El problema más acuciante en el debate fue el tema de los desequilibrios en el comercio bilateral entre los dos países. Ambos presidentes llamaron la atención sobre el hecho de que el volumen físico de la facturación del comercio entre los dos países está creciendo, pero en cuanto a los términos monetarios –debido a la caída de los precios– se reduce significativamente. Al menos, si asumimos en moneda extranjera. En los últimos meses, la tendencia se ha cambiado en parte. Por supuesto, esto es el resultado de la coordinación de esfuerzos conjuntos. Los jefes de Estado se dirigen a las autoridades locales para pedirles llevar a cabo un trabajo más activo en este sentido. La capacidad de integración de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia aporta mucho. Sin embargo, no sólo eso.
El mandatario belaruso, Alexander Lukashenko, aseveró:
— La crisis económica tiene que consolidar a todos los participantes de los procesos de integración. No debemos competir, sino interactuar en los mercados extranjeros.
En opinión del presidente, Alexander Lukashenko, la solución de estos problemas con esfuerzos comunes belaruso-rusos ayudará al desarrollo de otros formatos de integración: “Siempre hemos dicho que nuestra asociación es la más avanzada en el espacio post-soviético, y otros países siempre parten de la experiencia que tenemos nosotros”.
A su vez, el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo:
— Ciertamente estoy de acuerdo con la evaluación, que ha hecho Alexander Lukashenko en cuanto al carácter de nuestras relaciones. De hecho, se trata de las relaciones post-soviéticas más avanzadas. Y, en general, son para el beneficio de nuestros ciudadanos.
Los dos líderes continuaron trabajando en el Palacio de la República, donde fue llevada a cabo la sesión plenaria del Tercer Foro de las Regiones de Belarús y Rusia. Hasta ese momento, sus participantes lograron analizar prácticamente toda la gama de relaciones en el marco de la Unión de dos Estados.
La conclusión general: es necesario continuar la armonización y la aproximación de las legislaciones de los dos países. Al mismo tiempo, Alexander Lukashenko propuso desarrollar una ideología de la protección y el fortalecimiento de la Unión de dos Estados de Belarús y Rusia. Y sería mejor empezar con la eliminación de barreras en el comercio mutuo, la formación de una política industrial unificada y el mercado común: “Necesitamos reunir recursos para competir con las empresas extranjeras dentro de la Unión de dos Estados, y luego presionarlas en el mercado exterior... Mientras tanto, a veces sólo tratamos de sobrevivir cada uno por su cuenta”. Vladímir Putin dijo lo siguiente: “Belarús es nuestro socio económico importante. Al mercado ruso se suministra la mitad de las exportaciones belarusas. O tal vez aún más. Hace falta ampliar la producción, incluso para cubrir las necesidades del mercado ruso”.
Al final de la reunión, Alexander Lukashenko, dijo a Vladímir Putin lo siguiente:
— La actual visita del presidente de Rusia es un paso simbólico muy importante. Lo que consideramos no sólo nosotros, los funcionarios del gobierno, sino también lo aprecian los belarusos y los rusos que viven en Belarús, es decir, todo el pueblo belaruso. Digo esto para que usted tenga en cuenta que no sólo nosotros, los funcionarios, sino todo el pueblo belaruso lo apreciamos. En los últimos meses usted en varias ocasiones estuvo en Belarús. Eso comprueba que Belarús es un país cercano a Rusia. Y debemos apreciarlo siempre.
Todas las ideas y sugerencias –formuladas en la sesión plenaria– fueron reflejadas en el documento final del Tercer Foro de las Regiones de Belarús y Rusia. A su vez, los presidentes completaron una jornada nutrida de trabajo conjunto con un recorrido realizado por la exposición internacional, “Belagro-2016”, donde los representantes del stand, “Bellegprom”, regalaron al líder ruso, Vladímir Putin, una camisa bordada con el ornamento nacional belaruso.
Vasily Kharitónov
