fueron publicados los poemas de Evdokia Los, Iván Muraveyko, Eddie Ognetsvet, Vasil Vitka) Kasim Nurbádov, que hizo traducciones de cuentos infantiles de muchos escritores belarusos. La publicación del número “belaruso” de la revista infantil, “Korpe” (“Niño”) en 1987 en el idioma belaruso y ruso se convirtió en todo un evento para pequeños lectores turcomanos. La edición de la antología de la literatura infantil de Belarús, “Achyk Asman” (“Sol Brillante”) en la editorial de Ashgabat, “Magaryf” (1989) también aportó a la causa de la hermandad literaria belaruso-turcomana.

Además de eso, en Turkmenistán fueron publicados los libros de poetas y escritores belarusos. Entre ellos Maxim Tank, Iván Chigrínov y otros. Fueron traducidas al idioma turcomano las miniaturas líricas de Yanka Bryl, así como las novelas de Ales Zhuk y Vasily Tkachov y los versos de Pimen Pánchenko, Mykola Cherniavsky, Raisa Borovikova y Arthur Volsky.

Una página aparte de la historia es el trabajo en Turkmenistán de escritores y periodistas oriundos de Belarús. Se trata del documentalista, Nikolai Kalinkóvich, el poeta, editor en jefe del periódico, “Pravda de Tashauz”, Mikhas Karpenko, el novelista, Vasil Tkachev, el publicista, editor en jefe de la “Chispa turcomana”, Vasily Slushnik. Nikolai Kalinkovich dedicó el libro al soldado turcomano, el Héroe de la Unión Soviética, Iván Vasílievich Bogdánov, que tomó parte de la liberación de Belarús de los invasores alemanes nazis y fue galardonado por la valentía mostrada en las batallas por la ciudad belarusa de Bobruysk: “El regreso del amanecer temprano” (Ashgabat, 1987), varios otros libros sobre Turkmenistán: “No se rompe la conexión terrestre”, “Mi nombre es la Libertad”. Todos ellos fueron editados en Ashgabat. Nikolay Kalinkóvich y Mikhail Karpenko fueron aceptados en la Unión de Escritores de la antigua Unión Soviética. Lamentablemente muy temprano falleció Nikolay Kalinkóvich, un verdadero promotor de la cultura belarusa en Turkmenistán. A su vez, los lazos literarios belaruso-turcomanos (publicaciones sobre la literatura turcomana en el periódico, “Literatura y Arte”, “Voz de la Patria”, “Periódico de la Región”, las revistas “Llama”, “Juventud”, la publicación de las traducciones de las poesías turcomanas en la revista, “Llama”) son muy interesantes. En uno de los congresos de escritores –celebrados en Belarús– participó el poeta nacional turcomano, Qayyum Tangrykulíev. Después de descubrir para sí mismo una nueva región, él escribió un poema maravilloso, “El pueblo más famoso en el mundo”, dedicado a la tragedia de Khatyn. Al idioma belaruso el poema fue traducido por el poeta nacional de Belarús, Ryhor Borodulin.

En el período de 1980 a 1990, en Belarús fue editada una serie de antologías literarias representadas en la literatura de otros pueblos en el idioma belaruso: “Vela”, “Hermandad”, “Horizontes”. En sus páginas también fueron publicadas las obras de los reconocidos escritores turcomanos, Amandurdi Dzhanmurádov, Allaberdy Haídov, Kasim Nurbádov, Azat Rakhmánov, entre otros. La información muy interesante sobre las “páginas turcomanas” del almanaque, “Hermandad” fue publicada en la revista turcomana, “Consejo edebiyaty”. Hace falta señalar también que en la promoción de la literatura turcomana en Belarús aportó mucho la poetisa y traductora belarusa, Liudmila Fellimónova.

...Claro que no es todo, de lo que haría falta contar en detalle...

Ales Karlyukévich
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