De Arzamas a Quersoneso

En Minsk, fue editado un extraordinario álbum de tarjetas postales de Vladímir Likhodédov y Vladímir Péftiev. Su protagonista es el santo príncipe de apóstoles Vladímir
En Minsk, fue editado un extraordinario álbum de tarjetas postales de Vladímir Likhodédov y Vladímir Péftiev. Su protagonista es el santo príncipe de apóstoles Vladímir. 


Por primera vez un solo álbum contiene un gran número de tarjetas postales antiguas de catedrales e iglesias ortodoxas construidas en honor del santo príncipe de apóstoles Vladímir. 

Hace falta señalar que en mucho el concepto de la edición está definido por el epígrafe de la narrativa histórica-documental: “Hay medida del servicio público, que se convierte en una hazaña de la santidad”. Estas palabras pertenecen al escritor ruso, el secretario jefe del Santo Sínodo, Stefán Grigórievich Runkévich (1967-1924), nacido, a propósito, en la familia de arcipreste de la diócesis de Minsk. Sí, los escribas de la Rusia Antigua consideraban a Vladímir el santo príncipe de apóstoles. Ellos compararon el Bautismo de la Rusia Antigua por el príncipe Vladímir con la hazaña de los apóstoles que aprobaron fe de Cristo en la vida de muchos pueblos. Los autores del álbum no se fijaron en la tarea de analizar todos los detalles disputados de la biografía del santo príncipe. Los investigadores con la ayuda de un material ilustrativo bien rico hicieron un intento de “marcar las etapas más importantes del camino de la vida del bautista de la Rusia Antigua, de acuerdo con la opinión dominante en la moderna historiografía”. 

La estructura del contenido del nuevo álbum, “El santo príncipe de apóstoles Vladímir”, se la reflejan los mismos títulos de las secciones de la narración: “El santo príncipe de apóstoles Vladímir”, “Veneración religiosa del santo príncipe de apóstoles Vladímir”, “Templos en honor al Santo Vladímir”, “Orden del Santo Vladímir”, “Monumentos”, “Templos en tarjetas postales y fotografías de finales del siglo XIX, comienzos del siglo XX” y “En la memoria de las generaciones futuras”. Los autores del estudio se quedaron atraídos por muchas características notables del bautista de la Rusia Antigua. 

La “geografía” de la referencia a la imagen de santo príncipe de apoóstoles Vladímir, así como la lista de los lugares relacionados con su nombre es más extensa: desde Arzamas hasta Quersoneso. La iglesia de Arzamas de la Madre de Dios de Vladímir –construida en 1801– ha sobrevivido hasta nuestros días, ha sido restaurada y sigue funcionando. De este templo cuentan las postales antiguas publicadas a principios del siglo XX. Hojeando las páginas del álbum, se puede viajar por los “lugares del santo príncipe de apóstoles Vladímir” en Rusia, Polonia, Ucrania, Belarús, Letonia, Lituania... Por supuesto, son más interesantes e impresionantes resultan ser las excursiones de Moscú y San Petersburgo. A su vez, las antiguas tarjetas postales –que regresan al público a Quersoneso– hacen acordar de una historia sagrada bien milagrosa. En 1827, durante la examinación de las ruinas de Quersoneso fueron descubiertos los restos de la iglesia, en la que, según las crónicas históricas, fue bautizado el santo príncipe Vladímir. En este lugar, en 1850, fue fundado un monasterio de hombres en honor del santo príncipe de apóstoles Vladímir, y tres años después aquí fue construido el primer templo muy modesto. Poco después, durante la Guerra de Crimea de los años de 1853 a 1856, Quersoneso fue ocupado por el enemigo, y el monasterio fue destruido. Una vez el enemigo se retiró, el monasterio fue restaurado. A principios del siglo XX, en el monasterio además del templo principal estuvieron dos iglesias muy sencillas. El monasterio fue cerrado en 1915. Una parte de sus locales y departamentos fue entregada a las secciones del museo de Quersoneso. 

La narración documental histórica en forma de antiguas tarjetas postales sobre el santo príncipe de apóstoles Vladímir es la continuación de un proyecto creativo, “En busca de los perdido”, iniciado con la publicación de las reproducciones de postales antiguas en las páginas del periódico “SB. Belarús de Hoy” (“Sovétskaya Belarús”). Siguiendo la publicación de la “Enciclopedia de las tarjetas postales”, el público tuvo la posibilidad de conocer más de diez libros muy interesantes, muchos de los cuales fueron publicados en la editorial, “Zvezdá”. El álbum, “El santo príncipe de apóstoles Vladímir” es una digna continuación del proyecto, “En busca de lo perdido”.  

Ales Karlyukévich
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