En Belarús cursan estudios más de siete mil estudiantes procedentes de Turkmenistán

Conocimiento está apreciado

En Belarús cursan estudios más de siete mil estudiantes procedentes de Turkmenistán. De éstos, sólo en la Universidad Nacional de Belarús, la institución docente más antigua del país, que forma parte de los 500 mejores centros de enseñanza superior del mundo, estudian 708 personas turcomanas.   

Es por eso que decidí averiguar cómo pasa la vida estudiantil de jóvenes turcomanos en la Universidad Nacional de Belarús. Me ayudaron los empleados del departamento para el trabajo con ciudadanos extranjeros y marketing internacional de la institución. La directora del departamento, Zhanna Savélieva, respondió a todas mis preguntas, así como me presentó a algunos de los mejores estudiantes que vinieron a estudiar a Minsk desde Ashgabat.


— Zhanna Nikoláevna, ¿por qué, en su opinión, la Universidad Nacional de Belarús es una institución de educación tan atractiva para los extranjeros, incluso para los turcomanos?

— En primer lugar, ofrecemos una educación superior de alta calidad. El diploma de la Universidad Nacional de Belarús está aprobado por el Ministerio de Educación de Turkmenistán. Además de eso, los extranjeros se sienten atraídos por la estabilidad y seguridad que hay en nuestro país. También para ellos están creadas las condiciones muy buenas. Los jóvenes aquí no sólo tienen la posibilidad de estudiar, sino también descansar. Durante las vacaciones, los estudiantes tienen la posibilidad de ir a visitar los castillos en Nesvizh y Mir, así como viajar al exterior: estamos geográficamente cerca de los países europeos. La Universidad Nacional de Belarús está en los constantes contactos bilaterales con Turkmenistán. Por ejemplo, cada año nosotros participamos en sus ferias nacionales, donde presentamos nuestras oportunidades de educación.

— ¿Cuáles son las facultades que escogen los estudiantes turcomanos?

— El interés en tal o cual especialidad depende de la situación política y económica en Turkmenistán. Al crear nuevos proyectos, respectivamente, aparece un interés por personal cualificado. Así, hace cinco años, la facultad geográfica y la facultad económica se han hecho populares entre los jóvenes turcomanos en relación con la construcción de la planta minera de procesamiento y producción de fertilizantes potásicos de Garlyk. Recientemente, en Turkmenistán ha sido llevada a cabo la reforma educativa, en resultado en el país ha sido introducido un sistema de doce años de la formación y han sido aumentados sueldos de los maestros. Por lo tanto, en nuestra facultad filológica ingresaron los estudiantes turcomanos. En cuanto a la facultad de las relaciones internacionales y de derecho, esta facultad siempre ha sido una de las más favoritas de los jóvenes extranjeros, incluso de los turcomanos.

— ¿Cómo turcomanos superan la barrera del idioma?

— Para aprender el idioma, algunos de ellos tienen que tomar un curso de preparación de un año en la facultad de educación preuniversitaria. Pero no son muchas personas. Básicamente, los chicos turcomanos hablan el idioma ruso, pues se preparan para ingresar en nuestra universidad en su patria.

‑¿Cuáles son las dificultades que tienen que enfrentar los estudiantes turcomanos en el proceso de aprendizaje?

— Las dificultades se los tienen todos los estudiantes, sin excepción, también los belarusos. Pero los turcomanos a menudo deben repasar materias. Pues los chicos belarusos ingresan en la universidad ya “filtrados” tras pasar por las pruebas centralizadas. A su vez, los estudiantes turcomanos tienen dificultades, sobre todo en las ciencias exactas. Por lo tanto, los dos primeros años les ofrecemos la tutoría individual. En algunos casos, el plan de estudios se reduce al mínimo. Por ejemplo, los ejercicios físicos no siempre son apropiados para algunos estudiantes por razones religiosas, cuando los muchachos no pueden entrenar junto con las chicas. También una fuerte nostalgia de algunos chicos a veces nos crea problemas. Hubo casos, cuando un estudiante de repente tomaba decisión de volar a casa y regresaba unas semanas más tarde. Claro que esto afecta bastante el proceso de aprendizaje y su reputación.

— ¿Se observa alguna diferencia en el trato de estudiantes extranjeros y belarusos? ¿Hacen algunos “favores” para los jóvenes que se han destacado en el buen sentido de esta palabra?

— El trato es igual. En cuanto a las recompensas, como usted dice, “favores”, para los que se han destacado, este año en la Universidad Nacional de Belarús, ha comenzado a funcionar la Instrucción sobre los descuentos en la matrícula para los ciudadanos extranjeros. Se aplican a aquellas personas que estudian bien y toman parte activa en las actividades sociales y conferencias científicas. A propósito, tres ciudadanos de Turkmenistán están en esta lista.

— ¿Los estudiantes turcomanos tienen problemas de comunicación con los estudiantes belarusos?

— La organización estudiantil, el Consejo de Estudiantes de la Universidad Nacional de Belarús, se ocupa precisamente de la adaptación de estudiantes extranjeros. Se les atrae a participar en las diversas celebraciones y reuniones. Además de eso, se celebran los Días de Amistad, cuando los belarusos tienen la posibilidad de conocer la cultura turcomana y a su vez, también contar sobre sus tradiciones y costumbres. También hay proyectos llevados a cabo en la cooperación con las misiones diplomáticas. Por ejemplo, hace poco ha tenido lugar un recital dedicado al poeta, Majtumkuli Fraga, a la que ha asistido el Embajador de Turkmenistán en Belarús. También organizamos un concurso anual con la participación de los estudiantes extranjeros de todas las universidades, “Mr. Internacional” y “Miss Internacional”. Es un evento muy importante cubierto por los medios de comunicación y ampliamente promovido. Y, por último, la Universidad Nacional de Belarús es la única institución de enseñanza superior en Belarús, donde se celebra el Baile de Graduados con la participación de estudiantes extranjeros. ¡Cada año su número es de 430 a 450 personas!

— ¿Los jóvenes de Turkmenistán apoyan sus todas sus iniciativas?

— A los estudiantes turcomanos se les gusta participar en nuestras actividades, pero ellos actúan en grupos. En este caso se les sale todo sin problemas y muy bien, se ponen dispuestos para cantar, tocar y bailar. Debido a estas actividades los estudiantes belarusos conocen cultura turcomana.

— ¿No surgen conflictos religiosos?


— No, en absoluto. Pues nosotros, los belarusos, somos muy tolerantes. Siempre enfatizamos la atención de nuestros estudiantes en la hospitalidad nacional y el comportamiento civilizado. Pero hace falta señalar que a veces surgen conflictos en el ámbito social. Por ejemplo, un estudiante extranjero, compartiendo con alguien una vivienda, a veces no lo considera necesario limpiarla. Dice que aquí él es huésped. Tenemos que explicar que hay que seguir reglas establecidas en albergue.

— ¿Cuántos de los graduados turcomanos se quedan en Belarús para trabajar según la especialidad obtenida?

— Pocos, pero hay. Unos se casan, otros obtienen visados de trabajo y comienzan a trabajar aquí.

Ayza


Desde los primeros instantes de la conversación la muchacha me impresionó con su permanente sonrisa muy radiante. Su estado de ánimo alegre contrastaba con un paisaje de otoño detrás de la ventana: fue un día de lluvia.

Ayza es la estudiante de la facultad de las relaciones internacionales y en el futuro quiere llegar a ser un diplomático, es más, aquí, en Belarús. No le asusta para nada el clima bien frío en comparación con Ashgabat. Por el contrario, observando la primera nieve, la jovencita se pone muy feliz que está en Minsk. Por supuesto, ella extraña a su madre y su comida típica. Por eso muy a menudo llama a casa y se reúne con sus paisanos. Ellos cocinan juntos sus platos tradicionales: sopas, carne, y, por supuesto, el arroz condimentado.

No hace mucho tiempo en la Universidad Nacional de Belarús fue celebrado el Festival Nacional de Estudiantes Extranjeros. Ayza fue representadora del mismo. Recordándolo, la muchacha se pone aún más feliz. Por lo tanto, ni la hemos preguntado, si le gusta en nuestro país. Por casi no tener tiempo libre, la muchacha visitó los cines de Minsk y paseó por el Parque de Chelyuskintsy. Pero pronto Ayza planea ir a visitar la ciudad de Grodno.

Creo que a Ayza –muchacha bella turcomana, que estudia el primer año– se la espera muchas cosas buenas en adelante. A la pregunta ¿qué le parecen los belarusos y en particular los muchachos belarusos? Ayza responde que gusta la disposición de los belarusos para ayudar. Gracias a la amabilidad y sinceridad de los belarusos, Ayza se adaptó rápidamente a una ciudad desconocida y ha logrado enamorarse de la misma. En cuanto a los jóvenes belarusos, dice, que ellos son muy educados, atentos, cariñosos y amables.

Sayid


Sayid Yumúdov es el estudiante de cuarto año de la facultad de derecho. La elección de la universidad para él era obvia: sus hermanos mayores se graduaron de la Universidad Nacional de Belarús. Sayid considera muy demandada e importante la profesión de abogado para su país. A diferencia de Ayza, inicialmente a Sayid se le costó mucho adaptarse, especialmente al clima húmedo de Belarús. Además de eso, otra cultura y otras tradiciones... En el campo de la educación también tuvo que esforzarse mucho, pues no todo era fácil para él. Pero tampoco el joven tuvo problemas con los estudiantes locales. Para conocer más de cerca a los belarusos, en 2010, Sayid comenzó a cantar en el Coro Popular de la Universidad Nacional de Belarús y por cierto, fue el único extranjero. En cinco años, Sayid gracias a las giras artísticas tuvo la posibilidad de visitar muchos países. El Coro incluso ganó premios en varios concursos internacionales. Además de eso, a Sayid le gusta participar en conferencias científicas y prácticas. Gracias el ensayo del autor bajo el título, “El idioma ruso dio forma a mis pensamientos”, en el 2014, el muchacho ganó el Concurso Nacional de la Oratoria, “Crisóstomo-2015”. Sayid es uno de los afortunados a quien han reducido el costo de estudios por sus excelentes notas. Todo su tiempo libre se lo pasa leyendo libros, pintando o tocando el piano. Lo que le ayuda no extrañar su patria, a donde él quiere regresar una vez graduado de universidad. A mi pregunta, ¿cómo son los belarusos? Sayid respondió: amables, siempre dispuestos para ayudar, sensibles, cálidos y receptivos a los problemas de otras personas.

Alisa Krasóvskaya
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