Desafíos para la comunidad

En el período de 26 a 29 de septiembre del año en curso, el Presidente de Belarús, Alexandr Lukashenko, realizó una visita de trabajo a los Estados Unidos
En el período de 26 a 29 de septiembre del año en curso, el Presidente de Belarús, Alexandr Lukashenko, realizó una visita de trabajo a los Estados Unidos. En Nueva York, el mandatario belaruso participó en los eventos en el marco de la Cumbre de la ONU de Desarrollo Sostenible, que se tradujo en la adopción de una agenda internacional para el desarrollo más allá de 2015. El Presidente hizo declaraciones en la sesión plenaria de la cumbre con la presentación de la posición nacional de Belarús en este ámbito.

Alexandr Lukashenko también habló en el debate general en la discusión de la 70ª sesión de aniversario de la Asamblea General de la ONU, en la que presentó los enfoques de Belarús en cuanto a la solución de los problemas internacionales más urgentes y relevantes de la actualidad.

La agenda del Presidente de Belarús en los Estados Unidos incluyó una serie de reuniones bilaterales con líderes de otros países del mundo, así como con el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ra’ad Zeid Al Hussein.


Alexandr Lukashenko participó en la Cumbre de la ONU de Desarrollo Sostenible y la 70ª sesión de aniversario de la Asamblea General de la ONU

 La discordia en el East River en aquellos días era como en la Babilonia Bíblica. El lenguaje ha dejado de ser un obstáculo para el logro de objetivos comunes. Pero la diferencia entre los puntos de referencia de interés nacional sigue siendo un obstáculo para la comprensión mutua.

Vamos a recordar el contenido de la 60ª sesión de aniversario de la Asamblea General de la ONU. Entonces el Presidente de Belarús advirtió de las consecuencias peligrosas de la reorganización del mundo de un modelo multipolar a unipolar. Su intervención fue bien crítica y precisa:

— Si no hay conflictos, hay que crearlos. Si no hay pretextos para una intervención, hay que crear pretextos imaginarios...

Han pasado diez años. ¿Qué ha cambiado? En un sentido global, mucho. Y, por desgracia, no para mejor. Irak, Túnez, Libia, Siria y otros países del arco árabe –subrayó el líder belaruso– están al borde del caos. Este arco no sólo se hizo muy caliente, sino comenzó a brillar. En Ucrania hay un fuego que amenaza difundirse por toda Europa. Debido al proceso de Minsk se logró localizarlo, pero sólo en parte y está lejos de su eliminación completa. Hace falta señalar que eso entiende cada persona en su sano juicio. Pero este fuego no surgió por sí mismo, fue hecho por el hombre. Además de eso, hay países que echan gasolina y toda la retórica de interés en el mundo no tiene sentido y es cínica.

En su intervención desde la tribuna de la 70ª sección de la Asamblea General de la ONU Alexandr Lukashenko pidió dar una evaluación justa y adecuada de todos los eventos. Aunque, claro, que eso no podría hacer cualquier país. Pero sin eso es imposible hacer mejor un mundo. Hoy en día, el mundo carece el coraje y la honestidad para convertirse en más justo. Y en esto tal vez consiste poca unidad de la Babilonia de hoy en día.

Pero vamos a volver al tema de la discusión general celebrada en el marco de la Cumbre de la ONU del Desarrollo Sostenible. Básicamente el mismo fue dedicado a los logros de los objetivos fijados por la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas en 2000. La conclusión general de las Naciones Unidas es que ha sido logrado un progreso claro. Esto es cierto. En el contexto global. Me gustaría invitar al lector a comparar los desafíos –que enfrenta el mundo– con las realidades belarusas. Vamos a analizarlo.

El primer objetivo es la erradicación de la pobreza extrema y el hambre. Para referencia fueron aclaradas las siguientes cifras: en 1990, casi la mitad de la población en los países en desarrollo vivió con menos de 1.25 dólares norteamericanos al día. Por lo tanto, entonces el salario de 30 dólares norteamericanos fue considerado muy bueno. A esta altura, similares ingresos se los tiene el 14 por ciento de la población de los países en desarrollo. ¡Es casi mil millones de personas!

El segundo objetivo es la proporción de la enseñanza primaria general. El nueve por ciento de la población de la Tierra no la tiene. A principios de siglo no la tuvo el 17 por ciento de la población.

El tercer objetivo comprende la igualdad de derechos de hombres y mujeres. Es suficiente sólo mirar a la composición del Parlamento de Belarús para darse cuenta de que aquí no hay que comentar nada.

El cuarto objetivo es la reducción de la mortalidad infantil. En Belarús, este índice tiende a cero.

La lucha contra la mortalidad materna es el objetivo global número cinco. Pues ahora en el mundo sólo el 71 por ciento de las mujeres tiene la oportunidad de dar a luz bajo la supervisión de médicos calificados. Para nosotros eso parece una locura.

El sexto objetivo es la lucha contra el SIDA, la malaria y otras enfermedades dañinas. En nuestro país también hay este problema, sin embargo, no es ninguna catástrofe.

El séptimo objetivo es garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. En primer lugar, se trata de la proporción a la población del agua potable. ¿Quién de nosotros no tiene agua?

El octavo objetivo se refiere a la ayuda mutua de los países en el contexto de una asociación mundial. Aquí nosotros –sin ser la mayor economía– no podemos ofrecer mucho, pero no estamos viviendo por cuenta de los demás. Todo está equilibrado.

Así que ahora vamos a hacer un balance total. Para ser honesto, a menudo nos quejamos de que nos gustaría vivir mejor y ser más ricos. Es un deseo humano normal. Y es lógico. Para lograr este objetivo nos avanzamos cada año ya durante un cuarto de siglo. Con nuestros mejores esfuerzos y nuestra inteligencia. Cabe destacar que hemos logrado mucho. Pero de repente surgió una razón para mirar a nuestros mismos en comparación con otros pueblos. Como si fuera de al lado. Resulta que un gran número de personas en el planeta no tienen ni siquiera una pequeña parte de lo que tenemos nosotros. Aquí es donde uno se da cuenta de que debe estar orgulloso y hace falta proteger lo que tiene.

La agenda nutrida

La agenda de trabajo del mandatario belaruso en Nueva York fue muy nutrida. Después de su llegada, Alexandr Lukashenko visitó el Memorial Nacional de los Estados Unidos, “11 de septiembre”, donde colocó una ofrenda floral en memoria de las víctimas de la tragedia y las flores en una placa de mármol con el nombre de una de las víctimas del ataque terrorista: la ciudadana de Belarús, Irina Busló.

En el marco de la Cumbre de la ONU fueron celebradas muchas reuniones bilaterales bien constructivas. La interacción y sus perspectivas, incluso según el nuevo programa de cooperación, el líder belaruso analizó con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. Alexandr Lukashenko expresó la esperanza de que en el nuevo programa sea aplicado un enfoque equilibrado a la consideración de los intereses del país y la política adoptados por el Estado a fin de garantizar un alto nivel de protección social de los ciudadanos. Durante la reunión, el mandatario belaruso agradeció a los dirigentes del fondo por la implementación exitosa del programa stand-by destinado para el período de 2009 a 2010, que permitió suavizar los efectos negativos de la crisis externa.

A su vez, durante el encuentro con el Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de Cuba, Raúl Castro, fueron analizados el estado y las perspectivas de las relaciones belaruso-cubanas en las áreas más importantes. La atención fue centrada en la cooperación comercial y económica. Los jefes de Estado señalaron un alto potencial para una mayor cooperación. Alexandr Lukashenko y Raúl Castro se intercambiaron de puntos de vista sobre los temas de la actual agenda internacional y reiteraron la política de apoyo mutuo en el ámbito internacional.

Del compromiso de Belarús en cuanto a los derechos humanos el líder belaruso habló en una reunión con el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al-Hussein. Y con eso él hizo una aclaración fundamental:

— Casi no tenemos problemas en la cooperación con su oficina. Como me informan, recientemente hemos rendido exitosamente el examen periódico universal en el Consejo de la ONU para Derechos Humanos... Pero me gustaría decir con franqueza que nunca vamos a permitir que nos impongan los llamados derechos humanos y los politicen. Lo que es absolutamente inaceptable, y quiero que conozcan nuestro punto de vista: nosotros nunca aceptaremos la politización del tema de derechos humanos.

Además de eso, Alexandr Lukashenko agradeció el apoyo de iniciativa de Belarús en cuanto a la lucha contra la trata de personas:

— Me gustaría asegurarles que estamos comprometidos con esta política. En la medida de lo posible vamos a promoverla en todo el mundo, pero lo más importante que prometemos ser un buen ejemplo para otros países en la lucha contra la trata de personas.

A su vez, Ra’ad Zeid Al-Hussein agradeció a Alexandr Lukashenko por la interacción establecida entre Belarús y la oficina encabezada por el mismo según varios temas de mucha importancia. En particular, en materia de lucha contra la trata de personas y la discriminación.

Las palabras de agradecimiento también fueron pronunciadas en la reunión del Presidente con el Secretario General de la ONU. Alexandr Lukashenko y Ban Ki-moon analizaron la situación en el la parte sureste de Ucrania y coincidieron en la opinión de que en este tipo de conflictos las víctimas civiles son inaceptables. El Presidente de Belarús habló de la necesidad urgente de aprobar acciones decisivas encaminadas para poner fin a las hostilidades. Lo que es particularmente importante en vista de la posible propagación del conflicto a todo el territorio de Europa.

El Secretario General de la ONU agradeció a Alexandr Lukashenko por un papel constructivo en la búsqueda de una resolución del conflicto en Ucrania. Reconoció que Minsk en este sentido se convirtió en un símbolo de la paz.

A su vez, el mandatario belaruso hizo una inscripción en el Libro de firmas de personas honorables del Secretario General de la ONU.

En el segundo día de la visita el Presidente celebró una serie de reuniones bilaterales y habló en la discusión general de la 70ª sesión de la Asamblea General de la ONU.  

Prioridades determinan el futuro

La 70ª sesión de aniversario de la Asamblea General de la ONU dio un montón de razones para las reflexiones serias. Por un lado, fue logrado el consenso mundial en cuanto a las prioridades de desarrollo humano para los próximos 15 años. Los líderes de los países participantes coincidieron en la necesidad de desarrollar la cooperación en cinco áreas más importantes, lo que se puede presentar por puntos.


Gente. Aquí, de mucha importancia es la lucha contra el hambre, la pobreza, por la igualdad, así como la protección del medio ambiente sano.

Planeta. La protección del medio ambiente contra la degradación, el uso sostenible de los recursos naturales y la lucha contra los efectos negativos del cambio climático.

Prosperidad. La humanidad declara su intención de introducir los desarrollos del progreso económico, social y tecnológico sin afectar la naturaleza.

Mundo. Este vector se basa en la tesis: “El desarrollo sostenible es imposible sin la paz, a su vez, la paz es imposible sin el desarrollo sostenible”.

Interacción. Los países declaran su aspiración por la renovación y profundización.

En este contexto, fueron determinados 17 puntos de referencia a nivel mundial para el desarrollo sostenible, así como 169 objetivos para alcanzarlos. Es correcto y lógico. Si no fuera un significativo “pero”. El contenido de la discusión general de la 70ª sesión de aniversario de la Asamblea General de la ONU mostró que con la comprensión general de las amenazas mundiales –que tiene el planeta hoy en día– los intereses nacionales siguen siendo primordiales.

En parte, esto es tal vez justificado. Pero es una cosa, cuando desde la tribuna de la ONU de eso hablan países relativamente pequeños. La otra cosa es cuando las contradicciones aparentes las articulan los grandes jugadores del mundo. Pues en gran medida determinan el éxito de la consecución de los objetivos ya establecidos.

Ahora voy a explicar. He escuchado con interés el discurso del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Él dice palabras correctas sobre la igualdad y los valores democráticos. Pero me asombró mucho el hecho de que Washington ve Rusia y China, por decirlo así, como competidores. O incluso rivales. Tampoco me gusta la idea de que los Estados Unidos tengan fuerzas armadas más poderosas. Y aunque fue anunciado que su aplicación sólo podría ser en un caso extremo, otra vez se habló, si era necesario, las mismas serían utilizadas.

La discusión entre los Estados Unidos y Rusia sobre el tema de Siria estuvo demasiado visible. El mandatario ruso, Vladímir Putin, propuso crear una coalición para luchar con el Estado Islámico, ayudando al ejército sirio. A su vez, el líder norteamericano, Barack Obama, nombra al Presidente de este país un tirano que tira bombas a la población y mueren los niños. En una palabra, la política internacional es una cosa muy compleja. A su vez, la visión del mundo en este contexto se pone muy frágil. No es casual que Alexandr Lukashenko en su intervención habló de una inminente amenaza del fantasma de una nueva guerra. Y para que no se materialice, es necesario llevar a cabo también un diálogo interesado y de respeto mutuo.

La plataforma de las Naciones Unidas es tan buena que además de la resolución de los contactos multilaterales “fertiliza el suelo” para las relaciones bilaterales. Durante dos días de trabajo en Nueva York, el Presidente belaruso celebró una serie de reuniones con sus homólogos.

En el último día de su visita a los Estados Unidos Alexandr Lukashenko se reunió con el Presidente Federal de Austria, Heinz Fischer. Los dos líderes se intercambiaron de puntos de vista en cuanto a los aspectos más importantes de la cooperación bilateral. Además de eso, Heinz Fischer agradeció Belarús por la perpetuación de la memoria de las víctimas de Segunda Guerra Mundial, tomando en consideración también la apertura del memorial, “Trostenets”. Alexandr Lukashenko invitó al Presidente Federal de Austria a visitar nuestro país con una visita en cualquier momento conveniente a él.

En una reunión con el presidente del Ecuador, Rafael Correa Delgado, se habló de la preparación de la visita de Alexandr Lukashenko a este país. Hace falta señalar que la visita podría ser celebrada ya el próximo año, en el marco de un recorrido del presidente de Belarús por otros países de América Latina.

En cuanto al intercambio de visitas al más alto nivel, durante la reunión de Alexandr Lukashenko y el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, también fue acordado este tema. Mientras tanto, la comisión intergubernamental se ocupa del desarrollo de una hoja de ruta de la cooperación. Está previsto celebrar una reunión en el Cairo antes de que finalice el año corriente.

Tenemos que entender que estos encuentros son valiosos no sólo por beneficios bilaterales. De esta manera nuestro país aporta en la consolidación de la estructura sostenible del mundo. Pues precisamente de estos contactos crecen las relaciones más fuertes y más profundas. De la necesidad de su desarrollo el mandatario belaruso también habló en su intervención, al llamar la atención una vez más a la relevancia de la idea de la integración de las integraciones a gran escala.


Hoja de Ruta para la Acción

El discurso del Presidente de Belarús en la discusión general de la 70ª Asamblea General de la ONU no ha pasado sin ser notado por los politólogos.

Sergei Kizima, jefe del departamento de Relaciones Internacionales de la Academia de Administración Presidencial, considera muy importante la propuesta del Presidente de proporcionar a cada país del mundo una oportunidad no declarada, sino verdadera, de elegir su camino de desarrollo:

— El hecho de que en las últimas dos décadas los países grandes y poderosos están apartando cada vez más de este importante principio de las relaciones internacionales, causó muchas muertes y la inestabilidad cada vez más creciente. En realidad, no se trata de los derechos humanos forzados y la democracia, y bajo su protección el intento de llevar al poder a las personas que serán aliados de las potencias influyentes, que interfieren en los asuntos internos de países soberanos.

Alexandr Lukashenko dio ejemplos convincentes de Irak, Libia y Siria, donde según este escenario fueron traídos el caos y la inestabilidad y en resultado millones de personas se convirtieron en refugiados. A su vez, cientos de miles fueron matados y heridos, y los grupos terroristas ganaron una enorme influencia. El mismo escenario hoy en día tiene la vecina Ucrania. Es el momento de parar y volver a respetar la soberanía de cada país y confiar en la capacidad de los pueblos de determinar qué régimen político es más favorable para ellos, aseveró el analista. En su opinión, el papel de las Naciones Unidas en la última década se ha hecho más débil. La organización fue más fuerte cuando los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética se retenían entre sí en el ámbito internacional y en la plataforma de la ONU se podía solucionar una serie de cuestiones importantes. Una vez colapsada la antigua Unión Soviética, los Estados Unidos dejaron de tener contrapeso y por lo tanto las Naciones Unidas para los estadounidenses dejaron de ser un escenario para las negociaciones, sino una herramienta deseada para imponer su voluntad a todo el mundo.

— Los intentos de algunos funcionarios de la ONU de restaurar el verdadero significado de la organización el árbitro global e importante centro para la armonización de las relaciones internacionales en seguida enfrenta una dura oposición de parte de los Estados Unidos. A su vez, la institución –que opera en los Estados Unidos con un presupuesto bastante modesto– no puede cumplir debidamente con su función tan importante para el mundo en general. No es sorprendente que en vez de la armonía en el mundo aparecen más contradicciones y las resoluciones de la ONU, como ha señalado con razón el Presidente de Belarús, a menudo no se convierten en el medio de la solución de los problemas, sino es una manera de mostrar su poder geopolítico, obligando a la mayoría de los países a votar por lo que es más beneficioso sólo para un solo participante de las relaciones internacionales.

La actual situación en la ONU se la comentó también el otro prominente analista político de Belarús, Alexei Dzermant, que dijo que la organización necesitaba ser reformada.

— Necesitamos algunos mecanismos más sofisticados para implementar las resoluciones de la ONU. Todos nosotros vemos que en los últimos 20 años, algunos países no pueden darse el lujo de pasar por alto a la ONU y en forma independiente aprobar algunas decisiones, que influencian mucho en la agenda internacional. Sin modoficar el mecanismo de toma de decisiones en el Consejo de Seguridad de la ONU, la organización internacional podría convertirse en una estructura completamente disfuncional.

Además de eso, Alexei Dzermant comentó la crisis en el mundo árabe, de que habló en su intervención el líder belaruso, Alexandr Lukashenko:

— Es obvio que Rusia ha decidido intervenir de alguna manera en lo que está pasando en Siria. En este caso, Alexandr Lukashenko dijo que todo depende de una posición común.

Si el Occidente y Rusia no llegan a la conclusión que hace falta resolver la situación de alguna manera constructiva –aunque, por supuesto, esto significa luchar en contra el Estado Islámico en alguna u otra medida– será imposible solucionar la crisis en Medio Oriente sin la participación conjunta. Los países, como Rusia y en parte la Unión Europea, están dispuestas para resolver esta crisis.
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